¿Cuál sería el presupuesto de una Autonomía del Reino de León? ¿Recibiría menos que en la actual comunidad autónoma con Castilla? ¿En Valladolid se reparte justamente el presupuesto anual? ¿Sería una ruina por ser un territorio pobre y despoblado? ¿O recibiría más precisamente por eso al recibir fondos europeos de cohesión? El conocer cuál sería el presupuesto del País Leonés es la gran pregunta que se han hecho muchos, pero que nadie se ha atrevido a calcular.
La cuestión es muy difícil de responder, puesto que la perfecta comprensión de los números de los presupuestos de un ente administrativo del tamaño de la Junta de Castilla y León es complicadísima y ya se encargan los políticos de que sea lo más opaca posible.
Sin embargo, siempre cabe la posibilidad de hacer comparativas que darían con una cifra cercana, no exacta pero sí más o menos precisa con las comunidades autónomas similares tanto en población como en número de provincias. De esta manera, hay que definir que la Autonomía de la Región Leonesa tendría un millón de habitantes (en realidad menos, 970.000) y se compondría con las tres provincias de León, Zamora y Salamanca.
En España hay tres autonomías con tres provincias: Aragón, Valencia y Euskadi. La primera tiene 1.300.000 habitantes y es similar en abandono poblacional a la leonesa. La segunda tiene casi cinco millones y las tres diputaciones forales vascas tienen concierto económico con el Estado, por lo que no son comparables.
Con un millón de habitantes estarían la uniprovincial Asturias (1.026.000 en 2018) y Extremadura (1.070.000) con dos provincias. Murcia tendría 1.470.000 habitantes. Además, también se observa el presupuesto de Cantabria, La Rioja como comunidades uniprovinciales comparables a la provincia de León y se descarta Navarra por el concierto económico foral y Madrid por sus ocho millones de habitantes.
Comparativa por presupuestos y población de 2018
La cuestión inicial, antes de efectuar la comparativa con las comunidades autónomas elegidas, es saber de cuánto dinero disponía la actual comunidad autónoma que agrupa a seis provincias de la región castellana vieja y a las tres de la Región Leonesa en los últimos presupuestos aprobados en 2018.
La cuenta es de 10.859 millones de euros, de los cuales la propia Junta calculó un gasto provincializado de 2.497 millones para las tres provincias leonesas: repartidos en 1.114 para León, 892 para Salamanca y 491 para Zamora. Las demás provincias castellanas recibieron 3.605 millones de euros provincializados. La Región Leonesa recibió el 40% de ese concepto, un criterio estrictamente poblacional ya que es exactamente ese porcentaje de la población de la autonomía: 2.419.000 personas.
Así, Asturias y Extremadura, con prácticamente la misma población, tuvieron en 2018 unos 4.254 millones la primera y 5.797 la segunda. Aragón dispuso de 6.126 millones de euros y hasta Cantabria (con casi la mitad, 561.000 habitantes) superó esa cantidad, con 2.850 millones de euros. Murcia, con un 50% más de población que la Región Leonesa, tuvo unas cuentas autonómicas de 4.469 millones ese año.
El 'truco' de los gastos no provincializados
Una vez establecida esa comparativa inicial, hay que tener en cuenta que la Junta de Castilla y León no 'provincializa' 4.754 millones de euros. O sea, que no imputa a ninguna provincia el 43,7% de sus cuentas anuales; las últimas aprobadas por las Cortes autonómicas, que son son las de 2018.
¿Cómo interpretar esto? De bastantes formas, pero parece claro que influye mucho en la pujanza de la provincia en la que está situada la sede de la Junta: Valladolid. Ese gasto general es inimputable a las provincias por varias razones, como por ejemplo el reparto de ayudas industriales o a emprendedores, que puede variar dependiendo de las solicitudes; aunque el mayor cogollo industrial y administrativo se concentre en la provincia central de la comunidad autónoma.
En todo caso, el 40% de los 10.859 millones del total presupuestado, que es lo que le correspondería a la Región Leonesa por población, —uno de los criterios de financiación autonómica estatal, por otra parte— serían 4.343 millones de euros.
La Junta gestiona al año desde Valladolid 4.754 millones de euros como gasto no provincializado, más que los presupuestos autonómicos de Asturias y Murcia
Esta cifra sólo supondría una capacidad de gestión directa de más de 1.846 millones, 615 por cada una de las tres provincias. Si se divide 'grosso modo' el gasto general no provincializado de la Junta entre las nueve provincias, viene a ser 500 por cada una de ellas (con un plus por gestión a Valladolid), con lo que el País Leonés recibiría 1.500 más llegando casi a cuatro mil millones.
Ahora bien, el 'truco' está en cómo se computan esos 4.754 millones de gasto presupuestario gestionado desde Valladolid. Y es difícil de suponer que se repartan con equidad entre las nueve provincias y más fácil interpretar que gran parte de esos gastos generales recaen en la provincia que más acapara instituciones autonómicas.
En todo caso, con una autonomía de la Región Leonesa se pasaría a gestionar casi el doble de dinero para repartir entre tres provincias. Entre 4.000 y 4.324 millones respecto a los 2.497 que Valladolid reconoce provincializados.
León Solo
También hay que tener en cuenta, aunque no sea la opción políticamente más 'correcta' ahora mismo, la posibilidad de que la provincia de León se convirtiera en autonomía uniprovincial.
En este caso, el rango de dinero que 'recibe' desde Valladolid se puede calcular con la base de los 1.114 millones provincializados y entre los 350 y 900 millones más, dependiendo del 'reparto' del gasto general autonómico en mínimos —por costes de mantenimiento y servicios, que podrían alcanzar los 500 millones si se dividiera entre las nueve provincias— y 900 dividiéndolo por población (19%).
Así, una hipotética comunidad uniprovincial de la provincia de León tendría entre 1.460 y 2.000 millones de euros de presupuesto para 460.001 habitantes. El de La Rioja en 2018 fue de 1.533 millones para 315.000 habitantes y el de Cantabria 2.850 para 561.000 habitantes.
Haciendo la cuenta con los 4.866,66 euros por habitante del presupuesto riojano, un León Solo tendría 2.238 millones de euros presupuestados; y con los 4.905,33 de Cantabria alcanzaría los 2.256. Aunque habría un matiz que añadir: al desaparecer la Diputación de León (porque se convertiría en el órgano autonómico) habría que ver qué ocurriría con sus 135 millones de presupuesto. Aún restándolos (que estaría por ver), las cuentas saldrían a 2.100 millones.
Esto es, gestionaría un presupuesto de más del doble de lo consignado directamente por la Junta en 2018 a la provincia.
Mil millones más al año con fondos europeos
A todo ésto aún habría que añadir más dinero a la Autonomía del Reino de León. Porque la crisis poblacional, de envejecimento y de renta es más que notable por decirlo suavemente.
Para acceder a los fondos estructurales Objetivo 1, es necesario tener un PIB per cápita de un 75% inferior a la media europea. Pues bien, en 2017 las tres provincias leonesas lo tenían en 20.321 euros, un 61,8% de los 32.850 de la media de la UE.
Por tanto entraría al menos en la misma 'división' de Extremadura, que, recordemos, en 2018 disponía de un presupuesto de 5.797 millones de euros para cien mil habitantes más que el País Leonés. Entre 1.800 y 1.500 millones más que lo calculado anteriormente para la autonomía leonesa.
Aragon, que también es una comunidad autónoma en la que la despoblación y el envejecimiento golpea tan duramente como en las tres provincias leonesas —y que también es un elemento susceptible de recibir ayudas europeas al desarrollo—, dispuso de 6.162 millones de euros; pero hay que tener en cuenta que tiene casi 350.000 habitantes más que el Reino de León.
Las cifras, siempre en comparativa con la realidad presupuestaria circundante de similares autonomías, vendrían a indicar que, con estos fondos de compensación territorial europeos, una autonomía triprovincial leonesa se encontraría con un presupuesto de entre 5.000 y 5.500 millones de euros. Más de mil millones que el 40% del presupuesto autonómico birregional actual. Añadiendo el matiz, esta vez a la contraria, de que se sumarían los presupuestos de las tres diputaciones provinciales (ya que no desaparecerían) para políticas intrínsecas de cada provincia. Unos 311 millones al año: 136 de León, 112 de Salamanca y 63 de Zamora.
De hecho, hasta la nueva comunidad castellana por separado recibiría más dinero que junto a la Región Leonesa; ya que en su nueva configuración tendría 1,4 millones de habitantes; pero al ser seis provincias aumentaría su asignación estatal por dispersión geográfica.
Una comunidad autónoma del Reino de León tendría entre 5.000 y 5.500 millones de euros, más de mil millones más que el reparto en bruto del 40% del presupuesto de la autonomía actual
De los 6.181 millones que le quedarían tras el reparto poblacional (más o menos lo mismo que Aragón con tres demarcaciones) podría aumentar a los siete mil.
Hay que tener en cuenta que las cinco provincias de Castilla-La Mancha tienen un presupuesto de 10.505 millones de euros y Galicia, con cuatro, 9.487 millones. Tanta diferencia porque estas dos autonomías son Objetivo 1 junto con Extremadura y Andalucía, pero Castilla La Vieja no lo sería al superar el 75% de la media europea.
Es decir, que dos las autonomías separadas de León y de Castilla recibirían, sumando sus presupuestos, unos 13.000 millones de euros. Dos mil más que ahora juntas (10.859). De los cuales más de mil millones vendrían de Europa por los fondos de Cohesión y Desarrollo. La cuestión es que al Estado le costaría entre 500 y 800 millones más la financiación autonómica para compensar a Castilla La Vieja, y sus seis provincias tendrían que intentar conseguir un mejor reparto de los miles de millones 'no provincializados' que se gestionan desde Valladolid.
En resumen, la Región Leonesa, por no ser autonomía propia no ha podido gestionar para sus tres provincias más el doble de lo que se le asigna. Aún concediendo que desde la Junta se le diera el 40% de todo el presupuesto de Castilla y León, estaría perdiendo más de mil millones de euros al año, porque no es Objetivo 1 aunque le corresponda por decisión expresa de los burócratas de Valladolid “por no generar desagravios económicos entre nueve provincias, que deben ser tratadas por igual”.
Y esta circunstancia se ha alargado durante casi cuarenta años. La cuenta de la vieja indica que, tirando por la mitad para no exagerar, se ha perdido la oportunidad de gestionar para el desarrllo del eje de la Ruta de la Plata como mínimo decenas de miles de millones de euros, lo cual de paso ha perjudicado a Asturias, Galicia y Extremadura (y posiblemente a Portugal). Pero ese es otro cálculo más complejo para ofrecer una cantidad fiable y que requeriría otro artículo mucho más sesudo.