Ubicada entre montañas, verdes bosques y regada por el agua de sus conocidas pozas, la localidad de Canseco (perteneciente al municipio de Cármenes, en la comarca leonesa de Los Argüellos) cuenta durante los meses más fríos del año con una decena de habitantes a los que acompañan puntualmente los senderistas y montañeros que acuden a la zona por su rico patrimonio natural.
Es en verano cuando esta localidad, como muchas otras de la provincia de León, revive con el regreso de los descendientes de los vecinos del pueblo que, no solo no se olvidan de sus raíces, sino que luchan para conservar y generar actividad en Canseco a través de la cultura.
Es el caso de la asociación cultural Pico Huevo, que toma su nombre del pico más alto de su territorio, que tiene una altura de 2.156 metros. Originalmente, esta asociación nació en 1987 y se encargó, durante los tres años que siguieron a esta fecha, de organizar unas jornadas culturales durante los veranos que todavía recuerdan con cariño y admiración algunos vecinos del pueblo.
A pesar de su éxito original, la asociación Pico Huevo no volvió a organizar jornadas culturales hasta que un grupo de jóvenes descendientes de Canseco se organizaron en el verano del 2023 para recuperar esta iniciativa. Finalmente, ese año (36 años después) crearon una nueva junta directiva formada por nueve miembros de la que Daniel Cuéllar es su presidente. Con ellos, renace la asociación Pico Huevo, y este es el segundo verano que Canseco puede volver a disfrutar de un verano repleto de actividades culturales.
El objetivo es claro: poner en valor el patrimonio cultural, histórico y cultural de Canseco, que, como enumera Cuéllar, no es poco: “Queremos conservar las tradiciones y perpetuarlas para las nuevas generaciones y, sobre todo, poner en valor el legado que tenemos. Que todo esto contribuya a que se preserve con el paso del tiempo y no se quede abandonado”.
El éxito fue rotundo desde la primera reedición de estas jornadas culturales, el pasado verano de 2024, cuando el esfuerzo de los organizadores se materializó en 14 días consecutivos de jornadas que ofrecían todo tipo de actividades culturales y recreativas a vecinos y visitantes: “Contábamos con un presupuesto de cero euros pero la participación fue descomunal por parte de los vecinos, pero también de la gente que vino a ayudar, de forma totalmente desinteresada”, relata Cuéllar.
Este año, las jornadas culturales regresan con fuerza. Aunque serán más cortas (nueve días, entre el 9 y 17 de agosto, coincidiendo con sus fiestas patronales dedicadas a San Roque), no faltarán las opciones para todos los públicos. Charlas que recuperan la memoria de los más mayores del pueblo; paseos arqueológicos protagonizados por la toponimia, historia y leyendas de Canseco; teatro; conciertos en directo; una “fiesta hortera”... Todo con la idea de acercar el pueblo, como concepto unificador, a los vecinos.
De esta forma, la cultura se convierte en un hilo que une a los vecinos y sus descendientes que, por cuestiones laborales o personales, han tenido que abandonar Canseco, pero que no se han olvidado de él.
El recibimiento entre los vecinos ha sido extremadamente positivo. Las cifras lo confirman: si durante el verano Canseco revive con 200 personas, más de 180 se han asociado a Pico Huevo, para aportar su granito de arena a la asociación y que siga, este y muchos veranos más, organizando actividades culturales. “Yo pensaba que iba a costar más trabajo, pero la gente se ha volcado de lleno”, celebra Cuéllar.
Pero no solo se trata de números, sino de crear una comunidad con la que los vecinos sientan pertenencia: “Prácticamente todo el pueblo se ha asociado. Es bonito que la gente asuma que forman parte de la asociación. Es un síntoma de pertenencia que creo que es muy bonito porque lo que hace es que la gente la sienta suya, porque es suyo”, explica el presidente de la asociación.
El programa de actividades sirve para satisfacer los gustos de todos los vecinos, veraneantes y turistas. La asociación tiene especial interés en generar buenos recuerdos entre las generaciones más jóvenes, ya que serán ellos quienes tengan que tomar la antorcha para hacer que el legado de Canseco permanezca: “Si los niños no van ahora de pequeños, cuando sean mayores no van a tener ganas de venir. A pesar de que tenemos muchos atractivos. La consecuencia es que el pueblo quedaría totalmente vacío”.
Estos veranos la oferta cultural de Pico Huevo en Canseco ha conseguido revertir el tiempo y devolver a esta localidad de la montaña leonesa a otros tiempos en los que los veranos se celebraban entre todos los vecinos.
El programa de este año incluye presentaciones culturales, teatro, exposiciones de fotografías antiguas, rutas arqueológicas, charlas sobre el patrimonio local, espectáculos de magia para toda la familia, exhibiciones de deportes autóctonos, talleres de cosmética y experimentos para niños, así como un mercado artesanal y gastronómico. Además, se celebrarán las tradicionales fiestas con misa, procesiones, concursos de bolos, hinchables para niños, música en directo y sesiones de bingo, combinando cultura, tradición y entretenimiento para todas las edades.
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