Casi tras cuatro mil millones de euros gastados y 19 años después de comenzarse las obras, parece ser que este año 2023 es bastante probable que se abra al tráfico la Variante de Pajares; pero no será como lo habían planificado en un principio, para este mes de mayo (cuando se producen las elecciones Municipales), pese a haber previsto que las obras habrían terminado este mes de febrero, sino que el Gobierno anuncia que será para noviembre... justo antes de las Elecciones Generales.
Pese al gran esfuerzo realizado para llegar a mayo, al final no será en verano cuando se inaugure la ansiada infraestructura ferroviaria –que no es una Alta Velocidad de 'pata negra' ya que será la que tenga la velocidad media más lenta de España, con poco más de cien kilómetros por hora entre Oviedo y León– sino
La ferroviaria Variante de Pajares, el paso subterráneo bajo la Cordillera Cantábrica, entrará en servicio a lo largo del mes de noviembre, lo que supondrá la conexión por alta velocidad ferroviaria entre León y el Principado de Asturias. Con ello se pondrá fin a la construcción de una infraestructura que arrancó en 2004 y que ha supuesto un desembolso superior a los 3.800 millones de euros.
El secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, ha realizado este miércoles el anuncio de la fecha de inauguración de la variante tras reunirse con el presidente del Principado, Adrián Barbón, además de con la presidenta de Adif y el director general de Operaciones de Renfe, José Luis Cachafeiro. Esperan que esta sea la última fecha indicada para su apertura, después de enésimos retrasos. Por poner un ejemplo, el ministro Álvarez Cascos, que inició las obras en 2005, aseguró que en 2010 estaría abierta... y 13 años después puede ser que sí se consiga.
Su apertura reducirá el tiempo de viaje entre Asturias y León notablemente, ya que se tardará menos de una hora entre León y Oviedo, y hora y media más o menos a Gijón. Pero además reducirá el tiempo entre Asturias y Madrid en dos horas y 43 minutos, según los cálculos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
La Variante de Pajares salva el paso bajo la Cordillera Cantábrica y el desnivel que existe entre la provincia de León y Asturias. Con una inversión de más de 3.800 millones de euros, representa un reto sin precedentes de ingeniería y construcción: el 80% de su trazado (50 kilómetros, entre La Robla y Pola de Lena) transcurren en túnel.
Supondrá una alternativa a la actual rampa de Pajares, caracterizada por fuertes pendientes, mínimos radios de curva, una mayor longitud, hasta 61 túneles entre Busdongo y Puente de los Fierros, y una climatología muy adversa, que dificulta en extremo la operativa y las labores de mantenimiento. Así, el paso por la Variante, que se realiza en unos 15 minutos, supondrá un recorte de 37 kilómetros respecto al actual itinerario del siglo XIX por el puerto de Pajares.
El proyecto presenta una enorme complejidad técnica, tanto en la fase de obra como en las etapas previas de estudios y proyectos, por las características geotécnicas del macizo que atraviesa, hasta 40 formaciones geológicas diferentes –provocando además un notable perjuicio en la hidrografía de la montaña de León, ya que se han desviado sus aguas subterráneas por culpa de las obras provocando el 'robo' de un trasvase diario de todo un río Bernesga al Principado– y por la necesidad de aunar los parámetros de alta velocidad y los del tráfico de mercancías en una misma. En su ejecución han llegado a participar de forma simultánea hasta cuatro mil trabajadores –en las fases actuales están involucrados unos 400 profesionales– y se han empleado cinco tuneladoras para excavación.
Características
El principal núcleo de la Variante son los dos túneles de base (24,6 kilómetros), con ancho mixto (ancho estándar + ancho ibérico) en la vía este y ancho ibérico con traviesa polivalente en la oeste. Esta solución permite que ambas vías sirvan para el tráfico de pasajeros y de mercancías sin afectar a los tiempos de viaje ni a la capacidad de la infraestructura, a la vez que favorece la conexión ferroviaria con los puertos asturianos y reduce el impacto de posibles incidencias.
Además, la traviesa polivalente en la vía oeste permite el cambio a ancho estándar en fases posteriores de la explotación. La planificación recoge que en una primera fase la Variante se pondrá en servicio exclusivamente en ancho ibérico, mientras concluye la implantación del ancho mixto en el tramo León-La Robla.
Los principales beneficios derivados de esta infraestructura serán los siguientes: reducción del tiempo de viaje en el trayecto Madrid-Valladolid-León-Oviedo/Gijón; incremento de la capacidad y la regularidad; aumento del confort y potenciación de los tráficos de mercancías, que evitarán el complicado tránsito por la actual rampa de Pajares.