Lorenzo Callejo Miguélez, de 51 años, casado y padre de tres hijas es agricultor. Vive en Soto de la Vega, municipio del que es alcalde. Milita en la UPL desde 1997 y actualmente ostenta la Secretaría Comarcal de La Bañeza y es miembro del Consejo General del partido. Eduardo López Sendino, nacido en León en 1959, es licenciado en Derecho y abogado en ejercicio desde 1992. Milita en la siglas leonesitas desde hace 21 años, forma parte de la ejecutiva de la UPL y es concejal en el Ayuntamiento de la capital. Ambos ven de total vigencia el mensaje leonesista y consideran que a León le perjudica su pertenencia a la Comunidad.
¿Por qué quiere ser el nuevo dirigente de la UPL?
L.C.: Porque quiero que el partido no siga la misma línea, creo que la dirección necesita un giro de 180 grados.
E.L.: Porque después de mi trayectoria leonesista consideré era el momento de hacer algo por el País Leonés y los ciudadanos a través de mi partido.
¿Qué cree que va a aportar usted que le haga más merecedor del cargo que su oponente?
L.C.: Experiencia en política, cercanía al leonesismo social, carácter conciliador, ser buen negociador y un gran equipo que me respalda. Si salgo elegido, no será a costa de hipotecar el cargo.
E.L.: Fundamentalmente, un equipo muy ilusionado y competente y con unas ganas tremendas de sacar a León de la doble crisis, la que asola a toda la economía española y la que supone pertenecer a esta Comunidad.
¿Cuál será su prioridad si es elegido?
L.C.:Como parte del cambio que quiero llevar a cabo me parece una prioridad el contacto con los militantes y cargos públicos, no pueden quedar abandonados a su suerte la mayor parte de la legislatura. Además, abanderaremos un proyecto leonesista que responda a todas las demandas de la región leonesa.
E.L.: El ser más reivindicativo y estar mucho más en la calle, más cercanos a los ciudadanos para que el mensaje leonesista cale en la sociedad leonesa.
¿En qué debe mejorar o renovarse el partido?
L.C.: En la participación de la militancia para la confección de las listas electorales, en la obligación de ser un referente de opinión y en descartar cualquier intento de hacer de este partido una empresa de trabajo temporal.
E.L.: Hay que renovar las estructuras conservando todo lo bueno que ahora existe, potenciar los comités locales y comarcales para que tengan una mayor presencia, y ampliar las estructuras de base con mayor afiliación, así como potenciar las Juventudes del partido.
En estos tiempos de crisis, ¿cree que el mensaje regionalista tiene menos interés o razón de ser para la gente?
L.C.: Rotundamente, sí. Los leoneses han perdido la confianza en nosotros y estamos obligados a concienciar a la sociedad de que la crisis que azota nuestra tierra es aún mas grave por pertenecer a este invento de comunidad autónoma.
E.L.: No puede olvidarse que llevar el pan a casa todos los días actualmente es, lamentablemente, una prioridad para muchas familias leonesas, pero eso no impide considerar que estando en esta Comunidad autónoma hay menos oportunidades de salir de esta crisis en la Región Leonesa y por tanto el mensaje leonesista tiene aún más cabida.
¿Qué puede hacer UPL por León?
L.C.:Todo, devolver la ilusión a todos los ciudadanos de la región leonesa y ser un referente social con un proyecto político creíble que defienda los intereses de esta tierra, a través de las entidades locales menores de nuestras comarcas que nos diferencian tanto de otras provincias; ésta es nuestra aspiración y nuestro compromiso.
E.L.: Luchar por los intereses de los leoneses sin las ataduras ni las directrices emanadas de Valladolid o Madrid, que en muchas ocasiones no coinciden con los intereses de los leoneses. Ser reivindicativos con las injusticias y agravios por pertenecer a esta Comunidad y llevar la voz de los leoneses con el único interés en el País Leonés y sus ciudadanos.
¿Qué es lo que le urge a esta provincia?
L.C.:La autonomía propia para poder decidir sobre lo que nos importa: el futuro del carbón, la política agraria y ganadera, la actividad empresarial, la educación, la sanidad, la justicia, el paro o la despoblación. Nos avergüenza ver a nuestros políticos mendigar en Valladolid.
E.L.: Salir de la crisis económica, que por culpa de pertenecer a esta Comunidad nos va a costar salir doblemente que al resto del Estado. Son necesarias políticas de reindustrialización efectivas y no cara a la galería, como el despilfarro de los fondos Miner sin puestos de trabajo creados que hayan paliado el deterioro de las cuencas mineras, por ejemplo.
Las encuestas evidencian la mala imagen de los políticos ante la ciudadanía ¿piensa que los partidos pequeños se libran?
L.C.: No, no sólo no se libran sino que salen mas perjudicados que los grandes partidos, se tiende a cometer sus mismos errores y lo ideal sería alejarnos de su imagen y hacer un ejercicio de transparencia que empiece por nosotros mismos en nuestra gestión; en mi caso si salgo elegido secretario general mis aspiraciones sólo pasan por seguir siendo alcalde de Soto de la Vega.
E.L.: Se trata injustamente a todos los políticos por igual, cuando podemos decir con voz alta que en UPL no existe actualmente ningún caso de corrupción, lo que no pueden decir los grandes partidos nacionales. No considero que en UPL, nuestros alcaldes, concejales, pedáneos y representante en la Diputación y Cortes nos merezcamos estar en el mismo saco que PP y PSOE.
¿Cual es el “techo” que puede alcanzar la UPL en representación y poder institucional?
L.C.:El gobierno de la Autonomía Leonesa.
E.L.: Nuestro techo es la mayoría absoluta en los Ayuntamientos a los que concurramos y la mayoría suficiente en las Cortes autonómicas como para forzar la autonomía de la Región Leonesa o un referéndum en tal sentido, así como la Diputación Provincial y un Diputado en las Cortes del Estado.
¿Le parece que fuera de León se ve el papel de la UPL como victimista?
L.C.:Sí, y nos parece un problema de primer orden, porque nos impide reivindicar con seriedad los problemas de los ciudadanos y darles soluciones sin que parezca un capricho y no un derecho que nos corresponde por historia y por justicia.
E.L.: Ese es el papel que pretende el PSOE y PP hacer creer a la ciudadanía para intentar desactivar a UPL como único partido que reivindica objetivamente por la Región Leonesa. Solo desde sectores castellanos así se nos ve, porque les interesa ponernos ese estigma para así no oír nuestras justas reivindicaciones.
¿Considera que buscar la autonomía es una meta realista?
L.C.: Si no lo creyera, no estaría contestando a esta pregunta. Quiero recordar que la Junta lleva 30 años gastando nuestro dinero para crear un sentimiento de Comunidad, lo cual significa que han tenido que inventarlo para creérselo y venderlo.
E.L.: Absolutamente realista, porque muchos de los males económicos en la actual crisis vienen por pertenecer a esta Comunidad, aparte del agravio comparativo de ser la única región verdaderamente histórica que no es autonomía.
¿Qué responde a quienes critican que rechacen a la Junta y sus políticas pero formen parte del sistema con representación en las Cortes Autonómicas?
L.C.: Es la democracia y el marco constitucional que tenemos y respetamos, pero eso no significa que no se pueda cambiar. Estamos convencidos de que con un proyecto ilusionante como el nuestro tenemos futuro y Alejandro Valderas no será el único compañero que nos represente en la Cortes.
E.L.: Somos un partido democrático y, por tanto, participativo allí donde se jueguen y ventilen los intereses de los leoneses, pero eso no impide y menoscaba nuestra pretensión irrenunciable de conseguir la Autonomía de la Región Leonesa, entendida como León, Zamora y Salamanca.
¿Qué es lo mejor y lo peor de Javier Chamorro al frente de la UPL?
L.C.:Lo mejor, el saneamiento económico y la estabilidad del partido. Yo parto de la base de que él salió elegido secretario general en un congreso y él se va por decisión propia y no lo veo como un perdedor sino como un compañero. Lo peor, es que sigo sin saber cómo le da vueltas al bolígrafo entre los dedos.
E.L.: Lo mejor, el haber sabido aglutinar y pacificar UPL y llevar las riendas de UPL cuando probablemente nadie quería y lo peor, el no haber roto el pacto con el PSOE en el Ayuntamiento de León mucho antes de las elecciones municipales y no ser más reivindicativo.