Con una frase no se gana un pueblo

Máximo Soto Calvo

Para la ocasión y por razón de oportunidad acabo de tomar la primera línea de una estrofa con la que la voz de María Ostiz cantó a un pueblo que era, según repetía hasta seis veces: “Abrir una ventana en la mañana y respirar”.

La hipotética ventana a la que nosotros los leoneses podemos asomar, como pueblo, está cada día más difícil de abrir, por lo que respirar aire vivificador y de libertad autonómica depende del juego de las bisagras de las voluntades que se han ido oxidando.

Cierto, vemos el paisaje a través de los cristales, pero no es el pueblo leonés al que anhelamos ver, sino el que pretenden que veamos los dirigentes del ente autonómico que nos ha secuestrado voluntades, suspiros y miradas. Aludo al totum revolutum 'castellanoleonés'.

El pueblo leonés, de historia irrefutable, hay quien se está empeñando en amortiguarlo bajo los malos lodos de la incomprensión que a ráfagas permanentes van llegando con imposición de predominio castellano.

Debemos tener presente, todos, la imposibilidad de detener esos malos aires con las sencillas manos de la voluntad, en ocasiones a regañadientes compartida, en especial aquellos que no hemos cejado en el empeño al lado de los que parece que han tirado la toalla de la insulsa rendición. Un pueblo no se pierde si “respetamos las canas de su tierra”.

Los tres compartimentos, aludo a la faceta triprovincial, se comunican mal, con recelos; y la aportación recuperadora y de defensa, que, en un supuesto gradiente de voluntades estimo (seguramente con más voluntad que acierto), va del uno, con nominación leonesa que cuesta aceptar, al notable que el propio nombre ayuda a conseguir en la parte más favorable.

Hasta aquí, parte de un discurso bien intencionado sobre un pueblo, que no quiero ni puedo dejar ahí, volveré una vez haya empezado un nuevo curso, digamos septiembre. Entonces, junto a otros muchos que están en el mismo empeño, tal vez nos pongamos manos a la obra para conseguir el discurso de comprensión entre las partes que se necesita para empezar la reconquista territorial, economía y arte de vivir. Porque aquella sentimental que se esconde en la memoria de cada cual, enlazada en la tradiciones culturales tiene sus propios cauces, siempre ha permanecido activa, con prevalencia de sus peculiaridades, que, ahítas de reminiscencias, no dividen.

Hablar de hermanar

¿Quién habla de hermanar? Personalmente yo lo he hecho en muchas ocasiones, también en artículos de opinión, y a ello iba desde el principio. El año 2021, la formación leonesista UPL por boca y decisión de Sendino se puso en marcha una moción en el Consistorio Legionense pidiendo que se iniciaran gestiones encaminadas a hermanar las capitales provinciales de Zamora, Salamanca y León (Legio). ¡¡Un paso de gran valor que requería firmeza!!

Aprobada aquélla, recuerdo haber preguntado en letra impresa: ¿Queremos ser hermanos regionales leoneses, y en qué grado político administrativo?. Más no quedó ahí mi palabra, dudando en la escasa compaginación, por dispar encabezamiento político concejil entre los tres ayuntamiento, pedí que nos se limitaran a mandar un escrito (oficio) que de pura frialdad se quedaran en los tinteros del olvido las respuestas, pedía saber, como ciudadano sentimentalmente implicado, en qué términos se formulaba la propuesta y con qué acompañamiento (viaje personal a cada lugar, del alcalde o edil representativo; o si simplemente se lanzaba un correo electrónico).

En este medio, entre otras cosas, dichas en forma de escrito de opinión, puse mi parecer, al tiempo que mostraba mis dudas. Decía ignorar si se había iniciado algún cruce de correos o cartas, y de no ser así, pedía que se nos explicaran las razones. Ahora, pasado un largo año, se nos dice que no ha habido respuestas. Pero me gustaría saber más, cómo fueron las cartas, y que soporte anímico, personal y de gestión se imprimió al intento.

Con la frase hermanar “no se gana un pueblo”. Pero puesto ese sentimiento en vigor se establece una cimentación sobre la que apoyar cuantas actividades de recuperación del Pueblo Leonés, pretendamos iniciar. ¡Volveremos a la carga...lo prometo!