Una hembra adulta de oso pardo murió de manera instantánea esta mañana tras sufrir un disparo que, según indicaron fuentes de la Junta de Castilla y León, fue “accidental” por parte de un cazador que participaba en una cacería en el interior de la Reserva Regional de Fuentes Carrionas (provincia de Palencia), en el entorno de la localidad de Ventanilla, perteneciente al término municipal de Cervera de Pisuerga.
Durante el desarrollo de la cacería en el cuartel de caza de esta población, a las 14.30 horas, aproximadamente, un cazador disparó por accidente a una hembra adulta que murió instantáneamente, explica la nota oficial de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta.
El levantamiento del ejemplar fue realizado conjuntamente por agentes medioambientales, celadores de Medio Ambiente y la Guardia Civil, para su traslado al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos, donde se le practicará la necropsia para confirmar las causas de su muerte.
El desarrollo de la cacería contaba con la vigilancia de dos celadores y un miembro de la Patrulla Oso de la propia Junta, insisten las mismas fuentes. Además, para incidir en su falta de responsabilidad desde el primer momento, la Administración autonómica recuerda que en los días previos a la cacería se había rastreado la zona, en la que no se encontraron indicios de la presencia de oso pardo en la zona.
A pesar de todo ello, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, que es la que autoriza, ampara y defiende este tipo de actividades cinegéticas en espacios protegidos al máximo nivel, informó de que iniciará la oportuna investigación, de la cual dará traslado al Ministerio Fiscal por si observa indicios de delito.