El rapto de Europa

Europa, princesa hija del rey Agenor, estaba un buen día en la playa con sus amigas cuando fue vista por Zeus, quien en seguida se sintió atraído por su belleza. Para acercarse e Europa Zeus se transformó en un bonito toro blanco. Con esta forma se aproxímó a ella. Europa, algo asustada por el animal, se fue acercando hasta que le acarició y se sentó encima de él. Zeus se aprovechó y salió sin perder tiempo hacia la isla de Creta, donde el dios y la mortal se unieron. De este amor nacieron tres bebés: Minos, Sarpedón y Radamantis. Además, Europa recibió tres regalos: un autómata de bronce: Talo, un perro que siempre cazaba a su presa y una jabalina que jamás fallaba. De este mito nace el nombre del continente de Europa.

Desde este origen mitológico de Europa no pocas veces, nuestro viejo continente ha sido raptado sucesivamente. Sin ir muy atrás, en un pasado reciente (primer tercio del pasado siglo), Europa sufrió el rapto primero del nacismo y el fascismo (en España, el franquismo) y que pronto las acompañó otras dictaduras tales como las de los regímenes comunistas en especial de los países del este europeo. TODAS ellas con un denominador común: la falta de democracia, falta de derechos y libertades y la imposición de un estado totalitario, sin leyes ni respeto a las vidas de personas que pensaban de modo contrario a los establecido. Realizo esta breve explicación porque hoy se ningunea el concepto de democracia y se coquetea por decirlo de un modo suave con las dictaduras, muy extendido curiosamente entre personas que no sufrieron una dictadura, e incluso los que sí la vivieron estaban arropados bajo la tutela del dictador.

Como decimos Europa vivió un siglo XX bastante agitado, pero bien está añadir que tras la Segunda Guerra Mundial, Europa dio un paso hacia adelante en un intento de una unión comercial (al inicio) de unos pocos países y que posteriormente fue extendiéndose hasta lo que representa el 60% de Europa, y que conocemos como UE.

Evidentemente tras esos inicios comerciales, ahora ya no hablamos solo de comercio. Ahora hablamos de valores y convivencia, de leyes y de organismos europeos, hablamos de integración y de inmigración, de moneda única y de becas Erasmus, hablamos de desarrollo y de cultura. Pero también en la misma moneda, hoy hablamos de desafecto y de burocracia, y por qué no; hablamos de nacionalismos y de neoliberalismo por encima de las personas.

Los principios básicos de Europa

Dentro de los valores que pretender ser el eje vertebrador de nuestra UE, al menos sobre el papel, el Tratado de la Unión Europea (TUE), en su artículo 2 se enuncian aquellos principios que son el faro que guía las decisiones de toda la esfera europea, tales como: la dignidad, libertad, igualdad... y tienen imperatividad tanto interior como exterior. En cuanto a los principios básicos podemos enunciar varios que se concretan para los vínculos internos: la igualdad entre los Estados, todos soberanos, y todos regidos por las mismas normas; la identidad nacional, el respeto a la idiosincrasia de cada uno de los miembros; solidaridad, tanto económica como social; cooperación leal, toda aquella que sea necesaria para lograr los objetivos comunes.

En cuanto a las instituciones, tienen que guiarse por varias vertientes democráticas muy relevantes. Primeramente, la igualdad democrática, esto es, todas las personas tenemos que ser atendidas de la misma manera por los órganos europeos.

En segundo lugar, la democracia representativa, las institucionales están dirigidas por personas que los ciudadanos hemos votado y que nos representan. En tercer lugar, la democracia participativa, es decir, que la población tenga un papel activo en la toma de decisiones por métodos tales como la iniciativa legislativa europea 42.

Cabe tratar también aquellas metas que se persiguen teniendo de conditio sine qua non los principios enunciados con anterioridad, como son: promover la paz, bienestar de lospueblos, crear un espacio de libertad, justicia y seguridad, todo ello en conjunción con una política exterior que predique de puertas para fuera todo lo que bulle en el haber europeo.

La UE respecto al orden mundial

Precisamente por todo lo que estamos abordando, lo que nos parece más llamativo es el actual papel que juega la UE con respecto a sus ciudadanos y con respecto al orden mundial existente.

Vayamos por partes: Es muy difícil entender que dentro de la UE (sobre todo recordando los principios anteriormente enunciados) existan hoy en día paraísos fiscales, donde el capital de origen oscuro se mueva y circule libremente.

Por otro lado, rechina aún con más fuerza todo lo que tiene que ver con el papel que juegan los ciudadanos en su mayoría en nuestra UE. Considero que hoy somo el rapto otra vez de Europa. Pero de una Europa sumisa y capitalista, más pendiente de influencias externas y amenazas constantes tanto internas como externas. Si el orden económico actual fuera un partido de tenis entre dos jugadores; en ese caso EEUU y China, Europa sería simplemente un espectador de dicho partido. Curiosamente se echa de menos todo el potencial económico, industrial y tecnológico que tiene la UE, para ser capaz de tomar carta (en este caso, raqueta) en esta partida. Somos un referente en energías renovables y en economía verde (o así nos lo han vendido) somos todavía el último eslabón de la cadena de valores democráticos que tenemos en nuestro ADN, frente capitalismo chino y al suicido social que está llevando a cabo Donal Trump en su país.

Precisamente si no reivindicamos todo nuestro valor como Unión Europa, todo lo que se espera de nosotros dentro y fuera no habrá servido para nada todo el esfuerzo realizado por nuestros antepasados para ver una Europa unida. Seremos un títere de EEUU y sus chantajes arancelarios, pidiendo perdón por sentarnos en la mesa y hacer las cosas bien. Tal y como señala el economista Santiago Niño Becerra: “¿Por qué la UE debe hacer lo que Donald Trump dice? ¿Qué pasaría al contrario, si la UE le dijese que en USA hay personas que están muriendo porque no pueden comprar los medicamentos que necesitan? La UE debería hablar más consigo misma y mucho menos con Trump”.

Todo lo que el mundo y los europeos esperamos de la UE es que de respuestas a los desafíos que tenemos en pleno siglo XXI, costará hacerlo y supondrá sacrificios, pero siempre mejor que ser un esclavo del capitalismo voraz, inhumano y de un neoliberalismo americano que ya invade las instituciones europeas.

Falta de energía y autoridad

Por otro lado no entiendo la hipocresía, la falta de energía y de autoridad de la UE frente al genocidio que se está produciendo en Gaza por parte del Estado de Israel (precisamente un pueblo al que todos lloramos cuando sufrió la persecución nazi durante la II Guerra Mundial). Resulta que hace unos días la UE se atrevió a considerar que “a lo mejor” Israel estaba vulnerando acuerdos y tratados internacionales. Se atreven ahora a decirlo de manera silenciosa y tibia; ahora que hay ya casi 60.000 muertos palestinos y 1.700 iraelitas, donde HOY Israel ataca y bombardea centros de ayuda humanitaria. A esto se le llama GENOCIDIO de un pueblo. Más grave aún si cabe, cuando en nuestro continente se sufrió la misma situación en un pasado demasiado reciente.

Otro paso más supuso la falta de respeto de Eurovisión en su última edición donde antepuso la participación de un Estado frente a un Genocidio, sin más. Donde “el espectáculo debía continuar” por encima de todo. Honestamente este tipo de actuaciones hace incomprensible el papel de Europa en su conjunto y se aleja de nuestros valores como sociedad de paz, de convivencia y de respeto. Si las actuaciones de unos frikis son más importantes que la vida de 60.000 personas, poco más tengo que decir.

Bien está que Europa frente a los desafíos y amenazas desarrolle y mejore su seguridad e incluso avance en su industria tecnológica para no depender de EEUU y su imperialismo militar. Pero otra cosa bien distinta es invertir el 5% del PIB de un estado en armamento, precisamente para enriquecer más aún más a las industrias militares americanas. Quizá ese 5% de PIB invertido en educación, innovación, desarrollo y cooperación sería más eficaz a largo plazo y nos pondría otra vez a Europa en el referente social del mundo. El hecho de gastar un 5% del PIB de un estado, es toda una declaración palpable de los valores del propio estado, frente a otras necesidades más importantes. Y es que nuestra política exterior no puede ni debe estar exclusivamente supeditada a intereses únicamente económicos.

Porque como dijimos al principio, Europa está otra vez raptada, pero ahora ese rapto es silencioso, simbólico y emocional precisamente como se lleva a cabo la destrucción de todo un modelo social y de convivencia.