Desde el año 2015, el entonces reciente alcalde de León por el Partido Popular (PP) y justo antes consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Antonio Silván, tenía un sueño que la administración autonómica terminó por hacer realidad sin reparar en esfuerzos y gastos: convertir el río Bernesga a su paso por la ciudad en el primer tramo urbano de pesca de trucha de toda la Comunidad. Todo un hito y más para una provincia donde la tradición truchera y la calidad histórica de sus ríos eran una bandera de siglos.
Se sucedieron los anuncios, tanto del propio Silván como de su sucesor en el Gobierno autonómico y en la cartera de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, marcando fechas que no se materializaban. Y finalmente en mayo de 2018 se selló un acuerdo Junta-Ayuntamiento-Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), todos ellos bajo gobiernos populares, que por fin fijó para la temporada de pesca de 2019 el nacimiento del Coto Ciudad de León. Para cuando arrancó, Silván incluso dejó de ser alcalde, tras haber perdido las elecciones y anunciar su abandono municipal.
Pero antes, aquel acuerdo de 2018 contó con una gran puesta en escena, con autoridades, campeones de pesca y numerosos niños incluidos, y explicaciones técnicas de la suelta de ejemplares de trucha que se representó junto al río para repoblar los 1,9 kilómetros del nuevo y original coto.
Este año, al anunciar la nueva temporada 2025 de pesca que empezó en la Comunidad este fin de semana y en la provincia de León arrancará a final de este mes de marzo, la única novedad relevante que destacó la Junta en esta nota de prensa fue textual y lacónicamente: “Se elimina el coto de pesca Ciudad de León”. Sin más explicación.
Variadas explicaciones y cifras en caída
Fuentes oficiales de la Junta de Castilla y León consultadas por ILEÓN ofrecen varios motivos para que Medio Ambiente adopte ahora esta decisión. La primera es “la condición del agua” del Bernesga en su tramo urbano, que “no es apta para las truchas”. Tras años destacando, como lo hizo el consejero Quiñones, que el proyecto se impulsaba por “mantener en buen estado los ecosistemas acuícolas y la calidad de las aguas”, cabe interpretar ahora que ha empeorado mucho la calidad del agua del río leonés o bien que nunca fue tan buena como se publicitó.
La segunda causa esgrimida es “la baja demanda de pescadores interesados en este coto”. En concreto, en el primer año (2019) 2019 las solicitudes fueron 45, que bajaron a 42 en el año de la pandemia (2020). Hubo una clara recuperación en el 21 con una cifra de peticiones de 116 pero pronto decreció el interés: 56 en el año 2022, 69 en el ejercicio 2023 y apenas 48 el pasado año, casi al pobre nivel de su arranque.
. Este argumento no concuerda con una tercera razón que las mismas fuentes ofrecen, referidas a que “no conviene la sobreexplotación” de la pesca en este punto, una sobreexplotación que con muy escasos pescadores interesados parece difícil que se produzca. “El objetivo es mimar ese Coto para el futuro”, remarcan para finalizar, por lo que no se cierra la puerta a que el coto pueda ser reactivado más adelante.
Medio Ambiente de la Junta asegura que el impuso de esta figura era una “función social de atraer a la población urbana al mundo de la pesca”, una inversión “que tenía como función de educar en los valores del medio natural y acercar a la ciudad el mundo de la pesca con el fin de fomentar este potencial de ámbito provincial”, y que visto lo visto no se ha cumplido.
Queda como tramo libre: trucha sin muerte
La decisión no varía en principio el hecho de un hito que también la Junta destacó en marzo de 2018, como fue incluir como trucheras las aguas de los dos ríos de la ciudad, el Torío y también el Bernesga. En este último caso, se le tiene esa consideración de manera oficial desde el puente de Carbajal de la Legua en la carretera LE-5504 hasta su desembocadura en el río Esla, así como todos sus afluentes en este tramo. En el caso del río Torío, la figura abarca desde el puente de Villanueva del Árbol en la N-621 hasta su desembocadura en el río Bernesga y todos sus afluentes.
En el caso del Bernesga, “que desaparezca el coto no quiere decir que no se pueda pescar”, aseguran desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente, ya que al decaer el coto el tramo urbano pasa a aguas de acceso libre y eso significa que “se puede pescar todos los días desde el 29 de marzo al 31 de agosto” que dra la temporada, en condiciones de pesca sin muerte para la trucha. Los ciprínidos tendrán las limitaciones que establece la orden de pesca de 2025.
La temporada
Cuando el sábado 29 de marzo comience la temporada de pesca en León, serán algunas más las novedades relevantes que destaca la Consejería. En el caso de la provincia, además de la pérdida del coto capitalino, se resalta el hecho de que algunos de los pocos reductos de pesca con muerte dejarán de serlo y los pescadores tampoco aquí podrán llevarse sus capturas. Se trata de los cotos de pesca de Felmín, La Omañuela, El Castillo, Tolibia y Bernesga, que hasta ahora contaban con planes de pesca de días con muerte, pero que pasan a ser exclusivamente cotos sin muerte.
Así, los pescadores con licencia de pesca en vigor podrán pescar en la modalidad de pesca sin muerte en la totalidad de tramos de acceso libre de la Comunidad, que superan los 12.000 kilómetros de longitud, incluyendo tanto aguas trucheras como no trucheras, siendo León la provincia con más kilómetros.
Licencias
Los pescadores pueden obtener su licencia de pesca de forma totalmente gratuita a través de la web de Pesca de la Junta , a cualquier hora del día, sin necesidad de desplazarse a las oficinas autonómicas. También se mantiene para este año la opción disponible desde la pasada temporada de poder anular los permisos que se hayan asignado en cotos de pesca, tanto en la fase de sorteo como de sobrantes, sin necesidad de justificación. El reembolso de estos permisos se efectuará en forma de bono para ser disfrutado en futuros permisos de pesca en cotos, teniendo como fecha límite el 31 de diciembre de 2025.