Esta vez digo Eduardo Diego

Delegado Territorial de la Junta Autonómica, que viene obligado a defender los intereses de aquellos que le pagan el puesto político de rimbombancia nominal, siendo poco más que vocero de un ente que siempre ha sido rechazado por los leoneses, y ahora sufrido en decadente permanencia obligada entre olvidos y penas.

Lo de echar balones fuera, es decir culpar de todo a otros, digamos al Gobierno Central, que sí que tiene culpas, y muchas, pero el ente autonómico que representa no ha hecho otra cosa desde los orígenes que esquilmarnos bienes. Aprovechándose de nuestro patrimonio, infiltrando, para control y dominio, personajes afines al ente en instituciones leonesa. Y el summum, usurpando la ubicación geográfica leonesa, cruce de autovías de ayer, de hoy y ahora sin futuro de raíles y trenes, para, dentro del más descarado centralismo, situarlo en Valladolid. Poco les importa que esto, deje fuera de todas las órbitas de progreso a León y a la Región Leonesa, a tres provincias que se sostienen (en franca decadencia) por gobernanza de políticos al dictado del poder central autonómico.

Los prebostes autonómicos a los que representa, han ido ampliando en osadía de la más clara castellanización, el centro de poder, con manejo y ubicación de todo. Parece nimio, pero es identificativo de un proceder, lo último, lo de implantar los estudios de escalada y barranquismo allá donde la planicie puede ser el terreno de prácticas, como hemos podido ver pocos días atrás, que nos muestra lo que representa el absurdo llevado al límite. Se trata de no dar opción o posibilidad, por orografía, a León, y pueda destacar en algo que ellos no poseen. 

Pensaron, si me lo quedo, anulo un poco más a los leoneses y derivo dineros presupuestarios hacia la facción castellana. ¿Y qué tal si les decimos vamos a practicar en la montaña, en Vegacervera por ejemplo, que “es nuestra”? ¡Seguro que dan brincos de alegría como los chivos para cecina camino del matadero! 

Claros ejemplos de descarada centralización y de colonialismo. No hay ni el más mínimo pudor, saben que los nuestros, los ejercientes en política, no son más que acólitos, cuando no palmeros, de todos los manejos del ente autonómico. Desaprensivos, aunque nos arruinen la existencia, envuelven en nuestros votos, vergüenza y desdoro popular, para que el tufillo de la insensatez no vaya a ser que nos lleve a recapacitar a los leoneses sobre el error repetido, y corrijamos el yerro a futuro. 

¿La Facultad de Medicina?

La Facultad de Medicina para León, está en el deseo de ampliación de la ULE, pero se formula en régimen de petición y casi lloro informal, dado que no hay pujanza política, institucional o popular, ante el ente. Para el señor delegado, Eduardo Diego, es cosa que está como muy verde, ni profesores, ni aulas… Pero señor mío... ¿Acaso hay un mínimo de interés en que progresemos los leoneses? ¡Nunca hubo voluntad de reparto de estudios en esta Comunidad! Ni consensos universitarios, ¡¡¡Vamos, ni para nada que pueda hacer sombra a la facción castellana!!! ¡Y menos si significa aportar dineros presupuestarios!

Para Medicina, de momento lo que pueden es ofrecer, más plazas para estudiantes y la contratación de profesores... ¡¡¡En Valladolid!!!

¡Resuelto! 

El Oeste de la Comunidad, nominación que acuñó Caldera en tiempo de Zapatero, y de inmediato fue aceptada también por la derecha, toda vez que encerraba el estilo Rajoy, que más o menos viene a ser: Si algo no se nombra no existe, o se borra. En este caso es el difuminado con ánimo de extinción de la Región Leonesa. 

León era nudo del Noroeste y hoy... lo es Valladolid

Si bien él, en un extraño juego de equilibrio, acusa al gobierno central de no tener consciencia de lo que es el Noroeste español. ¿Cuál, el que era León nudo y cruce de caminos, por ubicación y funcionalidad? ¿O el que están pretendiendo implantar en Valladolid arrebatándonoslo? Y va avanzado, no es quimera, pues se ha transformado en obras que conllevan centralismo y desprecio para los leoneses y anulación de posibilidades, ¡más marginación!  

Ahora con el tema del Polígono de Villadangos, que está bien agrandarlo porque lo merece, pero no para que venga a tapar la vergüenza que ha supuesto lo de Torneros, donde hablábamos de una Plataformas Logística (ojo al dato), ya desde los primeros albores frenada (tanto que atufa el olor de los ferodos abrasados), mediante la acción negativa o dejación dolosa de la Junta para que no alcanzara las condiciones extraordinarias que se preveían y el encaje en las ideas europeas

¡Otro logro de la Junta para León! Dicho y nada .¿Cabe mayor ironía? Pero atención leoneses, con el mismo tono: “¡Ahora nos toca a los leoneses agradecérselo en votos autonómicos en los próximos comicios!” 

Y así cerraremos el más ridículo de los espectáculos: No te hago, te deshago y luego me votas. Y con insensatez extrema... ¡Vamos y los votamos

Lo cual entra en el desequilibrio mental más absurdo.