Para celebrar el Día Mundial de la Salud no hay nada mejor que aplicarse en prácticas para mejorarla. Coger el ascensor es tentador y cómodo, pero el pequeño esfuerzo de optar por subir por las escaleras algunos pisos nos acerca más a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de realizar actividad física: para los adultos, aconseja al menos 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana (o 75 y 150 minutos de actividad intensa).
La mayoría de las personas tenemos la mejor de las herramientas para conseguirlo sin tener que pasar por la opción del gimnasio, al que probablemente no acudiremos con la frecuencia necesaria porque nos requiere dedicación y tiempo.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud, el 7 de abril, es importante recordar que no son necesarios muchos esfuerzos para llegar a lo que nos aconseja la OMS, ya que los niveles de actividad salutíferos se pueden conseguir fácilmente con un mayor uso de las escaleras. La comodidad es solo el primer paso a vencer.
Los cinco motivos para usar más las escaleras
Subir escaleras es una excelente manera de incluir unos minutos de actividad durante la jornada laboral, al regresar a casa o en un centro comercial. Además, son fáciles de usar, no requieren un equipo específico y los beneficios son excelentes en nuestra salud y el estado físico en general.
Un hábito que puede ayudarnos a reducir el sedentarismo, que en España afecta a un 36,4% de personas mayores de 15 años y que tienen un mayor riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas, entre otros problemas de salud. Algunos de los principales beneficios de los peldaños son:
Aumenta el gasto energético y ayuda a quemar calorías: un estudio demuestra que subir escaleras, considerada una actividad física de intensidad vigorosa, quema más calorías por minuto que trotar a un ritmo lento. La investigación señala que subir escaleras gasta siete veces más energía que coger el ascensor. Se pueden llegar a quemar de cinco a once calorías por minuto subiendo escaleras y se utiliza unas siete veces más de energía que en el ascensor. Subir dos pisos cada día equivale a perder 2,7 kilos de peso al año.
Mejora la capacidad pulmonar: dedicar 30 minutos a la semana a subir o bajar escaleras aumenta la capacidad cardiorrespiratoria, un marcador saludable importante que está relacionado con la longevidad, según una investigación de la Universidad de McMaster.
Mejora la salud cardíaca: como reconoce la Fundación Española del Corazón, un hábito fácil de agregar salud es cambiar el ascensor por las escaleras porque permite que el corazón se acelere, lo que ayuda a protegernos contra la presión arterial alta y reduce el riesgo de enfermedad cardíaca. Se calcula que subir escaleras durante siete minutos reduce un 38% el riesgo de sufrir un ataque de corazón. Debido a que se involucran más grupos musculares y tenemos que esforzarnos más que si estuviéramos en terreno plano, es un ejercicio cardiovascular eficaz y efectivo en el tiempo.
Fortalece los músculos: cuando subimos escaleras, usamos los músculos de las piernas, abdominales, espalda y brazos. Además, requiere el movimiento de articulaciones como las caderas y las rodillas, lo que ayuda a aumentar la flexibilidad. Aporta flexibilidad, movilidad y nos ayuda a reducir el riesgo de sufrir caídas. Al fortalecer los músculos y las articulaciones de las piernas, subir escaleras puede traducirse también en una mejor función de las actividades diarias.
Controla el azúcar en sangre: al subir y bajar escaleras, el músculo esquelético se mueve activamente y usa el azúcar como energía, de manera que los niveles de azúcar en sangre pueden llegar a ser más estables. Este hábito también puede reducir los niveles de colesterol en la sangre, lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Elegir las escaleras en lugar del ascensor no solo nos aporta salud y bienestar, sino que además nos permite ahorrar tiempo. Lo demuestra una investigación según la cual usar las escaleras en lugar del ascensor nos ayuda a ahorrar unos 15 minutos cada día.
¿Qué es mejor, subirlas o bajarlas?
Esta es quizás una de las preguntas que más nos hacemos cuando se trata de conocer los beneficios reales de usar las escaleras. Ambas alternativas son buenas porque se trabajan músculos distintos. Cuando subimos, activamos glúteos y cuádriceps; cuando bajamos, usamos sobre todo los cuádriceps cuya función es controlar la gravedad de nuestro cuerpo.
Podemos quemar calorías no solo al subir sino también al bajar las escaleras. Se estima que se gasta un promedio de 0,1 calorías por cada escalón que subimos (al menos una caloría por cada 10 escalones subidos) y 0,05 calorías por cada escalón descendido (una caloría por cada 20 escalones bajados).