La decisión de si se acepta el cambio de nombre del municipio de Candín por 'Ancares', solicitado en diciembre del 2020 y que ha levantado una gran polémica en el lado gallego de la sierra de los Ancares, recae finalmente en el Consejo Comarcal del Bierzo, que es quien tiene estas competencias cedidas por la Junta de Castilla y León desde el año 2006.
El Consejo ha decidido ahora, además, prorrogar el plazo para finalizar el expediente y conceder el cambio de nombre, o denegarlo. Lo hace atendiendo a la obligatoriedad de recibir informes pertinentes sobre el tema de la Real Sociedad Geográfica y de la Real Academia de la Historia, para lo que da un plazo para tomar una decisión a partir de tres meses desde que se reciban. Así lo ha notificado mediante un decreto del pasado 14 de mayo firmado por el presidente comarcal, Gerardo Álvarez Courel.
Se da la circunstancia de que la entidad que aprobará o denegará el cambio de nombre ha recibido un ruego presentado por el partido Coalición por El Bierzo el pasado mes de marzo instando a que se apoye el cambio de denominación.
El cambio de nombre de Candín a Ancares se enfrenta al problema de que pese a ser el territorio histórico del 'Real Valle de Ancares' su nueva denominación no se podrá poner “sin que pueda ser coincidente o producir confusiones con otras del territorio del Estado”, según la Ley de régimen Local de castilla y León, y que “no se autorizará cambio de nombre cuando el propuesto sea idéntico a otro existente o pueda producir confusiones en la organización de los servicios públicos”, según el decreto de población y demarcación territorial de las entidades locales. Hasta el momento la Xunta de Galicia, la Diputación de Lugo y varios municipios y asociaciones han alegado contra el cambio de nombre, del que dependen los informes preceptivos antes de que el Consejo Comarcal del Bierzo decida.