El Gobierno afronta con cinco millones obras para evitar arrastres de cenizas de los incendios a cauces de ríos en León

Redacción ILEÓN / Agencia EFE

29 de octubre de 2025 13:17 h

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha iniciado los trabajos de restauración hidrológico-forestal en las zonas afectadas por los graves incendios ocurridos en agosto de 2025 en la provincia de León para los que destinará cinco millones de euros, a fin de luchar contra los procesos de erosión y reducir el riesgo de aportes de ceniza a los cauces. Se trata de episodios que están ocurriendo, por ejemplo en la cuenca Miño-Sil, con el caso del río Meruelo en Molinaseca. Y se trata de una situación que ha puesto en alerta a colectivos como Ecologistas en Acción, que pidió en septiembre parar la tramitación de proyectos de aprovechamiento de aguas y presentó luego escritos a la Junta y al Gobierno alertando de la contaminación de acuíferos derivada de los fuegos del verano.

La CHD ha destacado, a través de un comunicado, que estos incendios arrasaron más de 55.000 hectáreas y afectaron a cuatro Reservas de la Biosfera, además de a espacios protegidos como Reservas Naturales Fluviales, áreas Red Natura 2000 y hábitats de especies en peligro de extinción.

El objetivo principal de los trabajos de restauración a acometer por la CHD se centra en prevenir procesos erosivos y reducir el riesgo de aportes de cenizas a los cauces, especialmente en las cuencas de abastecimiento a poblaciones y en las zonas identificadas con mayor riesgo potencial de erosión.

Para ello, se construirán distintas infraestructuras para frenar el transporte de sedimentos y cenizas, así como la estabilización de suelos y cobertura con restos vegetales en laderas afectadas, con el objetivo de evitar la pérdida de suelo y favorecer la recuperación de la vegetación.

También se acometerá la retirada selectiva de madera quemada, tanto por motivos fitosanitarios como para prevenir la formación de tapones en los cauces, especialmente en las inmediaciones de poblaciones, puentes y otras infraestructuras.

Boca de Huérgano, Llamas de Cabrera y Garaño

Con 18.813 hectáreas y más de 230 kilómetros de cauces afectados en la demarcación del Duero, las actuaciones han comenzado en las cuencas de los embalses de Riaño y Camporredondo, priorizando actuaciones en la cuenca de la Reserva Natural Fluvial del río Lechada.

Actualmente, se ejecutan obras de albarradas y fajinas en los arroyos que vierten al valle principal del río Lechada, pasando después a la cabecera del río Puerma y al arroyo de Mostajal, por encima de la población de Portilla de la Reina.

También se revisarán los puntos de captación de agua de las poblaciones cercanas -Boca de Huérgano, Villafrea de la Reina, entre otras- para garantizar la seguridad del abastecimiento y paralelamente se actuará sobre la vegetación afectada en los cauces que pueda ocasionar problemas en el entorno de los núcleos de población.

Este incendio afectó a 13.523 hectáreas y 239 kilómetros de cauces en la demarcación del Duero y en las actuaciones se ha priorizado la actuación en el arroyo de la Chaqueta, cuenca alta del Arroyo Cabrito -un cauce con un potencial riesgo erosivo-hidrológico alto-, así como la cuenca de la Reserva Natural Fluvial del río Duerna.

En esta área se actúa en las cabeceras de los ríos, así como en la construcción de balsas de retención de cenizas, para reducir las pérdidas de suelo, aporte de lodos y cenizas a los cauces y captaciones de agua de abastecimiento de poblaciones como Molinaferrera, Piedras Albas y Busnadiego.

Con 1.373 hectáreas y 14 kilómetros de cauces afectados en la demarcación, las obras se centran en los arroyos del Fierro y de los Prados, afluentes del río Luna, próximos a la población de Garaño, donde se ejecutarán albarradas, fajinas y pequeñas balsas para retener cenizas y sedimentos, y se continuarán los trabajos por otros valles.

Asimismo, ya se están finalizando los trabajos de diagnóstico y evaluación de necesidades de restauración en los incendios de La Uña, Canalejas-Almanza y Murias de Paredes, con el objetivo de definir y acometer las actuaciones más urgentes en aquellos puntos donde la afección al dominio hidráulico o el riesgo de erosión así lo requieran.

La UPL denuncia “inacción” de la Junta y ve a Suárez-Quiñones “más pendiente” del PP que de tomar medidas

La Unión del Pueblo Leonés (UPL) denuncia “inacción” de la Junta de Castilla y León para evitar que las cenizas generadas por los incendios forestales de este verano acaben contaminando las aguas de los ríos. Lo hace al remitirse a casos como los del Meruelo en Molinaseca o el Cabrera a su paso por municipios como Puente de Domingo Flórez o Benuza. Los leonesistas recuerdan que ya en septiembre avisaron de estos riesgos al consejero de Medio Ambiente del Gobierno autonómico, Juan Carlos Suárez-Quiñones, al que acusan de responder con “las habituales palabras vacías”.

“Una vez más se muestra la ineficiencia de la Junta”, señala la UPL, que carga contra “la inacción, la improvisación y propaganda” del Ejecutivo autonómico, al tiempo que se hace eco de la advertencia lanzada por colectivos ecologistas en torno a la existencia de masas de agua subterránea identificadas como vulnerables, entre ellas las de La Tercia-Mampodre-Riaño, La Babia-Luna, Terciario Detrítico del Esla-Cea y La Maragatería, entre otras.

Los leonesistas, que también reprochan que la Dirección General de Minas de la Junta se negara a comprobar la calidad de las aguas en las cuencas afectadas, ven a Suárez-Quiñones “más pendiente de la actividad orgánica de su partido (es el presidente de la Gestora del PP provincial de León)” buscando “rédito político” que “de sus decisiones, actuaciones y obligaciones como consejero”.