Astorga pone nombre en una placa en el cementerio a cuarenta represaliados

astorgaredaccion.com

24 de julio de 2020 10:14h

Cuarenta nombres al fin están escritos en la placa descubierta en la tarde de este 23 de julio de 2020 que pasará a la historia de Astorga como la tarde donde culminó un ciclo. “Por fin aquí están, ha pasado tanto tiempo...”, aseguraba Miguel García Bañales, militar que con tesón ha investigado para que hoy podamos nombrar a los fusilados en los muros del cementerio, los mismos muros donde en la tarde de este jueves se ha logrado reparar su memoria.

El acto de justicia y reparación organizado por el Ateneo Republicano, con la colaboración del Ayuntamiento de Astorga, lo iniciaba el alcalde, Juan José Alonso Perandones, quien reconocía que “es una tarde de justicia, nadie debe sentirse molesto por la reivindicación de la memoria, por poner los nombres ahí. Qué menos que el derecho al nombre cuando el desaparecido no se sabe ni donde está. Detrás de cada uno hay una historia fecunda”. Una justicia y reparación sobre las que insistía el teniente alcalde, José María Jáñez, destacando en sus palabras dirigidas las familias de los republicanos 'paseados' y al numeroso público que acudió al acto, que “las administraciones públicas estamos en la obligación de hacer estos reconocimientos”. La cita puso fin a las Jornadas 'Memoria y presente', que organizó el Ateneo Republicano en colaboración con el Ayuntamiento y que abrió el miércoles con una conferencia la escritora y periodista cofundadora de eldiario.es Olga Rodríguez.

En el monumento-osario que acoge la placa están todos los represaliados enterrados en el cementerio, todos lo que exhumaron por necesidad de espacio y que no recogieron las familias. Además de otras personas, aquí están los 369 fusilados en El Sierro, y la de todos aquellos 'paseados' en las tapias del cementerio y que las familias no recogieron sus restos, detalló García Bañales.

“El proceso hasta aquí ha sido largo para saber la verdad, primero, y después dignificarlos”, reconoció el investigador. Han pasado 84 años desde que comenzaron los fusilamientos y más de 40 desde que España recuperó la democracia. En ese proceso, Bañales recordó la importancia de cuatro alcaldes: Luis González, Alonso Perandones, Victorina Alonso y Arsenio García, a quienes mostró su agradecimiento para dignificar la memoria de, entre otros, del alcalde Carro Verdejo, el general Cabrera, el director del instituto Eugenio Curiel, Balbina (la rosa de San Andrés), o el maestro Gerardo.

El investigador explicó que este jueves culmina “solo un ciclo”, porque “de los tres preceptos que marca el Supremo: el derecho de las familias a conocer la verdad de lo que pasó, a dignificarlos y recuperar sus restos, sólo se han cumplido los dos primeros, el tercero está sin hacer”.

El momento más emotivo lo protagonizó Sol Gómez Arteaga, nieta de José Gómez Chamorro, de Valderas. “A mi abuelo, a finales de julio de 1936 lo sacaron de la panadería, lo metieron en una camioneta y los trajeron al cuartel de Astorga”. Lo fusilaron el 9 de octubre de 1936 en el cementerio de Astorga junto a otros cuatro compañeros. “Hoy, por fin, se le han puesto sus nombres a los cinco de Valderas bien visibles en la placa de este humilde rincón”. Tuvo un especial recuerdo para su padre, Antidio Gómez, fallecido el pasado 1 de febrero, que desde 2014 nunca faltó a la cita del 14 de Abril en el camposanto astorgano: “Mi padre hombre de tierra, de cielos abiertos, portador de una sabiduría natural que no se aprende en las aulas no hizo en su vida otra cosa que trabajar, como su hermano, como mi abuelo, esa era su razón de ser, su meta”, afirmó Sol, quien deseó en sus últimas palabras que “la pizarra de la memoria siga escrita y se lea como hoy se pueden leer en esta placa” los cuarenta nombres. “La vida es una pizarra que ya hemos visto cómo se borra”.

El acto estuvo pespunteado por las canciones de Isamil9.