“En León ha faltado un gasto público de cientos de millones de euros al año, que no reparte la actual autonomía como le correspondería por población, al que legalmente tienen derecho los leoneses y que explica la debacle económica sufrida en las últimas decadas”.
Esta frase de Javier Callado resumiría en pocas palabras las conclusiones de un nuevo informe económico, político y jurídico del grupo Iniciativa Autonónica Leonesa, compuesto por expertos universitarios en el que se destaca que una comunidad autónoma leonesa uniprovincial pasaría de los mil millones que recibe ahora provincializados de la Junta de Castilla y León “a más de dos mil”. Un informe presentado el día 18 de diciembre, recordando que la autonomía leonesa sería la número 18 de España.
En una rueda de prensa en la que presentaron un diseño de una autonomía a lo 'León Solo' –aunque indicaron que era un modelo en el que esperaban que se sumaran expertos de Zamora y Salamanca para poder efectuarlo para todo el Reino de León– el economista Julio Rodríguez Lago, el profesor de la UNED José Luis Prieto Arroyo, y los expertos en León Javier Callado Cobo y Santiago Asenjo dejaron bien claro que “la actual autonomía y el centralismo perjudica notablemente a León, y por ende al Bierzo, al hurtarle como poco quinientos millones de euros al año”.
Esta es la cifra que les sale de calcular los mil y pico millones que la propia administración ubicada centralmente en Valladolid reconoce en los tres últimos presupuestos de 2017, 2018 y 2019 que provincializa de media para la provincia leonesa, de 'redirigir' el montante por población del presupuesto “no provincializado” de cuatro mil millones que se maneja desde las oficinas vallisoletanas (a León le corresponde más o menos el 19%) y de eliminar el presupuesto de la Diputación, ya que esta se convertiría en la Junta leonesa al ser una autonomía uniprovincial. “De esta manera, como mínimo, le correspondería un presupuesto de unos dos mil millones de euros”, asegura el economista Julio Rodríguez Lago.
Un departamento con competencias para el Bierzo
El diseño político de la nueva comunidad autónoma se haría con departamentos, “al ser muy difícil la creación de una nueva provincia en el parlamento de España”, en el que El Bierzo tendría sus propias competencias y podría contar con 500 millones de euros anuales, más de cien veces más de lo que recibe en la actualidad el Consejo Comarcal.
Esa “departamentalización de la provincia en León y Ponferrada” permitiría que se instalaran allí consejerías y trasladar de Valladolid centenares de altos cargos funcionariales, de los mil que le correspondería a la provincia una vez saliera del actual marco económico. “Hay que tener en cuenta que León paga mil funcionarios en Valladolid que hacen su vida allí, compran casas allí, consumen allí y pagan la educación de sus hijos allí; con lo que ese retorno de empleos de alto poder adquisitivo sería no sólo un acicate para la economía leonesa sino que supone que en cuarenta años haya habido una pérdida monumental, hasta tal punto de que los leoneses tienen un nivel de vida veinte puntos inferior a cualquier ciudadano castellano”, puso de manifiesto Javier Callado.
Un modelo leonés basado en la descentralización
El informe compara la provincia de León con otras autonomías uniprovinciales -Asturias, Cantabria, La Rioja y Santander- cercanas o de similar población para ajustar los cálculos con respecto al presupuesto resultante. Pero se basa en el modelo departamental catalán para dotar al Bierzo de competencias con poder de decisión –Cataluña tiene cuatro provincias pero la Generalitat destina sus políticas a siete capitales departamentales– de tal manera que en una nueva autonomía uniprovincial leonesa serían los dos centros urbanos los que prestarían “servicios igualitarios”.
De hecho, si se sumaran las provincias zamorana y salmantina al proceso de creación de la nueva comunidad autónoma tienen preparado un sistema de cuatro departamentos, en el que el Bierzo sería uno de ellos. De ser sólo Zamora, serían tres “siempre pensando en una descentralización que no se ha tenido en cuarenta años”.
“Las comunidades uniprovinciales han sido un modelo de éxito en España, mientras que la centralización ha sido nefasta y ha colocado a la Región Leonesa como la que mayor crisis ha sufrido en toda la democracia y nadie hace nada, un desplome económico tal al que no presta atención nadie porque desde la Junta de Castilla y León se niega y se oculta”, apuntan los expertos que han elaborado el informe.
Unas Cortes Leonesas que ahorrarían dinero
En cuanto a los órganos de poder –informa Miriam Badiola para la Agencia ICAL–, Santiago Asenjo propuso un parlamento autonómico que toma como referencia las Comunidades Autónomas uniprovinciales y que, para una población de 460.000 habitantes, debería contar con 34 parlamentarios, es decir, “de cuatro a ocho representantes políticos menos de los que hay ahora mismo entre diputación y Comunidad”, lo que “supondría un ahorro en el gasto de la representación ciudadana”.
En cuanto a las Cortes, Asenjo expuso que estarían constituidas por un presidente, dos vicepresidentes y dos secretarios y tendría su sede en León, aunque al proponerse una “administración descentralizada”, uno de los vicepresidentes debería tener sede en Ponferrada “y con competencias”.
Además, propuso el establecimiento de nueve Consejerías, seis de ellas en León y tres en Ponferrada, lo que permitiría “llevar la toma de decisiones más cerca de los ciudadanos, para que puedan atender los problemas del territorio”. En cuanto a estas Consejerías, señaló que además de las clásicas, habría “otras de importancia” como la de Ordenación de Territorio, Obras Públicas y Movilidad, Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural o Medio Ambiente y Transición Ecológica.
“Sí hay camino constitucional a la nueva autonomía”
Finalmente, en cuanto a las bases legales, José Luis Prieto insistió en que “la Región Leonesa tiene derecho a la autonomía”, algo “sustentado tanto en artículos de la Constitución Española como del Estatuto de Autonomía” que “avalan este derecho”.
Una autonomía para lo que Prieto dio por hecho que “se creará en grupo”, es decir, “incorporando a Zamora y Salamanca”, aunque puntualizó que se trata de “algo que tiene que surgir de ellos mismos”.
Este informe técnico de los cuatro expertos refleja “las aspiraciones colectivas, de los leoneses que en su mayoría tienen muy claro que no poseen sentimiento pertenencia a Castilla y León” porque “les niega su identidad”. Javier Callado dejó claro que “pese a las enormes presiones de los distintos poderes políticos, casi un cincuenta por ciento de la población, a través de sus ayuntamientos se ha mostrado a favor de la autonomía leonesa, con lo que sin ellas sería la inmensa mayoría”. Para él ésto “debería provocar una reflexión para todas las autoridades públicas que en estos momentos están calladas completamente desbordadas por la voluntad popular de tener una autonomía propia”.