El Purple Weekend es una maravillosa celebración de la música y cultura sixtie que es tan inherente a la ciudad como su catedral, su frío o sus tapas en el Barrio Húmedo. Un festival que cumple treinta y cinco ediciones transformando a esta pequeña capital de provincia en el epicentro cultural y musical de todos esos sonidos y estéticas vintage que encuentran sus raíces en los años 60. Pero además de potenciar el nombre de León como sinónimo de modernidad, como imagen de lo cool y urbano, su celebración supone una jugosa inyección económica para la ciudad gracias a los más de 10.000 visitantes que acuden cada año.
El germen del Purple Weekend se remonta a la segunda mitad de los años 80, cuando Alex y Elena, miembros de la mítica banda leonesa Los Flechazos, empezaron con muy pocos recursos y toda la ilusión del mundo esta aventura que no ha parado de crecer hasta hoy, que nació para profundizar en los orígenes del movimiento mod y que ahora ya está abierta a un amplio abanico de músicas como el soul, el power pop, el R&B, el beat, el punk, los sonidos jamaicanos, la psicodelia, el acid jazz, el sonido Madchester o el Britpop. En todo este tiempo el festival ha visto cómo aquellos legendarios espacios de la Tropicana, el Toisón o el Oasis han dado paso a los modernos y actuales escenarios del Espacio Vías, la sala Glam o el Palacio de Congresos y Exposiciones.
Treinta y cinco años han dado para mucho, para ver como aquellas primeras y modestas ediciones se han ido transformando en un evento consolidado que ha llegado a albergar conciertos que aún resuenan en la memoria de todos, con alguno de los mejores carteles de bandas nacionales e internacionales que se han presentado en este país. Algunas de esas bandas que nos han visitado ya hablan por sí solas de la calidad musical que hemos disfrutado en León durante todos estos años: The Creation, Brighton 64, The Remains, The Zombies, James Taylor Quartet, The Resonars, Cooper, Redd Cross, Kula Saker, The Charlatans, Temples, The Troggs, Peter Perret, Hoodoo Gurus, The Long Ryders…
A estos potentísimos programas musicales se han sumado también las exposiciones, los desfiles de moda, la clásica scooter run o todos esos selectores de vinilos que llegan desde toda Europa para poner patas arriba los alldayers y allnighters. Y todo sucede en la ciudad, remarcando el irrenunciable carácter urbano del Purple Weekend. Todo un lujo para varias generaciones de leoneses que han crecido con este festival que convierte a nuestra ciudad en el perfecto e ineludible destino de peregrinación para toda esa fauna que viste estrechos trajes italianos, jerséis entallados, coloridas minifaldas, elegantes zapatos o esas inconfundibles parkas que vemos pulular por las calles de siempre, entre concierto y concierto.