La librería salmantina Letras Corsarias se alza con el Premio Librería Cultural 2024

Librería Corsaria de Salamanca.

Alba Familiar / Agencia ICAL

Cuando la escritora argentina Mariana Enríquez promocionó, a principios de este año, su gira literaria por España, los carteles reflejaban su parada en ciudades como Barcelona, Madrid o Sevilla. La autora de ‘Nuestra parte de noche’ pararía en las grandes capitales del país pero entre el anuncio de estas fechas se colaba la ciudad de Salamanca. Un nombre poco habitual en estas giras literarias, donde librerías como Letras Corsarias han conseguido hacerse un hueco en este circuito, que no es el del rock and roll ni el de las grandes compañías de teatro, pero que mueve lectores que buscan encontrarse con sus autores de referencia.

El de Enríquez es solo un ejemplo de la labor que han llevado a cabo los corsarios salmantinos de hacer cultura, poco a poco, y con sus propios recursos. “Una labor de hormiga”, como ellos mismos la denominan, para calar y crear comunidad entre los lectores y que la librería se convierta en un punto de encuentro. Este trabajo les llevó en 2016 a ser reconocidos con el Premio Nacional de Fomento de la Lectura y que este año ha vuelto a ser galardonado con el Premio Librería Cultural 2024, que homenajea la trayectoria de programación y de trabajo cultural que realizan desde la librería y respalda, por parte de compañeros de profesión, la labor que han venido realizando durante casi una década.

El equipo de Letras Corsarias lo componen Rafa Arias, Guillermo Granado, Miguel Arias, Antonio Marcos, Mercedes Brugarolas y María Rojo. Seis profesionales que reconocen el trabajo en equipo como clave para remar hacia una dirección, donde todo suma, desde la elección de los autores que eligen traer hasta el trabajo diario de la librería. Pero con un punto continuo común: el de la hospitalidad. “Siempre intentamos que se sientan arropados, que se sientan a gusto, que sea una experiencia más allá que el hecho de venir a hablar sobre un libro que ha escrito”, explica Granado a la Agencia ICAL. El acompañamiento va más allá del cierre del encuentro y de la propia actividad de la librería, con paseos y comidas por la capital del Tormes, “La hospitalidad es clave para que los autores y los creadores, cuando vienen, disfruten de la estancia en la librería y en la ciudad”, destaca Arias.

Desde el primer día, reconocen, han volcado sus esfuerzos en que la librería sea un lugar de encuentro, donde al principio era mucho más difícil pensar que podían atraer a autores que se encontraban fuera del mapa pero que, ahora, se han convertido en un punto importante dentro de las citas literarias del país. A lo largo de esta década se han sentado en sus sillones nombres como el del poeta rumano Mircea Cartarescu o uno de los grandes dibujantes del cómic a nivel internacional, Seth. “Fue una visita que no nos esperábamos, desde luego, que pudiera venir alguien tan importante en todo el mundo del cómic a una ciudad algo más fuera del mapa como era Salamanca”, rememoran. Ahora, las paredes de Letras Corsarias están repletas de firmas del mundo del cómic, tras apostar por esta programación con autores y autoras dentro del mundo de la ilustración.

Tras más de 900 encuentros entre escritores y lectores, en la librería también recuerdan con cariño lo local. Así, rememoran uno de sus primeros aniversarios, donde la memoria ya confunde si fue el tercero o el cuarto, con Jaime, de la compañía salmantina La Chana Teatro, donde tras un brindis con tequila y una representación dramática de los cuentos de Juan Rulfo consiguieron una “atmósfera bastante especial”.

Corsarios porosos

La hospitalidad que desde Letras Corsarias dan a sus invitados también está presente hacia sus clientes, hacia los salmantinos que han decidido quedarse en la ciudad y a quienes la visitan de manera ocasional. Así nació el concepto de “corsarios porosos”, tras un viaje a Coimbra y una reflexión sobre el cambio de modelo de las ciudades Patrimonio que está volcándose hacia el turismo. “Me daba la sensación de que la gente pasa por una especie de carril ya hecho y que alrededor no ve nada. Y esa gente se va, vuelve otra al día siguiente y otra al siguiente fin de semana”, relata Antonio Marcos. Así, el concepto de lo poroso se refiere “a los que nos quedamos en ciudades como las nuestras, con escasas posibilidades laborales y a veces también culturales”.

Poco a poco, el trabajo logra que se “abra debate, un espacio de reflexión tanto para la gente que viene de fuera y hace turismo librero” y que existan “ esos espacios donde salir un poco de lo habitual y de alejarse un poco de los sistemas de entretenimiento más fáciles de acceder”, detalla. Además, desde el momento de apertura, tenían claro que esta era una librería principalmente para los salmantinos, pero también para los exiliados, que regresan en fechas clave.

Por otro lado, también han creado una “cantera corsaria” para los más pequeños, con un espacio especial dedicado a ellos, pues reconocen que los niños “no son los lectores de mañana, sino que son los lectores ya de hoy”. Para este público específico, dan especial importancia a la selección de calidad para que puedan “engancharse a la lectura”, no solo a través de las letras, sino también de las ilustraciones y las presentaciones o cuentacuentos. “Los niños han nacido ya en la época digital, y las pantallas no tienen por qué oponerse a la lectura, sino encontrar un hueco para cada cosa”, confiesa la encargada de la sección infantil, Mercedes Brugarolas.

Desde Letras Corsarias reconocen que en los últimos años se ha consolidado un nuevo proyecto en forma de librerías que en España cuenta “con una buena red”. “Es raro que a cualquier provincia que vayas no disponga de dos o tres librerías de mayor o menor tamaño que estén llevando a cabo una agenda cultural con un un fondo de muy cuidado”, detalla Arias. Por su parte, reconocen que cada paso dado “lo pensamos con cuidado y sin perder mucho la cabeza”, para poder seguir “manteniendo una programación interesante y atractiva”. Así, conciben el espacio de la librería más allá de la venta del libro, y se centran en un “punto de encuentro”, que no siempre tiene que ser el de una actividad o una presentación literaria, sino es el mero hecho de coincidir con conocidos o amigos, y recomendarse libros unos a otros.

Con la vista puesta en el futuro, consideran que la lectura digital y la lectura en papel no deben estar enfrentadas, sino ser complementarias. Creen que sus competencias tienen nombres como Netflix o Amazon, pero para combatirlo, apuestan por encontrar un momento para toda actividad cultural, donde ser consumidor de cine, exposiciones, libros o conciertos está relacionado. En lo que a las letras se refiere, los corsarios se centran en seguir trabajando para poner en valor este espacio comunitario donde poner en común lecturas, conversar y posibilitar el encuentro entre gente que comparte los mismos intereses. “Si tuviéramos una actitud pesimista no estaríamos en esto”.

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