La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) amplió este viernes el radio de búsqueda en las excavaciones que desde el miércoles llevan a cabo los arqueólogos de la asociación en el antiguo cementerio del Carmen de Ponferrada, con el objetivo de localizar los restos de Antonio Fernández Guerrero y José Canedo Fernández, dos víctimas de la dictadura, fusilados junto a la tapia del camposanto de la capital berciana en el año 1942. “Seguimos buscando, hemos ampliado la búsqueda hacia el interior del antiguo cementerio, al menos un par de metros”, explicó René Pacheco, director de los trabajos.
Las labores de excavación de los técnicos de la ARMH dieron este jueves sus primeros resultados. “Ayer encontramos los límites del cementerio civil, que era nuestro primer objetivo”, explicó Pacheco, que añadió que los arqueólogos hallaron también “una pequeña acumulación de huesos que no tenía ningún tipo de conexión con el enterramiento que estamos buscando”. En ese sentido, el director de los trabajos recordó que “encontrar restos removidos en los cementerios es algo normal”.
Además de este hallazgo, durante la jornada de ayer, los técnicos de la ARMH encontraron otro enterramiento individual que alimentó las esperanzas de encontrar la fosa que se está buscando, aunque, tras el correspondiente estudio, los arqueólogos descartaron que los restos pertenecieran a los dos represaliados. “No se trata de la fosa que estamos buscando, así que documentamos el hallazgo y lo dejamos tal y como estaba”, explicó Pacheco.
La localización de ese enterramiento individual sí permite a los arqueólogos conocer el nivel de profundidad al que se encuentran los cuerpos enterrados en el antiguo camposanto, por lo que el siguiente paso sería encontrar una línea de tumbas que ayude a localizar la fosa común. “Teóricamente ellos tiene que estar por fuera de la última línea de tumbas, pegados al límite de dónde se realizaban los enterramientos”, recordó el director de las excavaciones, que añadió que los trabajos no han permitido, hasta ahora, encontrar ningún enterramiento más.
En ese sentido, Pacheco se mostró “cauto” y avanzó que los trabajos continuarán durante el fin de semana y se alargarán en función de si aparecen los restos que la ARMH busca. Al respecto, el director de las labores recordó que la fosa que buscan tendría que contener “dos cuerpos en contacto entre sí, enterrados de manera desordenada”.
Además, otra de las pistas que facilitaría el trabajo de identificación de los cuerpos radica en el hecho de que se trataba de personas jóvenes. “Cuando los restos pertenecen a personas jóvenes hay rasgos que llaman mucho la atención, como la dentadura o partes del cráneo”, explicó Pacheco. En caso de encontrar esa fosa, los arqueólogos quieren encontrar también “evidencias sobre el fusilamiento que pueda tener el cuerpo”, como la existencia de balas u orificios en el esqueleto.