Descubren un nuevo género de canguro gigante prehistórico en Papúa Nueva Guinea

Ilustración de la megafauna del refugio rocoso de Nombe, que muestra al nuevo canguro a la derecha. // Peter Schouten

Edgar Hans Cano / Agencia SINC

Paleontólogos australianos de la Universidad de Flinders, Isaac Kerr y Gavin J. Prideaux, han descubierto un nuevo género de canguro gigante prehistórico procedente de las montañas del centro de Papúa Nueva Guinea. Los expertos creen que podría encontrarse únicamente allí.

Los primeros fósiles de estos animales tienen entre 20.000 y 50.000 años de antigüedad y proceden del refugio rocoso de Nombe, un yacimiento arqueológico de la provincia de Chimbu.

Este emplazamiento alberga “dos familias de marsupiales megafaunales en la Nueva Guinea prehistórica, los Macropodidae (canguros y ualabíes) y los Diprotodontidae (herbívoros cuadrúpedos gigantes)”, cuenta a SINC Isaac Kerr, primer autor del hallazgo.

La investigación, publicada en Transactions of the Royal Society of South Australia, recoge el nombre dado al animal en honor al lugar de su descubrimiento: Nombe nombe. Los investigadores planean volver a Papúa Nueva Guinea para realizar más excavaciones e investigaciones el próximo año.

Una nueva especie para la fauna pretérita de Papúa

El Nombe, de complexión musculosa y gran tamaño, vivía en una selva tropical en las montañas. En este hábitat tuvo que evolucionar para poder comer las duras hojas de los árboles y arbustos, adquiriendo una gruesa mandíbula y fuertes músculos para masticar.

Utilizando imágenes 3D y otras tecnologías, los investigadores han estudiado los restos del Museo y Galería de Arte de Papúa. Las muestras les inducen a pensar que este canguro gigante proviene de un linaje de antepasados que se dispersaron por el país a finales del Mioceno, hace unos 5-8 millones de años.

Isaac Kerr con una mandíbula de canguro australiano y una mandíbula fósil de megafauna australiana utilizada en el último estudio. // Universidad de Flinders

“El descubrimiento sugiere, por un lado, que hay una mayor diversidad de estos marsupiales de lo que se pensaba anteriormente y, por otro, que los fósiles de Nueva Guinea no están estrechamente relacionados con los grandes canguros australianos modernos”, sostiene Kerr.

En esa época, las islas de Nueva Guinea y Australia continental estaban conectadas por un ‘puente terrestre’ gracias al bajo nivel del mar, lo que permitió que los primeros mamíferos australianos se trasladaran a los bosques tropicales de Nueva Guinea.

Sin embargo, cuando el Estrecho de Torres se inundó, estas poblaciones de animales quedaron alejadas de sus parientes australianos, por lo que siguieron procesos evolutivos distintos. Se cree que el Nombe desciende de uno de estos antiguos linajes de canguros que tuvieron que adaptarse al nuevo hábitat.

Reviviendo el interés por la paleontología neoguineana

Aunque entre los años 60 y 80 investigadores estadounidenses y australianos hicieron diversos descubrimientos de megafauna extinguida en la zona, las excavaciones paleontológicas se detuvieron en los años 90, situación que los investigadores de la Universidad de Flinders pretenden remediar.

Gavin Prideaux, coautor del artículo, afirma que la investigación se ampliará gracias a una subvención de la Fundación Científica del Pacífico y Australia. “Estamos muy ilusionados de poder realizar tres excavaciones en dos yacimientos diferentes de Papúa durante los próximos años. Esperamos despertar el interés local por la paleontología neoguineana”.

Aún se desconocen las razones por las que el Nombe y otras especies de la megafauna desaparecieron y cómo lo hicieron. Por el momento, no hay evidencia directa que demuestre que los primeros humanos cazaron a estos animales hace 50.000 años.

“En la actualidad, hay tan pocos fósiles que no podemos estar seguros de cuándo se extinguieron, si fue todo a la vez o lentamente, con diferentes especies en diferentes momentos o si coincide con períodos de cambio climático en Nueva Guinea… Ojalá nuestra investigación de los próximos tres años ayude a responder esa pregunta”, concluye Isaac Kerr.

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