El procurador leonesista Alejandro Valderas ha elaborado un catálogo de objeciones con motivo del Plan de Turismo que elabora el gobierno de Castilla y León, y que por primera vez a dado voz a los grupos de la Cámara Regional para hacer sus observaciones, ya que hasta ahora el texto ya completo se presentaba al plenario 48 horas antes de su aprobación.
La primera de la demandas es clara; que la Junta sustituya la Marca Castilla y León porque, ha subrayado Valderas, es absurdo promocionarnos dentro de la comunidad, “los leoneses no van a ir de vacaciones a Valladolid” que es más grande que Portugal, que tiene 20 marcas selladas, o que 20 países de nuestro entorno.
Valderas entiende que Castilla y León es la gran desconocida fuera de su territorio en donde se cataloga a esta comunidad como la comunidad en la que se habla castellano.
Por eso la UPL considera necesarias nuevas marcas, como la de Picos de Europa de la que sólo se aprovechan Asturias y Cantabria, o una marca Reino de León, en sintonía con su legado histórico.
Camposagrado
Además y dada la cercanía de la fiesta de Villalar, Valderas demanda al gobierno autonómico que se gaste el medio millones que invierte en esta cita a la que acuden 20.000 personas, en otras de similar repercusión y asistencia como sucede con la fiesta de Camposagrado.
En este sentido la UPL también apela al reconocimiento y apoyo a productos turísticos que responden al amplio bagaje de sucesos que son patrimonio de la cultura leonesa como son los pendones, o las fiestas tradicionales.
A este listado de objeciones Valderas también ha añadido una ruta de las aguas termales en las zonas donde se dan estas aguas medicinales “y no como sucede en Valladolid, en donde se nutren las aguas con kas de naranja”.
Además de insistir en la declaración de las Médulas como patrimonio de la humanidad Valderas cree que es el momento de restaurar la cantera que ya no opera cerca de este paraje así como una revisión de la ruta romana de León, “dado que el ayuntamiento no está capacitado para hacerlo, porque necesita del apoyo de la Junta que no quiere dárselo”.
Para completar este catálogo de sugerencias, Valderas apela a que se acabe, en la promoción del turismo de Castilla y León, de una vez por todas con los chanchullos de Ryanair y con Sotur la oscura sociedad pública que gastaba ingentes cantidad de dinero sin control de la Cámara, no se sabe muy bien en qué.
La guinda a esta situación la pone la nueva ley de pesca que se debate, “necesaria pero tan restrictiva que los pescadores que veían a León dejarán de hacerlo y se irán a Asturias o Galicia que no hacen estas tonterías”.