¿Qué piensan los internos? ¿Cómo es el mundo dentro de la prisión? ¿Y cómo se puede llegar a conocer un mundo que se esconde tras una fortaleza de seguridad? Con estas preguntas presentes, un grupo de cinco internos de la prisión de Daroca, en Zaragoza, y su coordinador de Formación, Javier Mesa, comenzaron con ella en 2005 para tener un vehículo de expresión de sus vivencias, opiniones y sentimientos. “Una voz penitenciaria conformada por una gran variedad de interlocutores que llegara finalmente a lectores del exterior y familias de internos, así como servir de nexo de unión y propiciar una mayor apertura y colaboración entre la sociedad de dentro y la de fuera”, explica Mesa.
Aunque nació en esta cárcel aragonesa gracias al apoyo de algunas instituciones autonómicas y diversas organizaciones sociales y culturales, ha ido extendiendo su influencia a lo largo de los años a otros centros penitenciarios, hasta llegar a un total de 28, entre los que está incluido el de Mansilla de las Mulas.
Entre ocho y doce internos son los que componen los equipos de redacción. Además de las prisiones españolas, participa también el centro penitenciario de mujeres de Santa Cruz de Rosario, en Argentina. La revista contiene también colaboraciones de hasta 60 colaboradores, entre los que se cuentan escritores, cineastas, actores y actrices, científicos, deportistas, cocineros o periodistas.
Todos los artículos se remiten al centro de Daroca, donde Mesa es el encargado de su organización y publicación.
Para Mesa, haber creado esta web e ir enriqueciéndola con todas las aportaciones que van llegando supone una oportunidad para toda la sociedad de conocer “un mundo desconocido”. Además, considera que “sirve de motivación a los internos que escriben en ella al tener que esforzarse más por el hecho de saber que te van a leer en el exterior del centro”. Y no se queda solo en eso, pues los lectores tienen la oportunidad de comentar y realizar preguntas sobre sus artículos a través del blog de la web. “Es un feedback importantísimo para dotar de vida y dinamismo a esta publicación”, agrega Mesa.