En algún momento entre el sábado 4 y la noche de ayer martes día 7 de diciembre alguien salió de la administración de lotería y estanco La Catedral, en León capital, con un boleto sellado del sorteo de Euromillones que poco después ha valido la friolera de 143.469.842 euros.
Le tiembla aún la voz de emoción, y también por su enorme sonrisa, a Conchi Puente, la titular del despacho receptor número 45.650 de Loterías, más conocido por Estanco La Catedral, ya que aunque situado en la calle San Pedro, en realidad la referencia visual es el impresionante templo leonés a cuya sombra se cobija hace años este establecimiento que también es estanco.
Por eso, porque se sitúa a las puertas de dos barrios populosos y conocidos como El Ejido y el Barrio Húmedo, y porque atrae también el paso de mucho turismo, un día después de la “gran noticia” aún no tienen indicio alguno de quién, o quiénes, ha podido convertirse en millonario de la noche a la mañana gracias al pleno acierto de los números 22, 31, 38, 46, 47 y las estrellas 7 y 11.
Sí sabe Conchi, su marido y su hija, que hoy festivo han abierto sus puertas entre gran curiosidad de sus clientes más habituales, que son los felices repartidores del segundo premio más alto jamás obtenido en España. Hay que remontarse a 2017 en Las Palmas de Gran Canaria para encontrar un premio superior, entonces de 190 millones.
De ahí que estén “sorprendidos, alucinados y contentos”. Porque ya fue un revuelo cuando “hace dos años dimos un poco del quinto premio de la Lotería de Navidad y aunque fue poca cosa ya tuvimos muchísima repercusión, nos llamaron de la Ser y todo”. Pero los casi 143,5 millones de hoy lo superan todo.
Es lógico que sea la comidilla ya no sólo de los barrios próximos sino de toda la capital leonesa. Lo era desde primera hora en el corrillo que bajo algunos copos de nieve y un viento helador formaban los transeúntes que hacen uso del servicio de cama y comida del Hogar Municipal y de la Asociación Leonesa de Caridad, situados a escasos metros de la administración.
Esos nervios hicieron que “ayer (por el martes) cuando estábamos en casa ya nos llamaron que corría el rumor de que había tocado aquí, pero no hicimos caso... y después ya nos lo confirmaron de la Delegación” de Loterías y Apuestas de León. Y aún así, les costaba asimilar una cifra y una alegría tan inmensas.
Una alegría y una millonada que, dada su ubicación, puede haberse quedado cerca como puede haber viajado a la residencia de algún turista, porque “este fin de semana” de puente festivo “ha habido mucha gente... y no tenemos ninguna pista” de quién pueda ser la persona agraciada. Tampoco si se ha tratado de una apuesta automática, unos números fijos, múltiple, una peña... Nada.
Asumen que resulta prácticamente imposible poner rostro al nuevo millonario o millonaria “a no ser que se dé a conocer y a lo mejor ocurre que no lo sabremos nunca”. Quién sabe si, incluso, ocurre como cuando en 2012 el sorteo de Euromillones dejó en Gran Bretaña un premio de 63,8 millones de libras que jamás fue reclamado, el caso de mayor cuantía que se recuerda.