El presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, aseguró hoy que la institución provincial se encuentra a la espera de que el Instituto de Competitividad Empresarial (ICE) apruebe una nueva prórroga, hasta el año 2023, del plazo para financiar con varios millones el proyecto de modernización y mejora de la estación de esquí Valle Laciana-Leitariegos, para poder iniciar las obras.
“En cuanto finalicen los plazos y se tenga toda la documentación en orden se procederá a la licitación de las obras”, aseguró Morán, quien puntualizó que “no nos podemos arriesgar a iniciar las obras sin haber obtenido la prórroga hasta 2023, porque ”por la orografía del terreno, el clima y el medio ambiente, solo podremos trabajar tres o cuatro meses“.
La valoración la hizo tras aprobarse, tras dos años, la evaluación de impacto ambiental de la Junta de Castilla y León, que ha resultado ser favorable pero muy lenta, mientras esperan desde 2016, en que se realizó el diseño de la modernización, los fondos que finalmente sumarán 8,8 millones de euros entre fondos mineros y aportación propia de la institución.
Sin embargo, el vicepresidente de la Diputación, Matías Llorente (UPL), aprovechó la ocasión para insistir en que “las estaciones de esquí tienen que cambiar la forma de ser explotadas”, ya que “en la provincia de León suponen una pérdida de dinero”, por lo que apostó por “ver cómo gestionar los servicios para que no sea a costa de los ayuntamientos y las juntas vecinales de la provincia”.
Insistía así en cierta crítica por el agravio comparativo que esta inversión supone en favor de la montaña y frente a otras comarcas de la provincia, sobre todo teniendo en cuenta que el déficit de las estaciones que gestiona la Diputación, es decir, sumando la de San Isidro, suele rozar los 2 millones de euros cada año.
“Me parece muy bien el desarrollo de la zona de montaña, pero esta provincia hay otras zonas que no lo tienen y la Diputación tiene que mirar que todas comarcas tengan las mismas oportunidades”, concluyó Llorente, quien insistía así en que “no me callo la boca”, a pesar de que estas opiniones le fueron afeadas hace ya meses desde el Ayuntamiento de Villablino y la Plataforma por Leitariegos, que llevan años exigiendo la reforma de su estación para paliar la total crisis minera.