Con las maletas de León... a Ohio

Marta Cuervo

¿Cómo acaba un joven leonés diseñando los procesos de fabricación para Danone? “Tras valorar el gran paso de empezar a trabajar sin haber terminado aún de estudiar, decidí que ante la compleja situación laboral de España no podía dejar escapar tan buena oportunidad laboral”. Y así, Juan, con una oferta que le llevaría al otro lado del charco, comenzó a trabajar en octubre de 2013 en GEA Process Engineering, una de las divisiones en España del grupo GEA que tiene varios segmentos. “Yo estoy en el de proceso, que se encarga un poco de integrar a todos los demás y llevar a cabo proyectos tangibles en diferentes industrias”, explica con naturalidad el licenciado en Ingeniería Técnica Industrial, y a punto de terminar sus estudios superiores.

En el proyecto de EEUU en Minster, Ohio, Juan lleva trabajando desde marzo. “Lo habitual en la empresa es volver a España cada 2 meses o así, aunque varía mucho en función de las necesidades del proyecto. Con mi vuelta a EEUU el 20 de agosto es mi 4º viaje aquí”, añade. En este proyecto, está trabajando para Dannon -Danone en España-. “Nosotros somos los que diseñamos gran parte de los procesos para la fabricación de yogur, sobretodo el yogur griego oikos, y suministramos los equipos y la supervisión del montaje, así como la automatización de todo ello que lo llevan a cabo los del equipo automático. Yo estoy en el mecánico”, apunta Juan orgulloso de su trabajo.

Juan actualmente está terminando unas asignaturas que le quedan para acabar el nuevo máster de Ingeniería Industrial. Pero fue seleccionado antes, incluso, de finalizar sus estudios, a través de la Universidad. “A pesar de que es cierto que la ingeniera industrial es de las profesiones con mayor empleabilidad de hoy en día, me considero muy afortunado de haber podido encontrar un trabajo relacionado plenamente con mi carrera”, confiesa.

GEA Group (GEA Process Engineering Spain) tiene sede en muchos países, la de España está en Madrid, y es a la que Juan pertenece como empleado. Pero, ¿en qué consiste concretamente su trabajo?

“En nuestra empresa nos dedicamos a hacer posible numerosos procesos de las industrias alimentarias (cervecera, láctea, de bebidas) química y farmacéutica entre otras. En particular en los procesos que implican tratamiento de líquidos. Mi trabajo como Project Engineer dentro del departamento mecánico abarca desde el diseño del proceso y cálculo de los equipos hasta la supervisión de su montaje y puesta en marcha”, declara Juan.

De momento, el ingeniero industrial leonés ha tenido la oportunidad de trabajar en Estados Unidos. “Actualmente estamos terminando el que sería mi segundo proyecto aquí. No puedo comparar con otros sitios, pero sí es cierto que, a pesar de que se trabaja mucho, llevo una vida cómoda y estoy aprendiendo más que en cualquier otro sitio”.

Diferencias entre la vida laboral estadounidense y la española

Juan comiendo con sus compañeros en Minster.

Aunque Juan recuerda que, de momento, no cuenta con mucha experiencia laboral, no hay tanta diferencia entre trabajar en EEUU o en España. “En ambos países se trabaja en un entorno muy exigente con buenos profesionales y con unos estándares de calidad elevados. Uno de los aspectos más duros a la hora de enfrentarse a la vida laboral estadounidense es el idioma, pues no siempre te puedes comunicar de la misma manera y con la misma facilidad que en España, aunque poco a poco también se mejora en este aspecto”.

Para Juan lo más importante de trabajar en una empresa internacional es la gran experiencia que se adquiere al conocer la manera en que se trabaja en múltiples países y las oportunidades de mejora que eso supone. “Además, esto implica la posibilidad de conocer muchas culturas, idiomas y personas que de otra manera no resultaría posible. Sin duda creo que trabajar en una empresa internacional son todo ventajas, los jóvenes tenemos que intentar conocer todo lo que podamos antes de que nos entren ganas de asentarnos y volver a casa”.

¿Cómo vive un chico de León en Ohio?

Juan mantiene los pies en la tierra y se esfuerza por ser el mejor en lo suyo, pero no todo se reduce a trabajo en Ohio... ¿O sí? “Ohio, por desgracia, no es de los Estados más divertidos de Estados Unidos... Mis compañeros de trabajo y yo vivimos en un pequeño pueblo no muy lejos de la fábrica en el que no hay muchas posibilidades de ocio. Entre semana no tenemos demasiado tiempo libre para hacer cosas, pues trabajamos hasta tarde. Cuando llegamos a casa hacemos algo de deporte –hemos montado un gimnasio en uno de los garajes- y luego descansamos para recuperar fuerzas para el día siguiente. También solemos salir a cenar a cualquier sitio, aunque aquí es difícil encontrar restaurantes que no sean de hamburguesas. Bueno, y en verano las barbacoas que no falten”, relata Juan sin perder la sonrisa. “Pero los fines de semana si no tenemos que trabajar aprovechamos para meternos en el coche y viajar a cualquier sitio. Hemos ido a Chicago, a Indianapolis a ver las 500 millas, a Toronto (que está a nueve horas), y muchos otros sitios. Creo que ya no nos quedan muchos por visitar que estén a mano”.

Lo peor: inviernos a -30º y no poder comer cecina. Lo mejor: la interculturalidad y las experiencias laborales ofrecidas

El ambiente entre todos los compañeros, inmejorable según Juan: “No nos aburrimos para nada. Lo peor de todo es el invierno con temperaturas de hasta -30ºC, y no poder comer ni jamón, ni cecina de León, ni morcilla matachana no lo hace mucho más llevadero”, bromea nostálgico de su tierra.

Juan, de momento, no conoce su próximo destino. “Las cosas aquí cambian en cuestión de días, por lo que siempre hay que estar preparado para volver a empezar y cambiar radicalmente”.

En un futuro le gustaría volver a León, pero por el momento no se lo plantea. “Quiero aprovechar unos cuantos años para viajar y vivir en el extranjero todo lo que pueda. Considero que es el mejor momento para hacerlo y me parece una experiencia muy positiva. Es más, recomiendo a todo el mundo que se vaya fuera, más aun sabiendo cómo están las cosas en España. Aunque ahora no haya trabajo no hay que verlo como una catástrofe, si no como una oportunidad para irse y aprender”.

“Sin embargo, en un futuro espero asentarme en España; en León si fuese posible. Aunque hay países en los que se tiene que vivir muy bien yo me quedo con España sin duda”, añade.

Juan se despide confesando su meta: “No dejar de aprender y progresar nunca. Esté donde esté y haga lo que haga”.