Símbolo de la efervescencia urbanística de los años 20, la Casa Roldán impone, de nuevo, su emblemática figura sobre la plaza de Santo Domingo tras seis meses camuflada bajo unos andamios que han devuelto el lustre al majestuoso edificio. La reforma ha costado cerca de 400.000 euros, que han corrido a cargo del Instituto Leónés de Renovación Urbana y Vivienda, fondos europeos y propietarios.
Su historia se remonta a 1922, cuando el arquitecto vasco Federico de Ugalde Echevarría proyectó el edificio sobre las ruinas del antiguo hospital de San Antonio Abad, encargado por Luis González Roldán, y más tarde por las hermanas Teresa y Dionisia.
La histórica fachada de esta casa residencial hace sombra al reloj que, para generaciones de leoneses, supuso durante muchos años un punto de encuentro.