El dibujante leonés Javier de Castro, nominado en los Premios Eisner de San Diego; los denominados 'Óscar' del Cómic

César Combarros / Agencia ICAL

Es León tierra de dibujantes. Son varios los muy conocidos, desde Jan (el creador de Superlópez), el exitoso internacionalmente Martín, Fer (el creador de Historias Fermosas e historico director de 'El Jueves'), Pablo García Callejo –que fue el primer leonés nominado en los Eisner por su trabajo 'The Castaway' en 2002–, los chisteros Rodera y Lolo, y su discípulo Enrique López Lorenzana (que triunfa en Estados Unidos con su 'Nancy in Hell', que fue premio ExpoComic en 2014).

Y artistas como el director del Centro de los Oficios de León Alberto Díaz Nogal (que reimagina el pasado romano de la ciudad). O los afamados ilustradores Javier Zabala y la ponferradina Silvia Prada, entre ellos los cuatro de la escuela de la mítica Imprenta Cornejo: Tino Gatagán (tristemente fallecido en 2005), Toño Benavides, LuisMi, o el incombustible artista total, Alejandro Cartujo. Y otros tantos listados aquí.

Y desde hace unos años emerge con mucha fuerza Javi de Castro (León, 1990), que en 2015 fue premio Revelación del Salón del Cómic de Barcelona –y que ILEÓN.com ya había detectado como gran promesa del cómic publicando esta entrevista con él en 2014– y que hoy es una de las personas más felices del mundo comiquero: le han nominado para los 'Óscar' de esta disciplina, nada más y nada menos que los Premios Eisner que se entregan en la famosísima Comic-Con Internacional de San Diego.

Javi de Castro también aportó su ingenio para estos tiempos de coronavirus, realizando una serie en Twitter llamada 'Crímenes ilustrados' donde en plan 'Se ha tuiteado un crimen' mostraba misterios para resolver en tiempos de confinamiento, que tuvo un notorio éxito.

Sin alcanzar aún los 30 años, según informa César Combarros para la Agencia ICAL, el dibujante Javi de Castro ha recibido su primera nominación a los prestigiosos Premios Eisner, los principales galardones del cómic a nivel mundial por su serie de cómics en internet 'The Eyes', que puede leerse gratuitamente en su web personal, competirá con otros cinco candidatos de todo el planeta para alzarse con el galardón al mejor webcomic publicado a lo largo de 2019. “No acabo de creérmelo”, reconocía en sus redes sociales al poco de conocer la noticia, una sensación que confirmó a Ical al subrayar que está “bastante emocionado”.

La Comic-Con de San Diego tiene prevista su celebración este año del 23 al 26 de julio en la ciudad estadounidense si la evolución de la pandemia lo permite, y De Castro competirá por el Eisner con 'Cabramatta', de Matt Huynh; 'Chuckwagon at the End of the World', de Erik Lundy; 'Fried Rice Comic', de Erica Eng; 'reMIND', de Jason Brubaker; y 'Third Shift Society', de Meredith Moriarty.

Entre los finalistas de las 31 categorías existentes, el creador leonés aparece acompañado de otros dibujantes españoles como Paco Roca, Emma Ríos, Gabriel H. Walta, Salvador Larroca, Manuela Pertega y Miquel Muerto, además de la norteamericana criada en Zaragoza Rosemary Valero-O'Connell

'The Eyes', serie digital de cinco entregas

'The Eyes' es una serie digital de cinco entregas donde De Castro exprime al máximo las posibilidades del soporte para trasladarnos a un mundo lleno de misterio y extrañeza, con sorprendentes giros narrativos, donde las fronteras entre lo real y lo sobrenatural se difuminan, siempre con el ojo y el acto de ver o percibir en el eje central de la narración.

El primer episodio, 'Ceguera', fue también la primera historia que escribió de la serie, y como él mismo explica “empezó siendo muy convencional” hasta que decidió trasladarla a la España de 1920. “Quería aprovechar y hablar de escuchar a las victimas”, señala antes de advertir que “hay varias cegueras en este episodio”.

El segundo, 'Espejismo', fue de las últimas que concibió, y en ella buscaba utilizar los hologramas “sin caer en una historia tecnófoba”; influencers, muerte y traición se mezclan en esta intriga. El tercero, 'Mal de ojo', está protagonizado por Bárbara, una policía gitana tuerta que destila sarcasmo (el propio autor la define como “el personaje más carismático de la serie y probablemente de todos los que he escrito”) que se ve envuelta en una siniestra investigación.

'Visiones', la cuarta entrega, quizá sea la más nostálgica y habla de “los caminos que tomamos y el miedo a equivocarse” (el dibujante la define como “un 'Cuenta conmigo' a principios de los 2000, entre campos de lúpulo, gameboys y tazos”). Y 'Desenfoque', la quinta y última entrega de esta antología, es deudora de 'Están vivos', de John Carpenter, un film en el que e inspira para integrar en la sociedad a extraterrestres.

Una vida dedicada al cómic

Javi de Castro lleva dibujando desde que nació y leyendo cómics desde muy pequeño. Estudió ilustración en la Escuela de Arte de Valladolid y diseño gráfico editorial en Barcelona. Apasionado de la lectura y el cine, pronto encontró su vocación en los tebeos. Así, comenzó colaborando en diversos fanzines y autoeditando el suyo propio, 'Oiga mire', en 2009, al que seguirían después otros como 'Postdata' o 'Agustín', además de colaborar en gran cantidad de ellos, como 'Andergaün', 'Arros negré' o 'Thermozero, y en diversas webs, blogs y webcomics, donde ha destacado por su uso del medio.

En 2014 da el salto profesional al participar en el libro colectivo 'Ilustrofobia' (Underbrain books, 2014) y firmar la novela gráfica 'Sandía para cenar' (Themozero, 2014). También es autor de 'La última aventura' (Dibbuks, 2015), cómic dibujado en colaboración con el guionista Josep Busquet, y es coautor, junto a María Hernández Martí, de 'Que no, que no me muero' (Modernito Books, 2016) y 'Larson, el hombre con más suerte del mundo' (Modernito Books, 2017). En 2016 fue reconocido con el Premio Autor Revelación en el Salón del Cómic de Barcelona por 'La última aventura'.

Sobre 'The Eyes', el cineasta e ilustrador Borja Crespo ha escrito que “aprovecha al máximo el lenguaje del cómic y experimenta con el medio trasladando cinco historias al formato digital, empleando interesantes recursos visuales, algunos sorprendentes. La forma se adapta al fondo en 'The Eyes', dando pie a una nueva manera de entender el cómic. (...) Una lectura fresca, dinámica y embriagadora que permite evadirse y reflexionar sin demasiado esfuerzo. Ideal para estos días de asueto y confinamiento a la fuerza”.

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ENTREVISTA

JAVI DE CASTRO / DIBUJANTE LEONÉS DE CÓMICS

“Estar nominado a un Eisner es un sueño”

Con mucha “incredulidad” y “emoción”, el ilustrador y autor de novelas gráficas Javi de Castro (León, 1990) ha recibido en su hogar leonés la noticia de que su serie de webcomics 'The Eyes' es finalista en las nominaciones de este año a los Premios Eisner, los más prestigiosos a nivel mundial del sector. Curtido en el mundo de los fanzines y la autoedición, el creador leonés estudió ilustración en la Escuela de Arte de Valladolid y diseño gráfico editorial en Barcelona, en cuyo Salón del Cómic fue galardonado como mejor autor revelación en 2016 por su novela gráfica 'La última aventura'. Accesible de forma gratuita en su web personal (www.javidecastro.com/theeyes), 'The Eyes' presenta un mundo donde lo sobrenatural convive con lo real, y la ciencia ficción y la extrañeza son elementos cotidianos que marcan nuestra existencia.

— ¿Cómo recibió la noticia de su nominación a los Eisner?

— Con sorpresa e incredulidad. Si te dedicas al cómic, quien más quien menos ha fantaseado con la idea de estar nominado a los Eisner, pero siempre pensé que era algo totalmente inalcanzable. En mi caso lo he conseguido de la mano del webcomic, que te permite saltar el que quizá sea el paso natural, de publicar primero allí, en Estados Unidos, en su industria. Estoy bastante emocionado.

— ¿Conoce el trabajo de los otros finalistas de su categoría?

— No, y de hecho prefiero ni mirarlo, porque quiero disfrutar el momento. Igual veo los demás y pienso que no tengo posibilidad alguna, así que prefiero quedarme con el hecho de que estoy nominado, que ya me parece un sueño.

¿Qué puede suponer la nominación para usted a nivel profesional?

— Todavía no lo he pensado, pero de entrada quizá pueda suponer más visibilidad, al menos en España, donde no somos muchos los españoles nominados. No sé si esto me podría abrir o no alguna puerta allí, en Estados Unidos, la verdad es que no me lo he planteado. De hecho en 2016 me dieron el premio al mejor autor revelación en el Salón del Cómic en Barcelona, que es un premio estupendo, pero luego no percibí que eso me abriera nuevas posibilidades, más allá de poder ponerlo en el currículum y en las contraportadas de los libros, que siempre está muy bien. Sin duda esta nominación al Eisner aparecerá ahora en todas mis bios (sonríe).

— ¿Es una quimera dedicarse al mundo del cómic desde una ciudad como León?

— No es algo habitual, eso es cierto. La gente de provincias por lo general termina viviendo y trabajando en ciudades más grandes, como Madrid o Barcelona, pero con internet tienes acceso más sencillo a cualquier trabajo, aunque aún así cuesta. Conseguir esta nominación para mí hubiera sido del todo imposible en este momento de mi carrera si no hubiera sido a través de un webcomic, que te da acceso a público de todo el planeta.

— ¿Cuándo tuvo claro que se quería dedicar a este oficio?

— Como muchos niños, desde pequeño dibujaba sin parar y me gustaban los cómics, pero me parecía muy complicado entrar en ese mundo a nivel profesional. Bien pronto decidí enfocar mi carrera hacia la ilustración, aunque luego he descubierto que también es un mundo complejo, y retomé los cómics en mi adolescencia, cuando empecé a conocer el cómic americano, el cómic indie y la novela gráfica. Ahí es cuando sí empiezo a interesarme más y a publicar mis primeros cómics en fanzines, con 18 o 19 años.

— ¿Cuáles son sus principales influencias?

— Son muchas. Cuando me preguntan unas veces digo unas y otras veces otras. Max (Francesc Capdevila) o Luis Bustos por ejemplo en cuanto al cómic español, o autores americanos como Mike Mignola en cuanto a dibujo y en cuanto a historia. Desde Daniel Clowes a Osamu Tezuka mismamente. Muy variado todo.

— ¿Cómo llegó al webcomic? ¿Qué fue lo primero que hizo en ese formato y qué le atrajo del medio?

— Realmente no estoy muy puesto en webcomic, en cuanto a seguir lo que está haciendo otra gente en el resto del mundo, aunque sí conozco a clásicos como Scott McCloud o al francés Boulet. Lo primero que hice fue 'Open 24 hours' (2011), que surgió un poco por casualidad; yo había probado a hacer pequeñas animaciones con Photoshop en formato GIF y de repente se me encendió la bombilla: si lo puedo hacer con una ilustración, también lo puedo aplicar al cómic. Ahí hice mis primero pinitos utilizando Blogspot y publiqué algunas cositas muy puntuales ('Meanwhile' 2012, 'Everybody' 2013), aunque luego lo dejé porque supone dedicarle tiempo a algo que no te aporta económicamente, esa es la realidad, y me centré más en el cómic en papel.

— ¿Qué le hizo volver ahora al formato con 'The Eyes', seis años después?

— Cuando apareció 'The Eyes' ya había hecho un cómic en papel y ya había publicado mis novelas gráficas. Estaba en un momento de cierto bloqueo creativo, como que ya no tenía ninguna historia que contar en cómic, esas épocas que pasas a veces, y me acordé de que me gustaba mucho la historia corta. Cuando hacía fanzines también hacía historias cortas y me planteé retomar el webcomic porque me da un poco de rabia que en general la crítica, los medios o los propios autores no le demos la importancia que merece; lo vemos como algo menor, un poco como el cortometraje en el cine, que se mira como si estuviera por debajo. Fue entonces cuando decidí, en lugar de emprender una novela gráfica, preparar una serie de webcomics con varias historias que tuvieran conexiones y lazos entre sí, y conferir a todo un peso y una unidad para darle la importancia que creo que merece.

— ¿Cuál es el 'leitmotiv', el hilo conductor de 'The Eyes'?

— Los ojos o la vista. Todas las historias que se leen en un formato vertical, todas tienen animaciones y quería buscar algo que las relacionara entre sí, y ahí apareció la percepción. En una de las historias ('Visiones', la cuarta entrega) la alusión es a través de un objeto con forma de ojo que encuentra el protagonista, pero en realidad todo tiene que ver con eso.

— ¿Tiene previsto retomar la serie en el futuro?

— En principio no, la doy por cerrada. La aventura ya está terminada, aunque nunca se sabe si podría aparecer alguien interesado en financiar una segunda temporada, por decirlo así. Tampoco cierro la puerta, porque antes de hacerla no me hubiera planteado hacer un webcomic y al final lo hice, así que igual dentro de cinco años hago otra serie. No lo sé.

— ¿Qué proyectos tiene ahora en cartera?

— Muchas cosas abiertas pero ninguna segura. Ahora mismo estoy trabajando mucho en ilustración y en la recámara tengo un par de proyectos que todavía no tienen editor, así que aún no puedo avanzar mucho sobre ellos. No es la mejor época por toda la situación actual, pero son proyectos personales que uno va haciendo poco a poco y ya habrá tiempo de que llegue su momento.