'El País Leonés (dentro de la España vaciada) como colonia energética'
Una ruta en bicicleta el pasado viernes, con inicio y fin en Villafranca, en la que recorrí lugares como Trabadelo, Balboa, O Portelo, Pedrafita do Cebreiro, Vega de Valcarce o Barjas, me sirvió para conocer y comprender la fuerte oposición de vecinos y vecinas a la construcción de parques eólicos en esta zona. Mientras pedaleaba y ganaba altura, iba pensando en el reportaje que Objetivo Bierzo dedicó a los proyectos eólicos que se pretenden asentar en el paraíso natural que estaba observando. Lo primero que me llamó la atención de ese vídeo fue que dos empresas de capital extranjero, una italiana (Enel Green Power) y una noruega (Statkraft), son las interesadas en la construcción de estos mega parques. Uno de los principios de la Transición Ecológica Justa es que los beneficios recaigan en las zonas afectadas, pero aquí vemos que ninguna de las dos empresas cotiza en España.
Una vez finalizada la ruta recorriendo unos lugares realmente incomparables, hablé largo y tendido con Eduardo Silva, uno de los portavoces de la asociación Rural Sostenible, una asociación que surgió hace tres meses con una primera reunión en San Fiz do Seo. Eduardo, preguntado sobre la repercusión real de trabajo en la zona me afirmó qué “un representante de Endesa dijo ante la prensa que habría unos 1.000 puestos de trabajo durante 18 meses, es decir, hasta el final de las obras, luego, el vacío, solo alguno de mantenimiento. Lo preocupante es que en la siguiente entrevista esos 1.000 ya solo serían unos 500”. Silva me explicó ilusionado que un villafranquino, Óscar Cela, está desarrollando un proyecto en Vega de Valcarce sobre autoconsumo energético y que cuenta con el apoyo de la UNED, entre otros. “Ese proyecto sí generaría puestos de trabajo en la zona y no haría falta destrozar todo este entorno natural. Al contrario que los mega molinos, que ni si quiera serían construidos en el Bierzo”, matiza Eduardo.
Otros de los puntos en los que se índice en Rural Sostenible es que según la potencia generada por cada molino, con 8 de los 44 que se plantean construir, se abastecería de energía a toda la comarca del Bierzo, por lo que tienen claro que este proyecto no es para beneficio de la zona si no para el interés de estas grandes empresas.
Preguntado por los integrantes de Rural Sostenible, me indicó que todos eran de la zona y que le ilusionaba especialmente la implicación de la gente joven. “En un concejo que tuvo lugar en Pradela, dos chicas jóvenes del pueblo le indicaron a los representantes de la empresa que los acuíferos que alimentan actualmente el depósito de agua del pueblo y el depósito mismo se verían afectados completamente. La sorpresa es que los intermediarios ni si quieran conocían este dato. Tenemos claro que no tienen ni estudio de impacto ambiental ni de impacto geológico”. Otro de los puntos que se denuncia desde la asociación es la ausencia del estudio de impacto cultural, ya que el conocido como Camino Francés a Santiago, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, atraviesa de lleno esta parte del Bierzo. Otros puntos afectados por las líneas de evacuación son Castro Ventosa, conocido por sus fundadores ástures como Bergidum y cuyo nombre se trasladó al topónimo de toda la comarca; la Peña do Seo, de incalculable valor ambiental, arqueológico e histórico y Os Cáscaros, una explotación aurífera que cuenta con unos canales navegables y que se están poniendo en valor. Pero quizá lo más grave sea el impacto que estos parques puedan suponer sobre la joya de la corona de esta zona, el hayedo de Busmayor, el más occidental de Europa y que se vería rodeado por estos molinos de 200 metros de altura y sobre todo por los caminos de 6 metros de ancho (y de 50 metros en las curvas) necesarios para trasladarlos hasta su ubicación.
El café con Eduardo terminó de una forma optimista, indicando que el 80% de la población de los ayuntamientos de Barjas, Trabadelo, Vega de Valcarce y Corullón ya se ha posicionado en contra, así como el Consejo Comarcal del Bierzo y la D.O. Bierzo. “Ahora solo queda esperar a que den respuesta a las alegaciones que hemos enviado y a vernos en el contencioso”.
Lo más lamentable es que siempre es el País Leonés el que tiene que sacrificarse por el bien común. Lo fue León con los pantanos y las minas a cielo abierto, lo fue Zamora con los embalses y lo es Salamanca con la mina de Uranio. El pasado mes de abril un buen amigo cepedano nos explicaba que el boom de los parques eólicos tiene pinta de ser una nueva burbuja, como lo fue a mediados del siglo XIX el ferrocarril. Lo cierto es que basta con saber quién está detrás tanto de los parques eólicos como de los solares para entender que poco o nada tiene que ver con el cuidado del medio ambiente. Como ejemplo tenemos la propuesta de la macro planta solar en Benavides de Órbigo y Turcia por parte de ACS, empresa de Florentino Pérez, el mismo que literalmente robó un río en Guatemala para sus intereses económicos.
En un artículo reciente, el siempre acertado Antonio Turiel indicaba que “se ha esperado demasiado, y el modelo centralista de consumo de la energía renovable no solo no es funcional, sino que ya no es posible. Hay que ir a un modelo de transición diferente, uno basado en el aprovechamiento local de la energía”. Es decir, tal y como propone Óscar Cela en Vega de Valcarce. Tenemos la solución, luchemos contra este capitalismo salvaje.