El 'baile' de sede de ferias en el centro de León provoca quejas de doble rasero con la hostelería y el comercio

Esta semana se comenzaron a montar las casetas una de las citas feriales más veteranas de la capital leonesa, la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, que inaugura hoy viernes su edición número 31, y lo hará estrenando emplazamiento en la ciudad. Pero como nunca llueve a gusto de todos, lo cierto es que el inicio de ese montaje ya se produjeron algunas quejas por el lugar elegido este año por el Ayuntamiento de León.

En concreto, a través de redes sociales se pudo conocer el “enfado” de un negocio situado en la calle elegida para la Feria del Libro, la calle Legión VII, justo la que daba acceso a la Plaza de San Marcelo antes de que se acometiera hace pocos años su peatonalización. Curiosamente, ese negocio es otra librería, la Librería Sputnik, que además de vender libros también lo compagina con una pequeña parte de negocio de hostelería, en concreto de cafetería.

El problema estriba en que hace ya muchos años, coincidiendo en gran medida con la explosión de las terrazas hosteleras, la golosa Plaza de San Marcelo, epicentro urbano de León por el que pasa todo el mundo, se han dejado de celebrar allí incluso los eventos con más solera, que triunfaron en su día precisamente por situarse allí, en la también popularmente conocida como plaza de Las Palomas. Un espacio en el que en sólo diez años se ha multiplicado por 10 el espacio que ocupan las terrazas y ha crecido un 133% el número de establecimientos para el alterne.

La Feria de Artesanía en el entorno de las fiestas de San Froilán, la Feria del Libro de abril o mayo, incluso la de Productos de León y otras gastronómicas, desde el queso a la cerveza, son sólo algunos ejemplos. Pero hace tiempo que allí no se instalan casetas ni tampoco grandes carpas, como en tiempos se hizo hasta incluso para eventos de moda. Sólo hay una excepción: la carpa temporal que se autoriza en Semana Santa durante algunos días para resguardar los pasos de algunas cofradías y hermandades.

ILEÓN ha podido saber que, tras varios años de periplo, deambulando por diferentes emplazamientos, la organización que impulsa la Feria del Libro Antiguo, la Asociación de Libreros de Viejo y Antiguo de Castilla y León, había vuelto a reclamar situarse en la Plaza de San Marcelo este año 2024.

No es fácil “facilitar la convivencia” de todos los eventos

Fuentes del equipo de Gobierno en el Consistorio explican que no resulta fácil compaginar todas las peticiones que se reciben de aprovechamiento de suelo público en la ciudad, porque todo el mundo reclama situarse en el centro y eso obliga a “facilitar la convivencia con otros eventos al aire libre que se celebran en otros espacios de la ciudad”.

En este caso en concreto, las mismas fuentes detallan que las casetas libreras no podían instalarse en la misma plaza porque durante este fin de semana tendrá lugar justo allí un evento de diseñadores llamado ‘Moda en la calle’, una Feria de Diseñadores y Artesanos Textiles que se desarrollará de 12.00 a 21.00 horas los días sábado 12 y domingo 13 de octubre. Este evento ya se celebró el pasado mes de mayo, entonces en la Plaza Mayor.

Por esta causa el Ayuntamiento admitió a los libreros 'de viejo' estrenar por primera vez una novedad, como es la peatonalizada calle Legión VII, prácticamente situada en la plaza. Y es ahí donde han saltado algunas chispas. Sputnik cree que la decisión invisibiliza su negocio, precisamente también de venta de libros, e incluso causa perjuicio a su pequeña terraza de cafetería. Beatriz Fernández cree ver detrás que se hace en parte por no causar problemas a las terrazas de los negocios hosteleros más potentes que se han expandido en los últimos años por la Plaza de San Marcelo, hasta el punto en casos como el Restaurante Marcela de situar veladores fijos, ilegales según Patrimonio, teniendo que judicializar el caso y acabar retirando el conocido como 'mamotreto' después de haberse sacado partido económico durante muchos años.

Silencio y duración

La principal queja de Fernández es el silencio municipal, ya que aseguran haberse enterado por la simple visita de aviso de un técnico municipal hace pocos días, que “nos dijo que esto iba a ir aquí y esto allá, y que respetarían nuestra terraza”. Aseguran haber presentado un escrito de queja que “se nos dijo que se enviaría a la Concejalía, y ”lo peor es que no tenemos respuesta ni conocimiento, ni tampoco se nos pregunta nada“. El Ayuntamiento se limita a remarcar que ”se ha garantizado el acceso a todos los establecimientos ubicados en la calle Legión VII“.

La librería también destaca como un gravante la larga duración del montaje, ya que al contrario que en otros casos más efímeros, la Feria del Libro Antiguo dura 24 días, del 11 de octubre al 3 de noviembre. “Es un mes muy complicado para una librería, si fuera en Navidad estaríamos a otras cosas, la verdad, pero era es duro”, defiende Fernández.

Adiós al lugar de los últimos años

Lo cierto es que ha habido años, como el pasado, en el que esta feria librera que siempre cosecha bastante éxito se ha instalado céntrica pero mucho menos visible, entre las calles Ruiz de Salazar y Pilotos Regueral, es decir, entre un lateral del Palacio de los Guzmanes sede de la Diputación y la entrada del Jardín del Cid, que este año todavía en obras. Para el equipo de Gobierno, resultaba imposible volver a utilizar este lugar ahora “porque el montaje de esta feria coincidía con el desmontaje de la Feria de la Cerámica que ha estado abierta durante las fiestas de San Froilán”. Sin embargo, esta otra histórica feria de alfarería cerró el 30 de septiembre e incluso después en el mismo lugar se situaron puestos del Mercado Medieval de las Tres Culturas, que se desmontaron el 6 de octubre.

La Feria del Libro de Ocasión, con nueve puestos ya en todas sus últimas ediciones, y que también ha 'visitado' en años precedentes otros puntos como la Plaza de Regla de la Catedral, estrena ahora este nuevo emplazamiento. Está por ver si persiste o no la polémica y el éxito que pueda cosechar en esta edición. Pero la situación sin duda sí evidencia los difíciles equilibrios para repartir un número creciente de eventos y ferias en la ciudad con la petición casi siempre de los mismos escenarios. Y San Marcelo es uno de los más codiciados y de los que menos se usan ya por parte del Ayuntamiento leonés.