“Hay que darles continuidad, y descanso, a los hombres” contaba con una sonrisa María, una de las mujeres que armadas con sus camisetas negras pelean por la supervivencia del carbón. En esta ocasión la cita era la plaza de Botines para arropar con una sentada a los mineros que continúan encerrados en la sede de la institución provincial.
Como siempre mucho ruido con pitidos que salían de las bocinas y los silbatos con que iban “armadas” las mujeres, hermanas, madres e hijas de los mineros. No faltó incluso una traca para que el sonido inconfundible de las protestas mineras se oyera en toda la plaza y calles adyacentes.
En la protesta se hicieron patentes los gritos contra Soria, reclamando su dimisión, y contra Isabel Carrasco, a la que pedían que se pusiera un casco para defender este sector vital para la economía de la provincia de León.
Las mujeres de los mineros han solicitado un permiso para otra concentración frente a la subdelegación del Gobierno en León para protestar por lo que consideran que han sido actuaciones policiales excesivas, aunque de momento no han obtenido respuesta. Sin descartar seguir con las acciones durante estos días ya están mirando la organización para unirse en Madrid a la Marcha Negra y hacer llegar al ministro Soria y al Gobierno su descontento con sus decisiones.