La siembra de maíz no cumple los pronósticos y sufre una ligera caída en superficie en el campo leonés

La coyuntura internacional marcada por la guerra en Ucrania dibujaba una expectativa al alza el ciertos subsectores del campo leonés que no se ha cumplido con los datos en la mano. Y es que el maíz, uno de los cultivos llamados a salir bien parados del conflicto por el aumento de los precios, ha sufrido un ligero retroceso en superficie de cultivo, una caída del 1,1% al pasar de las 78.507 hectáreas de 2021 a las 77.641 de 2022. Así lo constata con estadísticas basadas en las declaraciones para recibir ayuda de la PAC (Política Agraria Común) el sindicato agrario Asaja, que reconoce que este descenso se ha producido “contra todo pronóstico”.

La organización agraria achaca esta circunstancia a los costes de los medios de producción, contrapuesta a las expectativas de incremento de precios. “La caída en las siembras del maíz está relacionada con la fuerte inversión que hay que hacer para el abonado de la planta y la duda de si se podrá recuperar a la hora de vender el grano”, expone.

De esa contraposición sí ha salido bien parado el girasol, cuyo “desembolso para la compra de los medios de producción es menor”, señala Asaja tras subrayar que este cultivo ha experimentado un crecimiento del 63% al pasar de las 13.135 hectáreas del año 2021 a las 21.402 del año 2022. Se trata de un incremento todavía superior al 45% registrado por las colzas (con 4.975 hectáreas) en un contexto expansivo para los oleaginosos, que “se han llevado una buena parte de la superficie que han dejado otros y, sobre todo, de la superficie liberada de barbecho”.

En lo que respecta a los cereales de invierno (trigo, cebada, avena, centeno y triticale), el incremento de las siembras ha sido del 8% al pasar de las 100.262 hectáreas de 2021 a las 108.032 de 2022. “Este crecimiento se ha producido tanto en las superficies de secano como en las de regadío, pero mayor en regadío”, apunta Asaja.

Como ya había adelantado la organización agraria, “los bajos precios que han ofrecido los almacenistas de alubias han hecho caer las siembras de este cultivo tan leonés en un 25,5%” hasta registrar apenas 3.164 hectáreas. También se ha reducido la superficie de patatas en un 12,5% para situarse en 1.138 hectáreas, y la de remolacha en el 6,7% al sembrarse solamente 3.843 hectáreas.