El 10% de los urogallos cantábricos habita áreas desprotegidas

David Gorgojo

El proyecto Life+ ha creado una nueva web -www.lifeurogallo.es- con la que pretende concienciar a la opinión pública de la necesidad que tiene el urogallo de la ayuda humana para poder sobrevivir, tal y como están las cosas. El proyecto se inició el 1 de octubre de 2010 con cuatro años de periodo de vigencia -hasta el 30 de septiembre de 2014-. El presupuesto con el que cuenta es proyecto, es de más de 7 millones de euros, repartidos los gastos entre la Unión Europea y la Administraciones Públicas al 50%.

Bajo la denominación “acciones urgentes para la conservación del urogallo cantábrico (tetrao urogallus cantabricus) y su hábitat en la Cordillera Cantábrica”, el proyecto pretende “frenar el declive de esta subespecie endémica de la Península Ibérica”. En las últimas décadas el urogallo cantábrico ha perdido, más de la mitad de su población. Según Manuel Antonio González González, de la Universidad de León y especializado en Biología de la conservación, la población del urogallo cantábrico se estima que está entre los 400 y los 500 ejemplares adultos.

Este proyecto Life+ está coordinado por la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino. En el proyecto están involucradas todas las comunidades autónomas en las que el urogallo tiene su hábitat -Junta de Castilla y León; y Gobierno del Principado de Asturias- o lo tuvo -Gobierno de Cantabria y Xunta de Galicia-.

El proyecto actúa sobre 16 espacios LIC -Lugar de Importancia Comunitaria- y Zepa -Zonas Especiales de Protección para las Aves- de la Cordillera Cantábrica, que abarca casi la totalidad del área de distribución de la especie. Según Manuel Antonio González, “aproximadamente el 10% de la población cantábrica se encuentra fuera de la zona de actuación del Life+, en El Bierzo Alto, Omaña Baja y Cepeda”. Esto se debe a que el proyecto Life+ solamente actúa en zonas protegidas previamente, es decir, en zonas incluidas, por ejemplo, en la Red Natura 2000. Ninguna de estas tres zonas de la montaña leonesa han sido incluidas previamente bajo figura alguna de protección.

Para el proyectoLife+ el urogallo cantábrico sufre múltiples amenazas, entre las que se encuentran: la pérdida de calidad de hábitat; fragmentación de la población y aislamiento de ejemplares; alta tasa de predación; causa de mortalidad no natural; o la pérdida de usos tradicionales y vinculación con el territorio. Sin embargo, Manuel Antonio González, considera que “con la información científica disponible en la actualidad solo la fragmentación del hábitat está realmente relacionada con el declive del urogallo y por tanto, la única medida de conservación realmente eficaz para el urogallo cantábrico sería la protección eficaz de todos los lugares donde habita”.

Con diferentes medidas, el proyecto Life+ pretende “detener el declive poblacional de la especie; convertir al urogallo en especie clave de la gestión de Zepa en la Cordillera Cantábrica; aumentar los conocimientos científicos sobre la especie; o establecer métodos para reducir la presión de predación y la competencia”. Para Manuel Antonio González “el dinero empleado tanto en la cría en cautividad (conservación ex situ) como en las actuaciones de mejora y gestión del hábitat (Conservación in situ) debería emplearse en proteger de manera real y efectiva todos los lugares donde el urogallo sobrevive de forma natural”, además, asegura el investigador “centrarse única y exclusivamente en las conservación de una especie concreta puede ser más costoso económicamente y menos eficaz que la conservación global de los ecosistemas”.