Una y no más. Eso es en resumidas cuentas lo que garantiza el director general de la unión de temporal (UTE) Mundiplan, Guillermo González Vallina, a iLeon.com tras publicar este medio las propuestas de avenencia que ha planteado a los cientos de afectados jubilados, varios de ellos leoneses, para evitar una cascada de denuncias de carácter judicial por lo que ellos consideran graves incumplimientos de las condiciones contratadas en los viajes del Imserso que tantos problemas acarrearon en su última edición.
González Vallina, en contacto con este medio, aseguró que a partir de ahora “todo saldrá bien”, entre otras cosas porque la situación se ha normalizado tras este año de experiencia, en el que se pagó cara la precipitación en poner en marcha el programa de viajes a la tercera edad. Una precipitación de la que da buena cuenta, estima el director general de la compañía, que los primeros viajes de la anterior temporada tuvieron que arrancar casi en diciembre y “al último viajero le hemos atendido en julio”, mientras que el calendario para este ejercicio pasa por que “podamos vender desde el mes de septiembre y comenzar a operar a mediados de octubre”.
González aseguró que “lamentamos muchísimo” los problemas causados, por los que el departamento de Calidad ha ido contestando a todos los que interpusieron quejas formales, como ocurrió con varios afectados leoneses, y aseguró que ofrecerles “lo que marca la Ley, ni más ni menos” indica que “queremos resolver las incidencias de la mejor manera posible” y que se minimicen al máximo a partir de ahora. Resaltó, eso sí, que la empresa ha aplicado ahora lo que considera más oportuno: “Dar la cara”. Y una muestra es la llamada realizada a la redacción de iLeon.com.
“Esperamos que ahora el Imserso y Mundiplan miremos hacia delante”, resumió al preguntarle este medio si temía la compañía la rescisión del contrato a esta UTE formada por Iberia, IAG7, Alsa y Gowaii, rescisión con la que amenaza en el expediente abierto por las quejas de este año, abierto tras decidir una primera sanción a la compañía de 1,9 millones de euros. Una rescisión que sería una decisión extrema y que personalmente él cree que “el Imserso no puede hacerlo”.