Jose Manuel Redondo 'Lolo', algo más que un dibujante, toda una institución en León, falleció de manera repentina en la madrugada del domingo al lunes dejando a la provincia huérfana del viñetista que ha contado con imágenes cargadas de dosis de humor e ironía su actualidad de las últimas cuatro décadas. Nacido en León en mayo de 1959, ejercía en la actualidad en La Nueva Crónica de León tras pasar por varios medios de comunicación a lo largo de una dilatada trayectoria en la que se incluyen también trabajos de publicidad, publicación de libros y hasta un paso por la política.
Su clásica figura con pelo largo y gafas oscuras era una de las estampas más reconocibles de la cultura leonesa, a la que contribuyó durante más de cuatro décadas desde sus inicios en 1981 como dibujante de tiras cómicas en Diario de León, quizá la faceta más conocida de quien luego la estiró en otras publicaciones como Noticias de Palencia, Diario 16 de Burgos, La Crónica de León, Leonoticias y actualmente en La Nueva Crónica de León, a la vez que había empezado a colaborar en la newsletter '18' de ILEÓN.
Hijo de ferroviario, Lolo creció en la cuenca minera de Gordón y se había hecho algo así como hijo adoptivo de la de Fabero. La minería del carbón, los avatares del sector que hizo carburar durante casi un siglo a la economía de la provincia y su desaparición, marcó parte de su trabajo en la actualidad diaria hasta reunir una colección de las viñetas de esa temática en la publicación 'Humor minegro'. Sus viñetas en la tumba del 'güelu' serán recordadas para siempre.
Lolo solía esperar a última hora del día para dibujar y mandar su viñeta del día siguiente. Y es que la de humorista gráfico, parcela que le sirvió para publicar libros propios y hacer colaboraciones en otros como los de la periodista berciana Diana Martínez o con la escritora y editora Marina Díez en su obra 'Lo invisible', no fue su única labor. De modo autodidacta, cultivó otros géneros como la pintura (tenía actualmente una exposición titulada 'Purditrás' en la galería de arte Sharon) y la publicidad, a la vez que participó en iniciativas como el dibujo de murales o talleres didácticos.
Y hasta protagonizó un paso por la política con cuatro años como concejal en el Ayuntamiento de León por la Unión del Pueblo Leonés sin renunciar nunca a la reivindicación de una autonomía propia ahora canalizada a través de fuerzas como Conceyu País Llionés o Alantre, otro de los asuntos que se colaron en las viñetas de quien pintó con grandes dosis de humor e ironía no solamente la actualidad, sino también la idiosincrasia de la provincia.