El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes, Fapas, se plantea como objetivo para este año intensificar las acciones encaminadas a hacer frente a los daños que provocan los osos. “Las decisiones políticas para solucionar conflictos que genera el oso comienzan a ser preocupantes y de ellas podríamos comenzar a intuir que hay verdaderamente intereses ocultos para generar una tensión social en la que el gran número de osos que ya hay y los conflictos que causan obligarían a tomar decisiones sobre nuevas medidas de gestión de la especie. Preocupante hacia donde apuntan esas decisiones”, señala la entidad.
Añaden que los mayores perjuicios que causan los osos están vinculados con la apicultura y consideran que “definitivamente, la alternativa es financiar daños ante la imposibilidad de evitarlos”. A su juicio, la la instalación de sistemas eléctricos de protección no resulta eficaz y no impide los daños de los osos a las colmenas.
Pese a que estar en pleno invierno, afirman, la actividad osera está presente en la comarca leonesa de El Bierzo, donde esta misma semana un apicultor se puso en contacto con Fapas para comunicar que su colmenar está siendo visitado cada noche por un plantígrado, con la destrucción en cada una de esas visitas de una o dos colmenas. El sistema eléctrico de protección no ha tenido ninguna utilidad para evitar que el oso desista de entrar en el interior y no destroce las colmenas, apuntan.
Fapas utiliza un cierre de alambre para proteger los colmenares, con un diseño –afirman– que garantiza que el oso no puede acceder al recinto.