(CON VÍDEO)
Lleva años ahí pero no por eso dejar de causar estupor, y también algo de miedo. Se trata de las ya bautizadas como 'arenas movedizas' de la playa de San Lorenzo de Gijón.
Están situadas en un punto muy concreto ubicado frente al centro municipal de la Antigua Pescadería, es decir, muy cerca del muro final de la playa hacia la iglesia de San Pedro, y estos días de elevada concurrencia de bañistas a esta playa hace que no sea difícil con la bajamar ver a algún grupo de curiosos tratando de poner a prueba la sorprendente capacidad de absorción de la arena, que es capaz de hundir a un adulto hasta más arriba de la rodilla, superando facilmente los 50 centímetros.
No supone un peligro y si los miembros de salvamento tienen la zona especialmente vigilada es sencillamente para evitar accidentes y que algún despistado ponga el pie en alguno de los dos 'charcos' que delatan su presencia, porque en cuestión de segundos requerirá un considerable esfuerzo para sacar la pierna del atolladero.
Lo que las arenas movedizas 'esconden' en realidad son dos manantiales de aguadulce que algunos veteranos de la zona, muy especialmente del barrio Cimadevilla, aseguran conocer. Es el efecto de este agua, que mana de manra visible en la superficie, el que parece reblandecer la arena, que de otro modo estaría compacta como en el resto de cualquier playa. Pese a todo, la explicación racional no resta morbo al fenómeno, que ha sido objeto de sorpresa desde hace años. Como se puede apreciar, por ejemplo, en este vídeo que data de hace exactamente cinco años: