Desde 2012, cada tercer domingo de mayo se anima a todo el mundo a meter las manos en la masa por el Día Mundial de la Repostería. Aunque visto lo visto en la pandemia, quizá es mejor dejar esta labora a los profesionales. Profesionales que llevan toda la vida con nosotros, ya que el horno más antiguo tiene más de 6.500 años: los egipcios fueron los primeros en utilizar la levadura y la palabra ‘pastel’ se remonta al siglo XIII. Vamos, que esto del dulce nos viene de tiempos. Y en León lo sabemos y saboreamos muy bien.
Imperiales Alonso
Tiempo es el que tiene una de las confiterías más míticas de la provincia. Imperiales Alonso abrió sus puertas en Astorga en 1887 y actualmente está al frente la IV generación de la mano de Ordoño Alonso Sacristán. Pero no está solo, cuenta con el apoyo incondicional de su mujer, Susana García, y otras tres trabajadoras.
Su carta de presentación
No puede ser otra que todo este tiempo han popularizado su bizcocho de almendra, huevo y azúcar, sin harina -atención celiacos-, sin conservantes ni colorantes. Pero su filosofía artesanal la llevan hasta en el papel con el que lo envuelve, ya que se hace a mano, se rellena uno a uno con una cuchara y el empaquetado de las cajas también es manual que se elabora en el Centro de terapia ocupacional para discapacitados intelectuales de Nuestra Señora del Valle, en La Bañeza.
Pero no solo de bizcochos vive Alonso. Desde el obrador también elaboran más productos naturales, sin colorantes ni colorantes por encargo: las pastas de San Blas, empanadas variadas con ingredientes naturales, pastas, bizcochos, pasteles, tartas, etc. “Todos nuestros productos son frescos.
Por eso, por ejemplo, no tenemos las tartas de exposición esperando que vengan a comprarlas, las hacemos reciente para que esté perfecta para el cliente.“, nos explican Susana. Y nos recuerda los dulces de temporada como los dominós de Carnaval, los bollos de San Lázaro en Semana Santa, los buñuelos de Todos los Santos, el turrón y el roncón de Reyes para Navidad, además de detalles personalizados para eventos.
Sus tiempos
Además de en la calle Astorga de la ciudad de La Bañeza, en la ciudad de León puedes ver sus inconfundibles cajas en muchas tiendas gourmet. Ellos, personalmente, se encargan de llevar el producto y controlar su estado. “Cuando vence la fecha de caducidad sustituimos el producto, pero es importante aclarar que la fecha de caducidad no implica que el producto esté en mal estado, sino que a medida que pasan los días se va secando el bizcocho. Nuestras elaboraciones no son un paquete de galletas al uso”, remarca Susana. Deja claro que un producto fresco, como es su bizcocho, hay que tratarlo como tal y conservarlo en un lugar fresco y seco.
Por este motivo no tienen puntos de venta fuera de la provincia de León. Pero eso disponen de la tienda online www.imperialesalonso.com con una amplia variedad de productos. Del obrador directamente a su casa. “Tenemos clientes de toda España y muchos de ellos nos piden Imperiales para quitar la ”morriña“ de estar lejos de su casa”, asegura. Y es que los sabores de Imperiales Alonso saben a tierrina porque siempre que pueden cuentan con productos de cercanía, como huevos, almendra, verduras para las empanadas, fresas para los pasteles, etc. Y eso el paladar lo nota.
Su buen hacer
Con más de 135 años de historia sus sabores, dedicación y elaboraciones no ha quedado indiferente a nivel internacional, ya que en 1900 consiguieron la ‘Mención honorable en la Exposición Universal de Paris’. Y después de patentar su producto estrella en 1910 el palmarés ha seguido creciendo al ritmo de la masa de uno de sus bizcochos.
- Joven valor de la gastronomía de Castilla y León 2011. ‘III Congreso de la Gastronomía de Castilla y León: Sabores 2011, 2.0.’ a Ordoño Alonso Sacristán.
- Premio al mejor producto perecedero de corta duración en la ‘XXIV Feria de los productos de León’. Octubre 2017. A Imperiales Alonso.
- ‘Premio al mejor dulce de la XXVI Feria de los Productos de León’ por sus Pastas de San Blas.
- ‘Premio La Posada del Mundo de Castilla y León’ al mejor proyecto de la provincia de León. Imperiales Alonso. Noviembre 2017.
Pero de todos los reconocimientos con el que se quedan es con el de sus clientes. “Nos llamó una mujer de 90 años -vivía fuera de la provincia- para hablar con Ordoño. Sólo con el objetivo de decirle que su hija le había llevado Imperiales y que su sabor le recordó a cuando era niña. Lo cual nos alegra porque significa que mantienen el sabor original, ya que se siguen elaborando de la misma forma”, recuerda Susana con cariño.
Confitería Conrado
La historia de la confitería más memorable de la provincia se remonta al siglo XIX llegando a una quinta generación. En 1856 el industrial Hermógenes Blanco se instaló en La Bañeza con su mujer, que era riojana y trajo consigo fórmulas de mantecadas y los achiperres del chocolate.
El año 1888 nació Conrado Blanco León, quien se dedicó a continuar y ampliar el negocio familiar con nuevas recetas. “Nuestra relación con la familia de Conrado se remonta a mi abuelo Manuel, quien trabajó como chocolatero en la Confitería. Después, fue mi tío Conrado y mi padre Pedro quienes realizaron toda su vida laboral en la Confitería. Al lado de mi padre siempre estuvo mi madre María, que estuvo hasta una semana antes de dejarnos detrás del mostrador con una sonrisa”, la recuerda con cariño Manolo, la penúltima generación, ya que ahora el testigo está en las manos de su hijo Sergio. Actualmente, el negocio lo sustentan cinco profesionales de la repostería en temporada normal.
Reconocimientos que vienen de tiempos
- 1888 galardón de la Exposición Universal de Barcelona reconociendo la calidad de sus chocolates y mantecadas.
- 2012 premio a la Empresa Bañezana de mayor Divulgación Nacional por la Cofradía de San Antón.
- 2013 primer Premio de la Academia Leonesa de Gastronomía al mejor productor leonés, y a fecha de hoy siguen siendo la única confitería que ha obtenido dicho galardón,
- Premio de “Bañezano del Año 2015” al propietario por el reconocimiento a tantos años de esfuerzo y la innovación constante de sus productos, destacando sobre todo por parte del Excmo. Ayuntamiento de La Bañeza la divulgación mediática que le ha dado el Roscón de Reyes.
Recetas tradicionalmente novedosas
La Confitería Conrado destaca por la calidad de sus productos tradicionales como chocolates, Yemas, Besitos y Conraditos. Además de los dulces tradicionales, ofrecen más de 50 variedades de pasteles, tartas, bombones, bollería, pastas artesanas, chocolates y hojaldres. “La confitería es muy cíclica. Depende mucho de la temporada como la Navidad con los roscones y 38 variedades de turrones o el carnaval con las piruletas o las orejas. Hay productos que son emblemáticos de la gastronomía de León. Pero, incluso, las Monas de Pascua que aprendimos a elaborar hace 15 años y por el que ahora preparamos un escaparate impresionante con figuras de chocolate”, enumera Sergio algunos de sus productos más memorables que se pueden adquirir en la propia tienda o por su página web.
“La Bañeza es una ciudad muy muy dulcera, especialmente los fines de semana, se pueden llevarse desde Mouse de Gin Tonic o un crujiente de praliné, muchas variedades de pasteles”, indica Sergio entre toda su amplia variedad de dulces. Todos ellos elaborados con materias primas de León para nutrir a sus productos de una identidad propia de la tierra, como la mantequilla, las frambuesas de las comarcas del Teleno, miel de Orzonaga, la harina, los huevos o la leche y todo elaborado diariamente los siete días de la semana manualmente. Hay que estar a la altura de un público tan exigente, como son los leones, a los que Sergio reconoce que son golosos, en especial los de La Bañeza con una tradición centenaria tan arraigada gracias a negocios como el que él regenta.
El sello Conrado se basa en el respeto a la tradición, utilizando recetas ancestrales transmitidas por sus antepasados, pero también en la innovación y el desarrollo constante de nuevas fórmulas, sabores y texturas que agraden al paladar de sus clientes y les ofrezcan una experiencia gastronómica y sensorial.
Roscones influencers
Pero sin duda el rey es el Roscón, siendo los primeros en España en ofrecer un premio en metálico de 500 euros en un solo roscón, ahora aumentado a 10.000 euros. “Nosotros no inventamos el roscón, ni mucho menos. Pero sí que lo posicionamos en el mapa. Es nuestro producto insignia y, además, yo creo que se ha convertido en uno de los embajadores de la Bañeza”, realza orgulloso Sergio este logro, ya que los guías turísticos siempre hacen una parada obligada en la confitería.
“La idea surge de una manera en una cena de Navidad, por el 2007, en el que empezaba a hacer daño a aquella crisis financiera mundial y quisimos incentivar su la venta del roscón, que de aquella era un dulce más de Navidad, los más demandados eran los turrones. No teníamos nada más que perder 500euros”, relata el momento en el que, sin saberlo, harían historia. Aquel año se concentraron medios de comunicación a la puerta y abrimos telediarios o fueron portada de periódicos. Y lo siguen siendo, ya que cada año iban aumentando el premio hasta llegar a la cifra redonda de 10.000 euros ampliando la campaña del 26 de diciembre al 6 de enero.
“Hoy en día se ha dado la vuelta al roscón en toda España desde que se nos ocurrió era iniciativa, y lo digo con toda la humildad del mundo, no quiero echarme ninguna flor, pero es verdad”, reconoce Sergio. De hecho, has traspasado nuestras fronteras llegando a vender en otros países de Europa. KANTAR MEDIA, S.L. realizó un seguimiento exhaustivo en 2016 de la cobertura mediática de esta campaña del Roscón, y se concluyó que más de 34.500.000 personas siguieron la noticia a través de diversos medios de comunicación.
“La Bañeza es una ciudad dulce por naturaleza, y así lo atestigua nuestra confitería que nace en 1856 y que ahí sigue, tras cinco generaciones. Es complicado llevar un negocio tan antiguo en cualquier parte de España, así que, bueno, estamos contentos de poder haber continuado nuestro trabajo en nuestro pueblo, en La Bañeza, que la queremos con pasión y esperemos que, bueno, que esto tenga la continuidad necesaria, para que nuestros pueblos, nuestras comarcas, sigan teniendo vida”, desea el presente y futuro de la Confitería Conrado.