“Regreso a los paisajes del alma, viajo en la memoria a las voces del origen”

Manuel Cuenya

Poeta, narrador y fotógrafo, Jesús Díez Fernández nació en Sopeña de Curueño, aunque vive, como tantos leoneses y leonesas, fuera de su tierra, en este caso en la capital de España. Ferviente devoto de la cultura rural y con un fuerte arraigo a su León querido, él mismo dice, con vena poética, que es como un árbol trasplantado del lugar donde nació. En el fondo, sus raíces y sus ramas siguen aferradas a un paisaje y una cultura rural ya desaparecida, como podemos apreciar en su libro de relatos 'Equipaje del olvido'. Desde Madrid, donde reside, continúa buscando las presencias de lo primigenio, que le hacen regresar a su tierra, siempre con la mirada, con la literatura, con el corazón.

Cuenta que le ha marcado, de una forma total, el lugar de su nacimiento, el río Curueño, “el río del olvido”, al que ha dedicado varias de sus obras, entre otras 'A devanar a devanar...', una obra autobiográfica en la que relata su infancia y su primera adolescencia en su pueblo natal. O bien 'El niño del tren hullero', un viaje escrito en prosa poética.

En esencia, Jesús siente poéticamente desde que nació. Y está convencido de que necesita haber escuchado en su interior aquello que luego se pondrá a escribir como si le brotara de dentro. Después de todo este proceso creativo, al autor de 'Sin reloj por la vida' -“una crónica sentimental de los espacios del alma”-, le gusta, desde la reflexión, dudar acerca de las verdades de la vida, el peso de las cosas. “Saber habitar las heridas, el olvido, las ausencias, los paraísos perdidos”, añade este creador, que nació siendo y sintiendo como poeta, porque, en su opinión, ser poeta es un modo digno del ser humano de estar en el mundo. “No es el único”, agrega él, cuya poesía, que trata de entender como algo vital, le ha servido para revelar lo oculto de sus sentimientos, “para quitar el velo y hacer que, con las palabras, se desnude la obscuridad que siento. No sé si para el que lea mi poesía, es igual de reveladora”.

En la poesía las palabras son un retrato de mí mismo, imágenes de la memoria, del instante sentido, irrepetible

Las palabras, imágenes de la memoria

Toda esa poesía, en la que le han influido autores como León Felipe, García Lorca, M. Hernández, A. Machado o Claudio Rodríguez, es la que surge asimismo en sus imágenes como fotógrafo, porque su mirada sigue siendo poética. Y lo que cuenta en las imágenes lo podría expresar en las palabras de un verso, como ocurre por ejemplo en su último libro de fotografía hasta ahora, 'Miradas en lo invisible'. “En la poesía las palabras son un retrato de mí mismo, imágenes de la memoria, del instante sentido, irrepetible”, matiza este “poeta de la metáfora en imagen”, este fotógrafo que se define como paseante solitario, el cual pretende encontrar y narrar. Una obra fotográfica estupenda, que recoge en libros como 'Sendas y espejos', 'Luz y narradores' o 'Miradas y ecos', dedicadas a la belleza del Curueño, o bien 'Viajero sin brújula', en el que nos muestra ciudades mágicas como Lisboa o Estambul, entre muchas otras, a través de imágenes poéticas y poesía impregnada de imágenes, que nos invitan a viajar a esos espacios. “Quisiera destacar algo de lo que busco: el vínculo y el acto de aproximación con el lienzo, donde retratar la belleza del frío y la verdad que sangra. Marcar ese recorrido de un trayecto cómplice, atravesando el cielo y el infierno y descubriendo en los dos lugares, paisajes voluptuosos que fotografiar”, precisa Jesús, quien, además, es narrador, que ha escrito y publicado varios libros de relatos cortos. Su narrativa, fundamentalmente autobiográfica, es un retrato de sí mismo. Entre sus maestros en este género literario reivindica a escritores de la talla de Chéjov, Cortázar, Onetti, Carver, Faulkner, Miguel Torga, García Hortelano, J. F. Santos o A. Pereira, a quienes “conviene leer, porque ellos sí han sabido 'cocinar' los ingredientes y hacer relatos magistrales: En todos ellos está el inconformismo de las ficciones literarias, que quieren cambiar la vida, sacarnos de nuestras rutinas sociales y mentales”. En el ámbito narrativo, a Jesús le entusiasman escritores como T. Bernhard, John Berger, A. Tabucchi o Manuel Rivas.

Da la impresión de que toda la obra literaria de Díez Fernández estuviera concebida como un viaje (léanse por ejemplo sus poemarios 'Cariátides del sur' o 'Velamen del poniente') habida cuenta de que es un viajero sin brújula, que descubre que existen más de cuatro puntos cardinales, que inicia un vuelo contra el tiempo, un viaje interior, que luego convierte en revelador con imágenes y palabras. “Creo que en este sentido, en la obra de Julio Llamazares, también hay un viaje literario de retorno”, apostilla este escritor-viajero, que escribe como si viajara atravesando la noche. Su literatura –señala él– nace de un doble viaje. “Regreso a los paisajes del alma, viajo en la memoria a las voces del origen”.

Literatura de viaje aunando pasado y presente, estaciones, viajeros que suben y bajan, partidas y llegadas

Aparte del escritor Llamazares, a quien menciona, muestra simpatía por escritores y artistas leoneses como Luis M. Díez, Merino, Aparicio, Gamoneda, A. Fierro, Colinas, Mestre, el escultor Amancio González, García-Álix... “De lo actual sin conocerlo a fondo, ahí están otros con la tea encendida y que admiro: E. Gancedo, Alberto R. Torices, R. Saravia, David Rubio, Gregorio F. Castañón...”, especifica Jesús, que en la actualidad está dándole los últimos retoques a un libro de narrativa 'La nieve sin derretir', que espera se publique a lo largo de este año. Asimismo, ha comenzado a escribir otro libro, que narrará un viaje en el tren de vía estrecha, el viejo Hullero de León a Bilbao. “Literatura de viaje aunando pasado y presente, estaciones, viajeros que suben y bajan, partidas y llegadas”, remata el escritor-viajero.

Entrevista breve a Jesús Díez Fernández

“Lo que más me divierte es viajar con los cinco sentidos”

¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?

Más de dos y tres, el problema es el tiempo del que se dispone. Tres libros seguro: 'Libro del desasosiego' de Fernando Pessoa. 'Las ciudades invisibles' de Italo Calvino; 'La forja de un rebelde' de Arturo Barea.

Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).

Don Quijote es imprescindible. En la literatura y en la vida.

Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).

No me ha pasado con ninguno, hasta ese extremo. Simplemente lo leo o no lo leo.

Un rasgo que defina tu personalidad.

Sueño la vida despierto.

¿Qué cualidad prefieres en una persona?

La sencillez.

¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?

Confusión, indignación e incredulidad.

¿Qué es lo que más te divierte en la vida?

Viajar con los cinco sentidos. Subir a un tren.

¿Por qué escribes?

Necesito respuestas y compartir la soledad.

¿Crees que las redes sociales, Facebook o Twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?

No utilizo esas redes sociales.

¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?

Todas las fuentes nos van nutriendo, para escribir nuestra propia obra. Leer a los demás, es para mí un placer y al mirarme en otros espejos, aprendo.

¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?

No, por el momento.

Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.

No temas, aunque no entiendas el mundo. Vive y deja vivir.