Suárbol, el pueblo entre León y Lugo al que ninguna diputación acude a ayudar en la nevada

“El miércoles 13 comenzó a nevar en el noroeste peninsular, nada raro en esta época. Lo peculiar de esta nevada es el absoluto abandono por parte de la administración”, criticaba Inés Quiroga Saavedra en la página de Facebook de la Asociación Cultural de Suárbol Cuíña.

“Desde el pasado miércoles no ha ido un solo quitanieves... más de cuatro días aislados sin poder entrar ni salir de Suárbol. Eso si, la disputa sobre de la titularidad del puerto de Ancares continúa, pero la realidad es que ni la Diputacióndelugo ni la Diputaciondeleon se han preocupado del estado de las carreteras en este pequeño rincón de la montaña, que hoy más que nunca está en 'tierra de nadie”, aseguraba la vecina en su actualización en la que incluía unas fotos de una espectacular nevada en la localidad.

Suárbol es un pueblo de la comarca tradicional de Ancares perteneciente al municipio de Candín en la comarca de El Bierzo y es el último pueblo antes de la provincia de Lugo.

Las fotos que han colgado también en la página de Facebook del mismo pueblo indican la fuerte caída de nieve que ha sufrido en estos días.

Suárbol es otro más de los ejemplos de abandono y olvido que están sufriendo muchas localidades de la provincia de León durante este inesperado temporal de nieve en noviembre, con cortes eléctricos y teniendo que acudir la Unidad Militar de Emergencias (UME) a ayudar en Villablino.

La nevada ha sido tan intensa que sólo los aventureros, como Jesús Calleja, se han atrevido a circular por las zonas montañosas de León. El deportista extremo leonés advirtió, eso sí, que es peligroso para cualquiera que no esté familiarizado con la nieve en este vídeo.

Unas circunstancias que se pueden consultar en esta información realizada por ILEON.COM sobre todo lo ocurrido durante la nevada que hasta hizo suspender la tradicional Feria de Cecina de Chivo de Vegacervera.

Desamparo en Laciana y el norte del Bierzo

Por otra parte, los alcaldes de Toreno, Fabero, Páramo del Sil, Peranzanes y de Candín, Palacios del Sil y Villablino también denuncian el abandono sufrido y los apagones debido la caída de varios tendidos eléctricos debido a la falta de poda de los árboles que los rodean, lo que dejó sin luz a poblaciones de los tres primeros municipios y a todos los pueblos de los otros tres, según informa sobre ello Radio León.

“Con la caída de la luz, se cortaron también otros servicios, como el de telefonía, internet o televisión, lo que devolvió a esas poblaciones a situaciones que no se recordaban desde mediados del siglo XX”, apunta la emisora de la Cadena Ser. Desde Peranzanes, el alcalde, Vicente Díaz, enlaza esta situación con el discurso de la España vacía, ya que sus vecinos se sienten “en el fin del mundo, esto no pasa en Ponferrada o en Madrid”.

Los alcaldes de los municipios afectados anuncian reclamaciones contra las compañías eléctricas (Fenosa, Desil y La Prohída), lo que se sumaría a las de Iberdrola en la Montaña Central y Oriental leonesa. “Muchos vecinos presentarán denuncias por la pérdida de alimentos en los congeladores o por la obligación de cerrar algunos negocios”, apunta la Ser.

La UME, ya en su base de León

El V Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (BIEM V) ya se encuentra replegado en su base Conde de Gazola de la capital leonesa después de haber conseguido restablecer la viabilidad y los servicios esenciales en la comarca de Laciana (León), que resultó muy afectada por la nevada de los últimos días, y donde también se han restablecido los servicios esenciales de luz, agua y telefonía, según informó la UME esta mañana a través de su perfil de Twitter.

Más de un centenar de militares de la UME con medios y máquinas especializadas en la masa de nieve y una veintena de vehículos trabajaron en la jornada de ayer en esta comarca leonesa para auxiliar a varias localidades pertenecientes al municipio de Villablino afectadas por el temporal.

Los miembros del V Batallón de intervención en Emergencias se encargaron de la limpieza de calles en el interior de las poblaciones, ya que las recientes nevadas acumularon grandes espesores de nieve, superiores en algunos casos al medio metro de altura, lo que impedía el normal desarrollo de las actividades.