No van mis letras de examen ni de controversia. Entendiendo que ésta en sí no tiene la condición de mala. No obstante, quiero que tomen mis letras una suave variante de tal concepto, dado que van en plan reflexivo.
“Si dejamos de tener notoriedad y se pierden nuestras señas de identidad entonces 'el producto leonés' (en cualquier ámbito) pierde valor.”
Sin duda alguna comparto la intencionalidad con la que tal frase va intercalada en su decir de intención defensiva de lo leonés, de modo especial en la faceta identitaria. Y no pretendo sacarla de contexto. Me apuntalo en ella.
Sí, ciertamente vamos camino de tener que hacer siempre una entradilla al hablar o escribir sobre León o lo leonés (ya está ocurriendo), explicando quiénes somos y de dónde venimos. Sabido es que la personalidad leonesa, nunca bien reconocida, embozada en lo castellano, lo de la pérdida de notoriedad ha sido una constante, y de modo especial en nuestro forzado devenir autonómico.
Aquí procedería dejar reflejado a qué leoneses estamos aludiendo, al menos yo, mas, perdóneseme, en la ocasión lo quiero dejar flotando en la ambigüedad, pues es un pasaje, demasiado complejo, ciertamente vital para la personalidad leonesa, pero cuya puesta a punto necesita de mucho más de cuatro líneas.
Oficina de Defensa de la Identidad Leonesa
“He reclamado la creación de una Oficina de Defensa de la Identidad Leonesa”, nos dice, algo que está en su empeño, desde tiempo ha. Como bien reconoce no estamos los leoneses, casi nunca, propicios a instaurar o dar continuidad a propuesta ajena, a apoyar o difundir lo que otros sugieren. No es buena la cuña de la misma madera y “entre leoneses anda el juego”, por lo tanto, que no están dispuestos a asumir como propio, esto es a compartir, dándolo como conveniente y ejecutable. Para, sin resquemor de proveniencia, dialogar.
El Instituto Leonés de Cultura creo que, por su insinuación o tomando en cuenta sus diligentes premisas, está ocupando un tiempo y un espacio en tal menester. Hasta dónde han asumido su idea, o planteamiento y ejecución, no estoy en condiciones de dar respuesta. Se me ocurre que bien pudiera ser que esa “posible oficina” del ILC, tuviera que estar manejándose a ritmo de los intereses políticos, y ahí topamos con un verdadero enemigo: el partidismo ambidiestro.
Estando ya en la elaboración de este escrito, me llega la noticia de que en el Congreso de UPL del 14 de junio se aprobó una ponencia suya tocando el tema: proponer que se presente una moción en la Diputación con el fin de que pongan operativa oficialmente una oficina en defensa de la identidad leonesa.
En mi navegar reflexivo por el escrito, encuentro que nos habla de que debemos superar el individualismo, entiendo que hace alusión al cultural, como forma de afrontar los hechos que nos afectan a los leoneses; cierto y constatable. Evitar hacer lo común de una manera personalizada, o lo que viene a ser lo mismo, por 'libre sapiencia personal'... ¡Como lo mejor! Si tomáramos las ideas de los compañeros de viaje, como asumibles, todo sería más fácil.
A tal respecto, todos los “mea culpa” sonando al unísono, serían el primer clarín de puesta a punto para la victoria. Mas... ¿Cómo emboquillar los 'claros clarines'? ¿Quién da el tono? ¿Y bajo qué batuta?
¿Dónde quedaron los derechos de los leoneses?
Cuando nos metieron de hoz y coz, en el ente autonómico que padecemos, los leoneses no estábamos de acuerdo en compartir comunidad con los castellanos, en esto sí que había muy buenas dosis de unificación y compromiso. Y aquí se pusieron en juego intereses políticos, acaudilladores algunos, para que, según el momento y mano, nos negáramos, o no, a entrar. ¿Pero dónde quedaba manifestada nuestra libertad de elección? ¡Nuestros derechos constitucionales! Demasiado juego político virando en negativo, y, nosotros el pueblo, entrando en estupor por indefensión, entendiendo como intocable el ser leonés: sentimiento y emociones. ¡Rara avis!
Y repregunto, dónde quedaban recogidos nuestros derechos, los que atañían a nuestra personalidad y territorialidad leonesas. Si acaso en el cielo, para, andando el tiempo, poder ser 'escritos con drones', y leerse por San Juan.
Nos queda un punto, el leonesismo, sea sentimiento, sea movimiento ciudadano compartido, sea actividad política… en la entradilla se dice, “debe abrir nuevas etapas”. En esta ocasión, me parece bueno dejar su significación para otro momento, o al menos yo así lo estimo por conveniente, para no diversificar el riesgo…
Enlazando con lo identitario, mañana, continuaré con lo que Enrique Cabero presidente del Consejo Económico y Social… autonómico, dice eso de: “Claro que existe una identidad” en Castilla y León.
Caer en el sonambulismo, un necio camino.