El 16 de febrero, 16F, es un talismán. Como también el 15 de noviembre. Este 16 de febrero de 2025 podría volver a ser una fecha especial en el calendario leonés contemporáneo como lo fue el 16 de febrero de 2000, hace justo cinco años. Entonces salían más de 80.000 personas a la calle, entre León, Ponferrada y Villablino, exigiendo en un solo grito algo muy básico: no vivir en una provincia intrascendente, tener derecho al futuro, y que las instituciones públicas inviertan todo lo que sea justo y necesario invertir para que eso suceda.
Antes de aquel 16 de febrero hubo un germen anterior, un 15 de noviembre de 2018. En aquella fecha los líderes entonces de los sindicatos UGT y CCOO en León, Enrique Reguero y Xosepe Vega, abrían la caja de los truenos de la reivindicación leonesa. Allí nació el eslogan “Por el futuro de la provincia leonesa”. Lo ponía en la pancarta que abría aquel primer río de indignación y orgullo. Nadie sabía entonces el éxito que podría cosechar una fría y oscura tarde de jueves pero miles y miles de personas lo convirtieron en un éxito.
Aquella primera convocatoria se estrenaron gritos como “Manos arriba, mi futuro están robando”, “Paso la vida llorando y suspirando, León, por ti”, “Con este futuro vamos de culo”, “Se nota, se siente, León está presente” o “Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra”. Poca poesía pero mucha fuerza. Por eso, el poeta leonés Antonio Gamoneda, que cerró la marcha hasta la Plaza de San Marcos, remarcó otros mensajes, como la exigencia de una “distribución de la riqueza y la ordenación justa del trabajo”. Él lo tuvo claro, y acertó: “El 15 de noviembre quedará señalado como el día que todo esto se inicia”.
80.000 almas
Partidos e instituciones se alertaron entonces, y culparon mutuamente, por la amplia repercusión del primer gran aldabonazo ciudadano. Y eso que era sólo un aviso. Porque en 2020, apenas una semana antes que estallara la pandemia de la Covid, la nueva protesta sindical de UGT y CCOO fue una auténtica explosión. “Es el momento de León. Soluciones ya” fue esta vez el grito de 'guerra' y resonó como nunca, con más de 80.000 almas coreándolo al unísono.
La marea humana ocupaba en la capital leonesa una superficie aproximada de 20.000 metros cuadrados, de manera que mientras los últimos manifestantes salían de la plaza de San Marcos, la cabecera ya estaba llenando el destino ahora más céntrico de la plaza de San Marcelo. A ello había que sumar unas 11.000 personas en Ponferrada y no menos de 2.000 en Villablino, el epicentro de las abandonadas cuencas mineras.
La voz leonesista
Una caravana de taxistas encabezaba la masa en León, se sumaron muchos mensajes pero destacó el inmenso pidiendo el ‘LExit’ -el 'Brexit' leonés respecto a Castilla- y medio centenar de tractores cerraban el recorrido entre aplausos. De lo más aplaudido en los discursos de aquel día fue la frase: “Ni rogamos ni pedimos. Exigimos porque nos asiste la razón. León no volverá a callar”. Y la trascendencia la daba también la presencia, no del todo entusiasta por parte de los congregados, de los líderes nacionales de UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Unai Sordo. Mientras, en Ponferrada se gritaba “¡El Bierzo se nos muere!” y se exigían también drásticas y urgentes medidas públicas.
Ya es conocido cómo tal demostración de fuerza e indignación provocó que en apenas doce días se instituyera la solución que defendieron todas las instituciones publicas en respuesta a la protesta: la Mesa por el Futuro de León. La iniciativa acabó con un sonoro fracaso al paso de los meses, sin apenas más medidas que un logotipo y el compromiso final de elaborar un Plan Estratégico de la Provincia de León-Horizonte 2030 que debía ser participativo y abierto, aportar soluciones concretas, darlas a conocer y que las administraciones las nutrieran con presupuesto. Casi nada de eso se cumplió. A pesar de su coste y el mucho retraso, el Plan se quedó en una lista de obviedades que se entregó tarde, permaneció más de un año en un cajón del Palacio de los Guzmanes y que tampoco se está implementando en modo alguno.
Primera vez en mayo, más sindicatos
En parte fruto de esa desidia institucional, llegó un tercer intento de sacudir conciencias en una nueva manifestación, la tercera. Esta vez estrenó mes, mayo, en el año 2022, de nuevo simultáneas en León capital, Ponferada y Villablino. Era previsible que congregara a menos gente que la anterior pero tampoco resultó un fracaso numérico, pero esta vez sí pinchó la iniciativa sindical de hacer coincidir la protesta con un paro parcial que resultó tener un impacto mucho más limitado.
La tercera oleada estrenaba ya una mayor unidad sindical convocante, ahora ya protagonizada por CCOO, UGT, USO y CGT, y de nuevo con el apoyo de las dos Patronales, Fele y CEL. El eslogan entonces fue ‘El momento de León. Soluciones ya. Empleo. Infraestructuras. Reindustrialización’. Y nuevamente, junto a representantes de todos los partidos y otros muchos colectivos, como la Plataforma de la Montaña Central Leonesa o León Ruge de la España Vaciada, la causa leonesista volvió a ser bastante mayoritaria.
Repetir las fechas talismán
Ahora, 33 meses después, la nueva manifestación repite amplios convocantes y lo hace bajo el lema 'León, más soluciones, menos cuentos“, reclamando un auténtico plan de ”rescate“ para la provincia. Los sindicatos se han conjurado en las fechas talismán: la primera puesta en el calendario para volver a tomar las calles fue el 15 de noviembre de 2024, pero tras la tragedia mortal que dejó la Dana en el este español, que se imponía a cualquier otra emergencia, con toda responsabilidad se decidió posponer. Y la segunda vuelve a ser un 16 de febrero, ya de 2015, también en domingo. Todo está listo para dentro de exactamente una semana.