CSI-F acusó hoy a la empresa del 'call center' de Bembibre, que presta sus servicios a ONO y Generali Seguros, de ocultar a sus empleados la existencia de un riesgo claro de contagio de tuberculosis en la plataforma que se ubica en el polígono industrial del Bierzo Alto y en la que trabajan cerca de 400 personas. A través de un comunicado, el sindicato explicó que el presunto foco de esta enfermedad es consecuencia de un positivo por tuberculosis detectada en una empleada del centro en el Hospital del Bierzo y que la empresa realizó la prueba de la tuberculina a poco más de 30 trabajadores.
Así, la organización sindical ha iniciado una labor de seguimiento sobre este tema y denunció que un buen número de los empleados que se sometieron a las pruebas fueron advertidos de que“ guardasen silencio sobre el tema o se atuviesen a las consecuencias”. El CSI-F aseguró en su nota que más del 90 por ciento de los resultados fueron positivos y que la mayoría de ellos tuvo que realizar también una radiografía de tórax.
“La mayoría de los casos han dado como resultado una infección latente del bacilo tuberculoso”, señalaron desde el sindicato, que apuntó también a la necesidad de un tratamiento preventivo de la enfermedad durante seis meses que anularía su desarrollo y evitaría la posibilidad de posible contagio en tres semanas.
En esta línea, recordaron que en España existe la obligación de declarar la tuberculosis como ennfermedad profesional si en el centro de trabajo se ha tenido contacto con algún posible foco de infección y no se demuestran evidencias de un contagio externo. En el 'call center' de Bembibre, advirtieron desde el sindicato, prácticamente todos los trabajadores realizan su jornada laboral en el mismo habitáculo y, por tanto, “es evidente que si las pruebas realizadas a un grupo de treinta seleccionados fueron positivas, las mismas pruebas se deberían extender al resto de los trabajadores”.
Falta de información
Asimismo, acusaron a la empresa de ocultar la información a los trabajadores y consideran que “tienen derecho a saber que riesgos pueden padecer durante su jornada laboral”. “La falta de información a los trabajadores también ha imposibilitado un estudio de susceptibilidad del receptor, por lo cual personas que pueden ser más sensibles a la bacteria o que podrían sufrir una mayor gravedad en caso de ser infectadas, como pueden ser mujeres embarazadas o personas con enfermedades respiratorias, no han podido tener conocimiento del riesgo que padecen”, añadieron.
El protocolo adecuado marca que en casos como el de Bembibre, según CSI-F, sea conveniente que se dé información por escrito acerca de formas de contagio, evaluación de la situación y plan de acción para solventar la situación, entre otras cuestiones. Así, apuntaron a que desde el departamento de Recursos Humanos se ha negado “lo evidente” y explicaron verbalmente “que los porcentajes de positivo por tuberculina están dentro de los parámetros habituales”.
“Aunque la empresa intenta aparentar que el protocolo seguido es el correcto, no nos queda más remedio que mostrar nuestra disconformidad hacia la labor de los responsables de empresa en esta materia”, insistieron desde la organización, que también denunció que una de las representantes sindicales –elegida en las elecciones de la semana pasada- fue recriminada por parte de Recursos Humanos por preguntar a varios trabajadores si tenían conocimiento del asunto. “Tan solo 24 horas después fue despedida”, señaló CSI-F, que entiende “que se trata de un claro caso de persecución sindical, por lo cual solicitaremos judicialmente la anulación del despido”.
Por su parte, la empresa niega las acusaciones del sindicato y advierte que emprenderá acciones legales por entender que las informaciones del comunicado son falsos. Así, asegura que es un caso puntual, que la trabajadora ha cogido esa enfermedad fuera de la plataforma y que se ha activado el protocolo adecuado después de ponerse en contacto con Sanidad.