El Cleba volvía a la competición después del parón por la disputa del Mundial de Brasil y tras conquistar la Copa ABF disputada, precisamente, en casa del rival, el Castro Urdiales. El resultado no pudo ser mejor porque las leonesas dominaron de principio a fin el partido, aunque varios bajones de rendimiento, coincidiendo con la entrada de las jugadoras menos habituales, les privó de cosechar una victoria más amplia y tranquila al final.
El partido comenzó con dominio claro del Cleba sobre el Castro Urdiales, rápidamente el marcador reflejó la primera diferencia 2-0. A los cinco minutos de partido las cántabras inauguraron su marcador, 2-1. El equipo de Diego Soto siguió a lo suyo e imprimió un gran parcial de 3-0 gracias a uno defensa 5:1 e individual sobre la cerebro del Castro Urdiales, el 5-1 reflejaba una gran diferencia.
El equipo cántabro encontraba muy poco agujeros en la defensa leonesa y solo pudo anotar un gol por cada cinco minutos, en el cinco, en el diez y en el quince. La diferencia fue creciendo y se situó en un cómodo 8-3 para el Cleba.
Pero las buenas actuaciones de Cristina González desde la portería empezaron a descender y el Castro Urdiales lo aprovechó -ayudado por alguna decisión arbitral un tanto discutible, sobretodo una pena de siete metros que consideró como falta en ataque- colocando un preocupante 1-4 de parcial y acercando peligrosamente el marcador, 9-7.
Andrea Mugosa comenzó muy activa en ataque el partido con y cuando bajó su producción el equipo leonés lo notó, así como la poca precisión en los pases al salir de contraataque. Precisamente con esa estrategia fue con la que el Castro Urdiales se acercó en el marcador, algo que desde el banquillo se contrarrestó rápidamente.
Un parcial de 4-1 del Cleba poco antes del descanso permitió a las leonesas devolver la diferencia de cinco goles al marcador, 13-8. Pero las cántabras dieron un último arreón para finalizar el primer tiempo y acercaron diferencias con un 1-3 de parcial, 14-11 para finalizar los primeros 30 minutos de partido.
Los leonesas habían ido de más a menos y debían rehacerse tras el descanso si querían llegar al final con los deberes hechos.
En la reanudación el Cleba salió con una pequeña pájara que dejó un 0-2 de parcial, 14-13, que hizo pensar en lo peor. Sin embargo se repusieron bien y endosaron un 4-0 a las cántabras, 18-13.
El partido parecía controlado sin problemas aunque el Castro Urdiales en encontraba manera de comenzar a anotar con regularidad, pero no era más que un intercambio de goles sin trascendencia, 20-15.
Con la mayor diferencia en el marcador, seis tantos, el susto lo dio Samara Da Silva que en una acción del partido se lesionó la rodilla y daba muestras de intenso dolor, habrá que esperar para conocer el alcance de la lesión.
La diferencia la pudo ampliar el Cleba en varios contraataques pero las imprecisiones en los pases volvieron y no se pudo culminar ninguno, aún así la defensa -incluida Cristina González- era buena y el marcador seguía en un cómodo 24-17, máxima renta.
El Castro Urdiales, sin embargo, demostró que es un equipo que no tira la toalla en ningún momento y endosó un importante 0-5 al Cleba que dejó el marcador en un peligroso 24-22 y dos minutos por jugar.
Gracias a defensas otra vez intensas y a los errores de las cántabras -perdieron dos balones en sus últimos ataques- el Cleba se pudo llevar la victoria por 26-23. Poca renta consiguieron al final las leonesas que acusaron el relajamiento del final cuando consiguieron su mayor renta del partido (24-17). Al final no pasó a mayores y la victoria proporciona tranquilidad al equipo en la vuelta a la competición liguera tras el descanso en diciembre por la disputa del Mundial de Brasil y el título de la Copa ABF.
Sietes iniciales
Cleba: Cristina González, Raquel Caño, Paula Engelmo, Alicia Cembranos, Andrea Mugosa, Juceli Aparecida y Nuria Benzal.
Castro Urdiales: María Muñoz, Aitxiber de la Fuente, Tania Yañez, Jassica Alonso, Patricia Elorza, Patricia Martínez y Tiddara Trojaola.
Árbitros: David Monjo Ortega y Fernando Sanz Pedro Colorado del Colegio madrileño
Palacio Municipal de los Deportes. 150 espectadores.