La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), adscrita a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha elaborado un estudio sobre las “olas de calor” registradas en España desde 1975, que analiza en profundidad los diferentes episodios sucedidos en nuestro país desde ese año.
El estudio, realizado con la información recogida por el Banco Nacional de Datos Climatológicos de AEMET, hace una aproximación al término “ola de calor” y fija los umbrales de diferentes variables que actúan en estos episodios y condicionan los resultados. Así, los tres factores que determinan su intensidad son las temperaturas registradas, la duración y el territorio afectado.
Se define “ola de calor” como un episodio de, al menos, tres días consecutivos, en el que como mínimo el 10% de las estaciones consideradas registran máximas por encima del percentil del 95% de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000. En este trabajo han sido seleccionadas 137 estaciones –de las que seis pertenecen a Canarias– conforme a requisitos como su funcionamiento en la actualidad, su antigüedad y su distribución.
Además, hay que tener en cuenta la “anomalía de la ola”, que consiste en la media de las anomalías máximas para el día más cálido de cada estación que registra ola de calor respecto a su temperatura umbral.
Desde 1975, en España se han registrado 80 episodios que pueden denominarse “olas de calor” ya que cumplen con las características citadas, 45 de ellas se han registrado en Península, Baleares, Ceuta y Melilla y 35 en Canarias.
Las más destacables
La “ola de calor” más importante de las sucedidas en la Península, Baleares, Ceuta y Melilla, desde 1975, es la que se extiende desde el 30 de julio al 14 de agosto de 2003. Con 16 días de duración es, con mucha diferencia, la más larga. También destaca porque durante los días 3, 4 y 9 de agosto el número de provincias afectadas fueron 28.
Sin embargo, en territorio afectado se vio superada por la registrada entre el 8 y el 11 de agosto de 2012, que se extendió por 40 provincias.
Además, la de 2003 fue una “ola de calor” especialmente destacable en todos los sentidos, ya que la “anomalía de la ola” fue de 3,7 ºC, valor sólo superado por la “ola” de 1987, con 4 ºC.
“Olas de calor” en Canarias
En las Islas Canarias es difícil elegir la más relevante. Si se considera la duración, la más destacable es la que se extiende desde el 28 de agosto hasta el 10 de septiembre de 1976, con 14 días de duración, aunque cuenta con una “anomalía de la ola” de las más bajas (2,3 ºC) y sólo afecta a la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Por “anomalía de la ola”, la que más destaca es la “ola de calor” registrada entre los días 5 y 15 de agosto también en el año 1976, con una anomalía de 6,1 ºC, 11 días de duración y las dos provincias afectadas.
En resumen, conforme a la definición de este estudio, AEMET considera que para que se produzca una “ola de calor” es necesario que, como mínimo, el 10% de las estaciones consideradas superen su temperatura umbral, al menos, durante tres días consecutivos.
AEMET gestiona el Banco Nacional de Datos Climatológicos, elemento esencial para la conservación de la memoria del clima de nuestro país. Este archivo constituye el conjunto de series de datos climatológicos más completo y de mayor extensión temporal que existe y es indispensable para cuantificar la intensidad y frecuencia de los fenómenos extremos en España. Su existencia y desarrollo están vinculados estrechamente con las directrices marcadas por la Organización Meteorológica Mundial.