Con una lentitud desesperante, el Gobierno sigue dando pasos adelante en la curiosa maniobra elegida respecto a la proyectada construcción de dos nuevos pantanos en el río y la comarca del Órbigo en la provincia de León. Curiosa porque por un lado impulsa los proyectos de ejecución de las dos nuevas presas para los embalses de La Rial y Los Morales, que sumarían 34 hectómetros cúbicos de agua a escasa distancia de las localidades de Carrizo y y La Milla y Villanueva de Carrizo, respectivamente, mientras que por otro lado desarrolla un informe que justifique si hay efectos nocivos importantes si se construyen y plantee alternativas a ellos.
Es en este último caso en el que se ha producido la novedad, al anunciarse la semana pasada que por fin el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto demográfico, a través de la Dirección General del Agua, ha adjudicado el contrato de “redacción de la ampliación y actualización del estudio de regulación de la cuenca del río Órbigo y Afluentes”; es decir, el añadido a los estudios de 2009, considerados ya un poco obsoletos, y que han sido exigidos ante la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) por los alcaldes y colectivos de la zona, que se oponen con firmeza y desde hace muchos años a ambos pantanos.
Finalmente, este contrato del informe de alternativas a la construcción de los nuevos y polémicos embalses tendrá un coste muy inferior al anunciado en un primer momento, siendo adjudicado a una empresa gallega, GOC SA, por un importe de 683.357 euros, la oferta más baja de las ocho presentadas al concurso público. La cifra superaba hace un año rozaba el millón de euros, en concreto 1.150.433 euros. Además, el retraso es amplio y cuantificable, ya que el plazo de presentación de ofertas expiraba el pasado 25 de abril, en víspera de las elecciones municipales.
Han pasado siete meses hasta la formalización del contrato y el plazo de ejecución establecido para el estudio es de 18 meses, es decir, año y medio. Eso quiere decir que sus resultados no se conocerán hasta mayo del año 2025.
Entre los detalles de este informe, destaca que buscará “la definición completa y precisa de cuatro soluciones viables que satisfagan por sí mismas los problemas de déficit en la cuenca del río Órbigo”, después de que durante años los regantes aguas abajo sigan defendiendo que por sí solo el pantano de Los Barrios de Luna es insuficiente para el agua que necesitan en comarcas de gran riqueza agrícola como el Páramo, especialmente en años secos y más ante un escenario de cambio climático.
Una auténtica 'guerra del agua'
De hecho, hay quien ve en la construcción de los pantanos aguas arriba una maniobra de guerra del agua para que con un Órbigo nutrido sin problema se pueda pasar a regar una amplia extensión de 24.000 hectáreas de la recién modernizada zona del Páramo Bajo, que a día de hoy dependen del agua del pantano de Riaño, para que todo ese líquido sobrante acabe perpetuando lo que nació como solución temporal y cumple ya más de dos décadas, enviando agua de Riaño a Palencia y Valladolid, incluso a polígonos industriales, por el trasvase del Carrión.
Estas posibles alternativas a las presas, visto además que León ya suma numerosos y en algunos casos traumáticos pantanos desde tiempos de la dictadura y psteriores, deberán presentar “con el grado de detalle suficiente que permita compararlas mediante un análisis multicriterio a fin de seleccionar la alternativa óptima desde el punto de vista técnico, social, económico y ambiental”.
La intención última que desvelaba la licitación es que “este Estudio Informativo servirá como punto de partida para la redacción del futuro proyecto constructivo que defina la solución finalmente seleccionada con el grado de detalle necesario para su construcción, y constituirá la primera fase requerida para llevar a cabo la tramitación ambiental”, ya que la que se hizo para ejecutar los pantanos habría decaído ya, puesto que data de 2018. Era ésta, en concreto.
Los millones para levantar las presas
Por otro lado, en pleno verano se adjudicó el proyecto de redacción del proyecto de La Rial y Los Morales, el cual también tuvo una baja considerable: de un precio de licitación que ascendió a 1,99 millones de euros, finalmente se adjudicó a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Incosa-Sener por 1.359.674 euros, pagaderos en dos anualidades, una este mismo año y otra en 2024, cuando se supone que, con antelación al informe de alternativas, ya estará terminado.
El Ministerio ya ha consignados en el Plan Hidrológico Nacional recién aprobado (2022-2027) la cuantía de inversión necesaria de 63 millones de euros para ejecutar los nuevos pantanos leoneses, casi 20 millones más de lo previsto en su origen. Específicamente, se cifra un coste de 34 millones para construir la presa de Los Morales y 29 millones más para La Rial. Eso en el caso de que finalmente no se apueste por alguna otra fórmula que sustituya a la de las presas, que tanta oposición política y social concitan en este territorio.