El verano se va oficialmente el viernes 23 de septiembre, concretamente a las 3 horas y 4 minutos, para dar paso al otoño, que este año será también atípico en cuestiones meteorológicas. Vuelven los días más cortos y, aunque en menor medida que en años anteriores, las temperaturas más frías.
Este verano se ha hecho evidente el paulatino aumento de las temperaturas: la temperatura media del trimestre compuesto por junio, julio y agosto fue de 24 grados, es decir, 2,2 grados superior al promedio normal. Se trató de un verano extremadamente cálido, el de mayor temperatura media de la serie histórica, superando por 0,4 grados al de 2003, el más cálido hasta la fecha.
Llega ahora el otoño aunque, según el avance de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), será más cálido de lo habitual en toda España, especialmente en la vertiente mediterránea y Baleares.
También la Aemet avisa de que hay una mayor probabilidad de que llueva menos de lo habitual en el noroeste peninsular, considerando el periodo de referencia 1981-2010.
El próximo trimestre también será más caluroso de lo normal en toda Europa, según las previsiones, y muy probablemente (con una probabilidad entre 50-70%) muy cálido, de hecho dentro del 20% de los más cálidos de su climatología, en el mediterráneo occidental.
La Aemet también advierte sobre el alargamiento de los veranos en detrimento del otoño y, especialmente, la primavera. Se estima que, desde los años 80 del siglo XX, se han alargado diez días por década los veranos.
Las fechas en las que comienzan las estaciones pueden resultar un poco confusas. El inicio de otoño puede darse en cuatro fechas distintas del calendario (del 21 al 24 de septiembre). A lo largo del siglo XXI el otoño se iniciará en los días 22 y 23 de septiembre (fecha oficial española), y el año 2096 será su inicio más temprano. Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol.