A cualquiera le puede pasar. Pero a quien está acostumbrado a hacer de sus paseos y rutas por los lugares más hermosos de la provincia de León un proyecto de vida le duele de una manera especial. Hasta la total indignación.
Esto es lo que ha sentido recientemente Alejandro Díez, un conocido divulgador de la naturaleza y de su amado Llión, mientras realizaba una ruta en bicicleta por las proximidades de la capital leonesa, en concreto por los caminos y sendas de los altos de La Candamia, desde los que se puede disfrutar de una de las vistas más espectaculares de la ciudad en paralelo y muy por encima del río Torío.
Alejandro es el alma mater de un enorme y aplaudido proyecto web de rutas por la Cordillera Cantábrica llamado La Senda del Hayedo, entre otros, así como el libro Llión en Ruta con una gran selección de 13 impresionantes caminatas.
En el transcurso de su ruta por la zona ha sentido un auténtico mazazo al comprobar la impresionante acumulación de todo tipo de residuos dejados por muchas personas que acuden al lugar precisamente al reclamo de esas vistas, muy especialmente en el atardecer con buen tiempo y también para ver las estrellas, como ha ocurrido todo este verano, porque entre otras cosas la puesta de sol es espectacular, no menos que el mapa del cielo nocturno.
Ante el panorama descubierto, Alejandro ha sentido la necesidad de denunciar en sus redes sociales la situación, porque admite que “se te cae el alma al suelo” cuando se comprueba que mucha de esa gente que acude no se molesta ni un ápice en recoger todo tipo de desperdicios que genera.
Así, a lo largo de los días, semanas y meses, y tal como se aprecia en el vídeo de total indignación grabado y subido al perfil de La Senda del Hayedo, ha cobrado sucia forma lo que el autor denomina irónicamente un “magnífico paisaje creado por el ser humano”.
“Latas de Mahou, del Burguer King, cervezas, tabaco, cervezas, mascarillas... ¡De todo un poco!”, lamenta mientras la cámara de su teléfono móvil recoge detalles del mugriento escenario, con el horizonte de León capital detrás. Un ejemplo lamentable, a su entender, de que “el ser humano va dejando huella allá por donde va, en un paisaje soberbio en la ribera de León, varias toneladas de mierda, incluso con botellas de cristal, para que prenda el monte”, ataca.
El autor del vídeo-denuncia admite que ante este tipo de situaciones, generada por tanta gente sin civismo en un mismo lugar, “te llegas a preguntar ¿por qué no nos extinguimos ya y dejamos a este precioso planeta en paz?”. “Tomen nota de lo que hacemos, para lo que valemos”, concluye su lamento en forma de denuncia. Y es que después de tales imágenes, a cualquiera le pasaría.