Con el cielo azul y la primavera brotando en los campos, la Virgen del Castro salía este sábado al mediodía del santuario de Castrotierra de la Valduerna entre cantos y emociones, después de la celebración de la misa. La Virgen del Rosario la ha acompañado hasta la entrada de la carretera que va hacia Astorga, donde los procuradores de la tierra recibieron la encomienda de organizar el pregrinaje de los cerca de 20 kilómetros.
Abriendo el recorrido estaban pendones de la Valduerna, Maragatería, La Sequeda, la Vega del Tuerto, el Órbigo o La Cepeda, en una tradición ancestral que se repite desde hace siglos siempre que la sequía se cierne sobre los campos de cultivo, y que en esta ocasión se suma el agradecimiento a la Virgen por que ha quedado atrás los difíciles momentos de la pandemia de covid.
Cruces y pendones, cantos y rezos son las señas del cortejo que acompañaba a la Virgen del Castro en la entrada en Astorga, donde fue recibida por la Corporación Municipal, el obispo y el Cabildo Catedralicio. El prelado Jesús Fernández fue el encargado de firmar el acta de entrega de la imagen, un acto del que dieron fe los procuradores de la tierra.
La llegada a la capital de la diócesis ha sido multitudinaria, miles de personas enfilaron la calle Corredera Baja camino de la Puerta del Sol donde la réplica de la Madre peregrina, colocada en la hornacina de la iglesia de los Padres Redentoristas, la esperaba para darle la bienvenida, allí se hizo un alto en el camino para cantar la salve antes de enfilar el último tramo hasta la Catedral.
Una vez más se ha cumplido con la tradición de hace siglos de sacar en rogativa a la Virgen del Castro para pedir agua para los campos de cultivo. Así lo pidieron a los 10 procuradores de la tierra. Nuestra Señora de la Lluvia regresará a Castrotierra el día 15 de mayo, día de San Isidro Labrador.
Fotografías de Eloy Rubio / Jesús GG