(Actualizado) Un nuevo caso de desidia en un caso de un animal abandonado, y en aparente grave estado de salud, esta vez ocurrido en el municipio de Villaquilambre, tiene indignado a un grupo de vecinos del Caminón en este municipio porque a pesar de las numerosas gestiones realizadas esta mañana, durante horas, nadie se hizo cargo del perro que alguien encontró tirado sobre las diez y media de la mañana.
Posteriormente, a primera hora de la tarde fueron voluntarios de la Asociación Protectora de Animales y Plantas de León los que se personaron en el lugar para llevarse al animal y encargarse de su bienestar.
Hasta entonces, los vecinos aseguraban haber realizado numerosas gestiones a lo largo de tda la mañana para intentar que alguien recoja al animal y sea atendido en alguna consulta veterinaria, porque permanece tirado y sin fuerzas a un lado de una carretera nacional que atraviesa la zona, pero con nulo éxito. Sólo “negativas y disculpas”, censura una de las personas que acompañan al perro desde que fue localizado.
El Caminón de Villaquilambre, donde fue localizado esta mañana el animal malherido.
Las gestiones realizadas para buscar una solución se han dirigido a varios frentes. Por un lado, a la Guardia Civil, que es competente en materia de seguridad por tratarse de un municipio rural, y que según los vecinos ha contestado que carecen de competencias para este tipo de casos. “Incluso les hemos dicho que podría causar un accidente de tráfico, pero nada”, mantiene una de las vecinas.
Por otro lado, se han dirigido también al Ayuntamiento de Villaquilambre, por un lado, y a su cuerpo de Policía Local, por otro, y tampoco parecen haber intervenido en modo alguno más allá de comprobar que el perro carece de chip identificativo que permita saber quién es su propietario. Un protocolo municipal, les han trasladado, impide también que nadie pueda recoger al animal malherido y hacerse cargo de su posible recuperación, si ésta es posible.
Tampoco ha habido suerte con la Diputación de León, la cual tiene en marcha un plan aprobado en abril de este mismo año, por el cual una empresa privada se debería hacer cargo de la recogida en este tipo de casos, además ahora con el compromiso de realizar el sacrificio cero de los animales, como ocurría hasta ahora.
Nada. El cánido permanece bajo la sombra de un muro, “muy malito”, y la impaciencia se apodera de sus improvisados cuidadores temporales, confiando en que alguna institución o entidad se apiade del perro, más que de ellos, y la historia de este animal de color pardo pueda ser una historia con final feliz.