El PSOE ve un “saqueo” a los fondos mineros los 22 millones a la planta de biomasa de León y la Junta lo defiende
El PSOE provincial de León ha cargado duramente contra la decisión de la Junta de Castilla y León, desvelada por ILEÓN, de destinar 22,6 millones de euros del Fondo de Transición Justa, un instrumento europeo diseñado para reparar el impacto del cierre de las minas, a la construcción de la red de calor de León, un proyecto valorado en 85 millones y que acumula fuerte contestación vecinal en barrios como Puente Castro y La Lastra.
“El 11,5% de los fondos europeos para toda la provincia se gastarán en una macroplanta que nada tiene que ver con la reindustrialización justa de nuestras comarcas mineras”, censura el líder provincial socialista, recientemente muy crítico con esta infraestructura, en contraposición con el alcalde socialista de León capital, José Antonio Diez, muy favorable.
Cendón recuerda que en otras provincias se emplean para estas redes de calor recursos del Feder, también europeos, pero al extraerlos aquí de fondos del carbón “se condena a León a perder oportunidades únicas”. Por eso, tilda de “saqueo” esta maniobra, así como de “expolio a unas zonas muy necesitadas”.
El dirigente socialista ha acusado a Alfonso Fernández Mañueco y a su consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, de “negligencia, opacidad y desprecio absoluto”, además de “actuar de espaldas al territorio, con improvisación y absoluta falta de transparencia”. “¿Con qué cara van a pisar Mañueco y Quiñones una comarca minera? ¿Cómo piensan explicar a los municipios que sufrieron el cierre de las térmicas que sus fondos se desvían a un proyecto impuesto y rechazado?”, se pregunta el líder leonés.
Cendón ha recordado que Quiñones es el responsable político de la empresa pública Somacyl, que impulsa la macroplanta y la red de calor, entidad pública “que actúa como una caja negra al servicio de los intereses del Partido Popular”, censura, en el sentido de que “se ha convertido en un ejemplo de opacidad institucional, un organismo utilizado como instrumento partidista y alejado de su función pública”. “El problema de Quiñones es que actúa como si él mismo fuera la Administración, se cree por encima de la Ley, del Parlamento y de la ciudadanía”, una “arrogancia política”, dice, “está lastrando a León y sus comarcas.
En las antípodas de esta crítica interpretación, el Gobierno de la Junta de Castilla y León, en solitario formado por el Partido Popular, suma argumentos a favor no sólo de la instalación de la macroplanta en sí y de la red de calor, sino de que gran parte de la financiación salga del Fondo para la Transición Justa de las antiguas cuencas mineras.
Argumentos a favor
El argumento fue planteado por el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, quien argumentó que la ubicación de este proyecto responde a la necesidad de equilibrar dos factores: la cercanía de la extracción de la biomasa, que genera empleo en las zonas forestales de montaña, y por ende cuencas mineras, y la existencia de una “masa crítica” de población suficiente para consumir esa energía de forma eficiente y generar riqueza.
En su intervención, el portavoz explicó que la biomasa es un recurso inviable teniendo en cuenta su transporte a largas distancias. Por ello, insistió en que es necesario encontrar un punto de consumo próximo que garantice la viabilidad económica de los proyectos y, según él, León capital cumple con ese criterio.
El dirigente autonómico subrayó que el empleo fundamental de toda la cadena de valor de la biomasa no está en la ciudad de destino, sino en las áreas rurales donde se localizan los bosques y se desarrolla la actividad extractiva. “El principal beneficiario en términos de empleo es la cuenca minera”, aseguró.
Finalmente, Carriedo recordó que Castilla y León recibirá cerca de 197 millones de euros de los fondos europeos de transición justa, a los que se sumará una aportación autonómica del 30%, lo que eleva la inversión total a unos 300 millones de euros. Pese a considerar escasa la asignación respecto a otros países europeos, señaló que este tipo de proyectos cumplen con la finalidad de los fondos: apoyar a los territorios mineros en su reconversión. Concluyó que la red de calor de León beneficia tanto a la ciudad, con menores costes y emisiones, como a las cuencas mineras, donde se concentra el empleo derivado de la explotación forestal.