El incendio de La Cabrera arrasó 9.964 hectáreas según la Junta

La Junta de Castilla y León ha revelado este miércoles las cifras oficiales del pavoroso incendio que sufrió la comarca de La Cabrera el pasado mes de agosto. En total, según sus estimaciones, el fuego devoró 9.964 hectáreas de los municipios de Encinedo, Truchas, y en menor medida Castrillo de Cabrera.

Con estas cifras en la mano se trata del mayor incendio que ha tenido lugar en España en lo que va de año, tras las casi 8.500 hectáreas quemadas en Doñana (Andalucía) en un incendio en el mes de junio. Además se convierte en el segundo mayor incendio de la historia de León desde que hay registros, tras el de Castrocontrigo de 2012 que arrasó casi 12.000 hectáreas en el año 2012, 10.500 de ellas de arbolado.

De las casi 10.000 hectáreas arrasadas en La Cabrera de arbolado fueron 3.330 entre bosques de roble, pino, encina, chopo, abedules y sauce. De matorrales se quemaron otras 5.444 hectáreas. 404 hectáreas de pastizales también fueron arrasadas por el fuego, además de 284,84 hectáras de otros terrenos no forestales.

El incendio, originado en Losadilla tuvo su origen -intencionado- en la tarde-noche del lunes 21 de agosto y tan sólo 24 horas después obligó a activar el nivel 2 de peligrosidad al descontrolarse. Se tardó una semana en darlo por controlado, gracias al amplísimo despliegue de efectivos de la Junta y el Gobierno central y a que la climatología acompañó con tormentas, que ocasionaron otros problemas en el agua al arrastrar las cenizas del gigantesco incendio. Dos semanas después de su inicio la Junta la dio formalmente por extinguido.

La gravedad del incendio provocó que tuvieran que evacuarse durante su desarrollo varias localidades, para salvaguardar la seguridad de los vecinos. Entre ellas las localidades de Santa Eulalia o Villarino, que fueron las primeras que tuvieron que ser desalojadas.

La magnitud del incendio provocó una manifestación inédita en Encinedo, a la que acudieron alredededor de 300 personas, solicitando medidas que palíen el desastre medioambiental y de apoyo a la propia comarca, un 'desierto poblacional' en términos estadísticos.

El incendio ha provocado además la consiguiente polémica política, reconociendo el propio presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, que el actual modelo de lucha contra los incendios es “insuficiente o mejorable”. El Gobierno autonómico ha comprometido ayudas y se estudia la declaración de Zona Castastrófica debido a la magnitud del fuego.