Los mineros continúan caminando por la provincia de Soria. A pesar del cansancio, a mayor número de kilómetros, mayor entusiasmo. Las fuerzas no decaen y los trabajadores del carbón agradecen el ligero descenso de las temperaturas. “El ritmo es más lento que ayer, pero perfecto para caminar”, refleja Sergio Pérez Cruz en su twitter.
A las 7.00 horas de este jueves la Marcha Negra desayunaba en el pabellón de la localidad soriana de Arévalo, para despedirse de los vecinos que “tan bien les han recibido”. Después de reponer fuerzas, los mineros ponían rumbo a Sanchidrián.
24'6 kilómetros de distancia entre ambos municipios, que han recorrido con algún pequeño descanso en el camino, como por ejemplo en el kilómetro 9, y en Adanero, para descansar. “Se nos ha hecho corta la etapa”, han asegurado.
Los mineros han discurrido por los túneles de Guadarrama, en vez de por el puerto, como habían previsto en un principio. Además, se han visto obligados a abandonar la autovía porque “no había dinero para pagar los peajes de todos”.
Cada vez más cerca de Madrid y con una calurosa bienvenida a la entrada de Sanchidrián, la única localidad que se ha negado a ceder instalaciones ni apoya económicamente a la Marcha Negra es Aravaca.